Facebook es mi „ground control“

Soy una usuaria ciega. No quiero saber nada de los peligro de la gente translúcida, en cuanto yo pueda blogear, postear o moverme como quiera en la red. Soy una escritora que no percibe cada impresión escrita que redacta como algo absolutamente de su propiedad, sino como algo que ella practica para salirse de sí misma, para tomar distancia, para una vez poder percibirse a sí misma desde fuera, en formalina o debajo del microscopio electrónico. Con tanto asombro como absoluta ingenuidad hago caso omiso de todas las advertencias, preferentemente de colegas, que quieren impulsarme, en pro de la esfera privada y por amor a la ética profesional, a no meterme en esas plataformas, y, si lo hago, a reservarme mi opinión sobre ciertas declaraciones, que un día podrían ser casi obligatoriamente utilizadas en contra de uno, tan pronto como estén plasmadas por escrito en Internet, sí, con una limitada alta probabilidad, pueden ser usadas, vendidas al mejor postor y como consecuencia final todo esto será dirigido en contra de uno mismo.

Que para eso en la mayoría de los casos no se necesite de una declaración propia, sino que Josef K. sea simplemente calumniado, solo para poder llevar a cabo El Proceso y que siempre se puede encontrar una razón y siempre se ha encontrado en la historia de la humanidad, para deshacerse tanto de una persona no grata como de un pueblo entero, parece ser irrelevante. No, cada uno, en dado caso, ha forjado su mala suerte, y esto tanto más, con la ayuda de blogs y de Facebook, eso es claro. Uno no debería, ojalá no, proporcionar información sobre sí mismo de modo tan complaciente y trivial. Aunque cada insignificancia de un Andy Warhols es leída con gusto e interés y al neurótico de Vechta, Rolf Dieter Brinkmann, incluso hasta hoy, uno de cada dos autores le sigue los pasos de muy buena gana, con las cuentas erradas del precio del envase, las expediciones artísticas a otras tierras y “Roma, una mirada” (Rom,Blicke: 1979). Tanta autocompasión burguesa de los artistas no se ha vuelto a imprimir. Quizás siempre he visto como un acto de obstinación, tanto como de liberación, el adelantarse al husmeador y no atribuirle menos importancia a las declaraciones colaterales vacías de contenidos, que a las obras significativas, aún cuando uno no se llame Warhola y no se acalore tanto por las cuentas erradas del precio del envase como Rolf Dieter Brinkmann lo pudo hacer. Yo soy la Queen del escenario marginal, siempre lo he sido, y una ferviente distraccionista. Visto de este modo Facebook me conviene, pero yo me inscribí por una sola razón aparentemente profana, aunque importante para mí. Yo quería ponerme en contacto con alguien, y la verdad no sabía cómo podía reanudar y mantener el contacto con esta persona. No había entre nosotros algo en común, que me pareciera suficientemente grande como para mantener un contacto casual. Y es que a veces uno simplemente no puede comunicarle a Houston su petición. Facebook era el “ground control” que hacía posible la participación y permitía que uno se enterara de algo. No es mucho más lo que yo quería de Facebook ¿y si he recibido más?. Si, claro, pero ese no era mi punto. Obviamente cometí todos los errores de un user de facebook que uno pueda cometer, acepté como amigos a todos los que de algún modo están asociados a mi trabajo, y hasta hoy no he logrado darle algún sentido de orden, no he armado listas, ni los he separado entre personas gratas y no gratas. Claro que sí me he vuelto más precavida con las peticiones de amistad, no demasiado precavida, pues, como dijo un buen amigo de la vida real, de la verdadera, al que veo muy poco, como a todos mis amigos, que veo tan poco desde que estoy viviendo tan a menudo en Sao Paulo: No risk, no fun. Y a mi me parece que de vez en cuando uno puede poner su libertad en peligro, para poder realmente sentirla con pasión. Precaución en sí nunca fue la mejor amiga de la libertad, esto cuenta también en facebook, pese a todos los justificados debates del parlamento alemán.

Traducción: Natalia Guzmán Díaz

 

 

2 comentarios sobre 'Facebook es mi „ground control“'

  1. Mario dice:

    Freiheit und Risiko ist das Eine aber seine privaten Daten an Konzerne zu verschwenden etwas anderes. Damit lehnt man sich nicht verspielt aus dem Fenster, anderen Menschen entgegen, sondern schaut in ein tiefes Loch in dem nichts menschliches jemals gewesen ist.

    SpanDeutsch (Natalia)

    Libertad y riesgo son una cosa, pero despilfarrar sus datos privados en los grandes consorcios es otra. Con eso uno no se está asomando juguetón a la ventana, hacia otras personas, sino que está mirando un hueco profundo en el que nunca hubo nada humano.

  2. Sabine Scho dice:

    Ich fürchte mich nur vor völlig anderen Dingen, als ein paar lausige Daten über mich, wo immer die auch liegen. Sonst schriebe ich auch nicht hier. Das liegt wohl auch daran, dass ich wo lebe, wo die Bedrohungen leicht ganz andere werden können und wenig virtuell sind. Da ist die Angst eines Tages in eine Knarre zu blicken berechtigter, als eine diffuse Missbrauchsfurcht von Daten. Da werden Handys und Kreditkarten geklont, da werden über Telefon Entführungen vorgegaukelt, aber ein paar Musikvideos und belanglose Postings interessieren keinen Menschen. Der Big Brother hat viele kriminelle Brüder und Dr. No muss seine Katze füttern, vor virtuell auktorialen Mächten kann ich bislang nicht erzittern. Vielleicht ist das ein Sport für Leute in gesicherteren Verhältnissen, mag sein.

    SpanDeutsch (Natalia)

    Yo le temo a cosas totalmente distintas que a un par de datos ridículos sobre mí, dónde sea que estén. De lo contrario no escribiría aquí. Esto se debe a que vivo, donde las amenazas simplemente pueden ser totalmente distintas y menos virtuales. Allí es el miedo de un día mirar directamente una pistola más justificado, que el difuso temor al abuso de información privada. Allí se clonean móviles y tarjetas de crédito, allí te hacen creer por teléfono que alguien esta secuestrado, pero un par de videos de música o postings irrelevantes no le interesan a nadie. El big brother tiene muchos hermanos criminales y Dr. No tiene que alimentar su gato, los poderes virtuales omniscientes no me han hecho hasta ahora temblar. Tal vez es ese un deporte para gente en condiciones con más seguridad, puede ser.