„Él era torpe y hambriento de vida, por eso no tenía una novia“ (Bolaño, 2666).
Ella tiene la sombra de la mano en la cara.
Ella saca fotos. Dispara por la zona.
Ella va en su bicicleta por la ciudad, medio rubia. Naturalmente lleva anteojos.
Un vistazo a la torre de la iglesia, para mirar la hora. A sus espaldas un coro de prisioneros aplaudiendo. Ella es una.
Quizá un poco entrada en carnes, la dama. La definiría como „redondeada“. Mi novia A. se quejaba : „redondeada“ era humillante, casi ofensivo. La palabra „compacta“ definía mucho mejor la estructura de su cuerpo.
No estoy de acuerdo. Yo lo negaba.
Ensalada con aderezo francés,
Retira la pierna. Él la atrae con todo su cuerpo.
La jeunesse dorée – la juventud dorada- se siente en las terrazas de los cafés y mantiene su piel perfecta bajo la luz. Yo ya no pertenezco a eso. A las personas lindas. Quizá nunca pertenecí a ellas. O que nunca antes habíamos acordado, todo lo contrario: entonces yo quería pertenecer, me consideraba algo mejor. Ahora conozco la inutilidad. Ahora, que físicamente no puedo competir, siento envidia y un deseo de integración.
Hoy soy famoso, mañana no más.
Todo lo que puedes hacer es sumar. Ella juega siempre a dejar una huella plana. ¿Podría por un momento permanecer inmóvil, para que pueda contemplarla como a una estrella de cine? No, no puede. Ella tiene que emprender alguna acción. Mira en su cartera en la que suena su celular.
¿Será así, como si soñaramos?
“ella terminó conmigo, porque no podía ayudarla físicamente”.
Él hombre con los pantalones militares poseía un formulario para pagar los impuestos.
Tácticas armas atómicas.
Él hombre con la corbata de media seda. Él se niega a dar cualquier respuesta. Él está siego por la óptica. Él la deja llegar a la superficie. Él todavía tiene que hacer algunas compras.
La otra le dieses a él, que eso no cuenta. Él no la ve. La casa que podría tener. Ella tiene razón y el se pregunta una y otra vez por qué es así.
Él mundo de ensueño es demasiado notorio.
Sus sueños son demasiado notorios.
Un cochecito de bebé lleno de ideas en una casa repleta de fidelidad.
Ahí de desarma el mundo.