Hace más de un siglo que la belleza, esa gran tirana, dejó de ser el concepto rector del arte: valores como “hermoso” o “feo” resultan inoperantes al momento de juzgar una obra. Sin embargo, en contraposición, la belleza (o más bien un concepto muy particular y restringido de belleza) se ha convertido en una norma social. Nuestros cuerpos padecen el yugo de una dictadura estética.
Por supuesto que siempre ha habido personas, que según los patrones culturales del momento, resultan más bellas que otras. Y por supuesto que dichos patrones culturales influyen en lo que una persona encuentra atractiva en otra. Pero también, tanto entonces como ahora, existen atracciones inexplicables, atracciones que desafían el concepto de belleza que se tiene y que algunos científicos han querido achacar a las feromonas. Sin embargo, lo que quiero decir es que, independientemente de que cada época tenga un canon de belleza, quizá nunca, como en este momento, ese canon había sido tan brutal. Como si en este momento ser bello fuese una obligación moral. Como si la belleza, al haber sido dejada de lado por los artistas, se hubiese convertido en una responsabilidad del resto de los ciudadanos.
Cada persona, parecería, tiene la obligación de ser tan bella como una escultura, pero no una escultura contemporánea, sino una de la Grecia clásica. Y la sociedad ha creado mecanismos de coerción. Un ejemplo: las tallas y modelos de la ropa que uno puede comprar en las tiendas. Tallas y modelos (cada vez más ajustados) que funcionan como una regla al que el propio cuerpo debe “ajustarse”. Lo contrario a la vieja idea de ir al sastre o a la costurera: allí el cuerpo dictaba sus propias medidas: ¡qué épocas de libertad! Ahora el cuerpo acata, como puede, medidas ajenas.
Estos últimos años se caracterizan también por la conquista de libertades individuales. Sin embargo, la moralidad se ha enmascarado de belleza. Como si no fuera un problema moral, sino estético, el derecho a ejercerlas. Como si solo los bellos tuvieran derecho a practicar su sexualidad: tal es la idea que parece refrendar el cine comercial y la pornografía convencional. Si un hombre, por ejemplo, siente predilección por las mujeres gordas del tipo de las venus paleolíticas, o por las señoras entradas en años, es decir, por mujeres fuera del canon de belleza actual que valora la esbeltez y la juventud, se convierte en una suerte de “desviado” y si quiere encontrar un video porno que le satisfaga tendrá que buscarlo en el apartado de filias. Sí, se desvía de la norma que dice que sólo ciertos cuerpos que reúnen determinadas cualidades estéticas pueden ser entendidos como deseables. Cuando en realidad cada cuerpo es un fascinante desvío de la norma.
Pero en vez de liberar nuestros cuerpos como el arte contemporáneo, queremos ser clásicos. Y al no poder cumplir con la norma estética preferimos, en un acto de buen gusto, quedarnos solos en casa mirando por televisión esos infomerciales sobre aparatos para hacer abdominales con los que se torturan los cuerpos que desviados de la norma insisten en intentar acatarla. Sólo para confirmar aquello que un querido amigo, Juan Carlos Bautista, escribió: “el único cuerpo para el que estamos capacitados para odiar con total encono es el propio cuerpo”.
Brillante, as usual. Imagino que la tarea seguirá siendo crear bellezas nuevas, recuperar bellezas perdidas, capturar bellezas furtivas…
ABrazo,
Alain
SpanDeusch (Barbara):
Brillant, as usual. Ich denke es wird die Aufgabe sein neue Schönheiten zu schaffen, verlorene Schönheiten wiederzuholen, heimliche Schönheiten einzufangen…
si, crecemos y aprendemos aplicadamente a odiar nuestros cuerpos. el cuerpo se ha convertido ahora en el perfecto mecanismo de control
SpanDeutsch (Barbara):
Ja, wir wachsen auf und lernen fleißig unseren Körper zu hassen. Der Körper ist heutzutage zu einem perfekten Kontrollmechanismus geworden.
Muchas gracias Alan y Valia. Coincido con sus comentarios. ¡Habría tanto que decir y hacer al respecto! Sin ir más lejos, hoy, al abrir la página de prodigy /msn (la del servidor de internet al que estoy inscrito) la nota principal es: “MANDAMIENTOS DE BELLEZA: Sálvate del infierno de la fealdad. 10 reglas para estar a la altura de las exigencias actuales”. De plano es ya de risa, pero lo lamentable es que lo dicen en serio.
Abrazos,
Luis Felipe
SpanDeutsch (Barbara):
Vielen Dank Alan und Valida für eure Kommentare. Es gäbe so viel zu diesem Thema zu sagen und zu tun! Aber ohne noch weiter zugehen: als ich heute die Site von prodigy/msn (der Internetserver bei dem ich bin) öffnete, kam als Schlagzeile: “GEBOTE DER SCHÖNHEIT: Hüte dich vor der Hölle der Hässlichkeit. 10 Regeln um den aktuellen Ansprüchen genügen zu können” Als Idee ist es lustig, aber bedauerlicherweise meinen sie es ernst.
“salvate del infierno de la fealdad” una no sabe si reir o llorar.
Una de las primeras peliculas de ALex de la Iglesia trata sobre la venganza de los feos en un mundo dominado por los bellos http://www.clubcultura.com/clubcine/clubcineastas/delaiglesia/obra_accion.htm
SpanDeutsch (Barbara):
“hüte dich vor der Hölle der Hässlichkeit” man weiß nicht ob man lachen oder weinen soll.
Einer der ersten Filme von Alex de la Iglesia handelt von der Rache der Hässlichen in einer Welt, die von Schönen regiert wird:
http://www.clubcultura.com/clubcine/clubcineastas/delaiglesia/obra_accion.htm
Clap, clap, clap.
Si, el cuerpo es un mecanismo de control: es tan grave el asunto que el médico norteamericano Steve Bratman creó el término “ortorexia”, que proviene de la palabra griega para “apetito correcto”… (ver libro publicado “Health Food Junkies”, del 2000). El libro fue un éxito editorial porque hay muchas personas que padecen de trastornos de salud debido a la adicción a comidas bajas en grasas y calorías…
SpanDeutsch (Barbara):
Ja, der Körper ist ein Kontrollmechanismus: und das ist so ein schwerwiegendes Thema, dass der nordamerikanische Arzt Steve Bratman den Ausdruck “Ortoexia” geprägt hat, der vom griechischen Wort für “korrekten Hunger” kommt … (zu finden in “Health Food Junkies”, von 2000). Das Buch war ein Kassenschlager, weil es so viele Menschen gibt, die unter gesundheitlichen Problemen leiden, die aus der Abhängigkeit von fett- und kalorienarmer Nahrung herführen.