Mi corazón es una tumba pero mi boca es un volcán

¿Cuál es el aspecto más importante en mi vida? ¿Trabajo, familia, activismos, participación, música, literatura? Podría responder: lo que más me importa son los demás. Pero no sería exacto. De ese universo, para ser sinceros, me interesa una muy diminuta porción: los poetas mexicanos y anexas. Aunque bien pensado, esa diminuta porción sigue siendo una muestra (no sé qué tan representativa) de aquello que llamamos “los demás”. Ahora bien, no se vaya a creer que me interesa su bienestar o algo así. Casi podría decirse que es justo lo contrario.

Esas personas me interesan profundamente pero como tema de conversación. Para decirlo de una buena vez: lo que más me interesa en este mundo es el chisme y, en particular, los chismes sobre poetas mexicanos contemporáneos. Ese es mi tema de especialidad y a eso dedico todo el tiempo que tengo disponible. Saber quién se acuesta con quién engañando a quién, en dónde, cómo, por qué, para qué, me produce una inmensa alegría. Descubrir el verdadero motivo de una pelea, una separación, una publicación, me reconforta. Entre más involucrados, más enredado esté el asunto en cuestión, y peores sentimientos haya, mucho mejor.

Por supuesto que para estar al día en cuanto a chismes literarios hay que frecuentar gente y pasar largas jornadas al teléfono, chateando, revisando facebook. Eso no supone ningún problema para mí: mis amigos son iguales de chismosos. En realidad, casi todo el gremio poético mexicano lo es. Hay quien dice que es un resabio de las primeras décadas del siglo pasado, cuando los escritores y artistas formaban parte, por lo general, de células comunistas y subversivas. Si te veían en un restaurante con un troskista eras rápidamente expulsado del Partido. Claro que ellos no se asumían como chismosos sino como informantes. En estos tiempos, como todo, el chisme se ha desideologizado y se vive únicamente como gozo.

A veces, por chismoso, me he metido en problemas. Pero no he podido evitarlo: si una amiga me contó un jugoso secreto, a la segunda copa lo suelto a cambio de otro jugoso secreto. ¡Es tan difícil la lealtad en el mundo literario! Como me dijo alguna vez otra amiga como aperitivo a un chisme que no debía pero tenía que contarme: “¡Mi corazón es una tumba pero mi boca es un volcán!”

Fue por intentar evitar en el futuro esos problemas que comencé a ir a terapia. Elegí un sicoanalista ortodoxo: diván, analista callado, paciente perorando. Mi sicoanalista, después de dos años de atenderme, es ya un experto en los ires, venires y decires del mundillo poético mexicano. A veces, cuando sospecho que se aburre en demasía o que está quedándose dormido, digo la palabra “mamá” (que tanto le gusta a los freudianos) sólo para despabilarlo y poder continuar con mi narración del chisme de la semana sabiendo que tengo su atención. Me resulta muy reconfortante saber que todo lo que le cuento quedará allí. Así no tengo que censurarme ni omitir el menor detalle de mis investigaciones.

Por supuesto que soy fan de Madame Sévigné, aquella cortesana que supo escribir como nadie un chisme insignificante al grado que siglos después sigue generando morbo y un incandescente curiosidad en su lector. Yo no aspiro a tanto, pero ciertamente lamento que la poesía y los poetas les interesen a tan pocos. De lo contrario podría realizar mi sueño: conducir un programa televisivo sobre chismes poéticos como aquellos dedicados al mundo del espectáculo. ¡Pasiones, amoríos, traición, sobredosis de drogas, premios literarios corruptos, plagios escandalosos, relaciones inconfesables, todo salpicado de citas literarias!

3 comentarios sobre 'Mi corazón es una tumba pero mi boca es un volcán'

  1. maria dice:

    ah ja, ja! qué bueno, creo que este año andaré por el D.F. me encantaría tomarme unos vinos con vos (o unos tequilas) y enredarnos en una buena discusión!!!! Me reí mucho con tu texto, me hizo recordar ciertas tramillas que se tejen en el mundillo poético… justamente en estos días me vi enredada en una!!

    SpanDeutsch (Barbara):

    Ha, ha, ha, wie großartig! Ich denke, dass ich dieses Jahr noch in Mexiko Stadt vorbei komme und ich würde sehr gerne mit dir ein paar Gläser Wein ( oder Tequila) trinken und mich mit dir in einer guten Diskussion verstricken!!! Ich musste bei deinem Text sehr viel lachen, er hat mich an verschiedene Dramachen erinnert, die in der kleinen Welt der Poeten so gesponnen werden… gerade eben erst war ich in einem verstrickt!!

  2. Tilsa Otta dice:

    muy bueno! yo vería tu programa. al menos para el público de este blog podría funcionar.
    es cierto que no percibo esa vocación por la comidilla entre mis amigos músicos y pintores. será que los poetas somos más envidiosos y argolleros? oh no quiero pensar en eso, además no puedo pagar un terapeuta ahora.

    maría, siguiendo el hilo de la trama deberías narrar tu enredo…

    SpanDeutsch (Barbara):

    Sehr gut! Ich würde mir deine Show ansehen. Zumindest bei den Lesern dieses Blogs hätte es Erfolg. Es stimmt schon, dass ich die Neigung zu dieser Lieblingsbeschäftigung bei meinen Freunden, die Musiker oder Künstler sind, nicht verspüre – kann es sein, dass wir Poeten einfach wesentlich neidischer und penetrant neugieriger sind? Oh nein, darüber will ich lieber nicht nachdenken, außerdem kann ich mir gerade keinen Therapeuten leisten!

    María, wenn man den Faden des Dramas weiterspinnt, solltest du deinen Klatsch erzählen…

  3. Luis Felipe Fabre dice:

    Queridas María y Tilsa:

    Sí: ¡basta ya de localismos! Debemos internacionalizar (o, al menos, superdemokratizar) los chismes de mundillo poético: nostros tres podemos ser el inicio de esa revolución, así es que me sumo a la propuesta de Tilsa para que María nos suelte la sopa de ese enredo que tanto me intriga ya… Jeje… Aunque sea un pequeño adelanto, María, por favor: ya el resto me lo cuentas con unos tequilas cuando vengas…

    Abrazos a las dos,
    Luis Felipe

    SpanDeutsch (Barbara):

    Liebe María und Tilsa:
    Genau: Genug mit dem Lokalismus! Wir sollten den Klatsch der kleinen Welt der Poesie internationalisieren (oder wenigstens superdemokratisieren): wir drei könnten der Beginn dieser Revolution sein. In diesem Sinne schließe ich mich Tilsas Vorschlag an: María soll uns diese Suppe der Intrigen, in der ich gänzlich schwimme, jetzt erzählen…Haha…Und obwohl es etwas vorgegriffen sein mag: María, bitte erzähl mir den Rest bei ein paar Tequilas, wenn du her kommst.
    Eine Umarmung für Beide!