I
Tu presencia es fugaz
te quedas poco
desapareces en medio de la tarde
en plena ducha
con una bolsa de tela
y la prisa dibujada en el arco de tus piernas
Esa última llamada telefónica
suele resultar tan triste
tan vacía y pesada
tan real
que produce espanto
me produce espanto
y me espanto
Saber que algo termina
que hemos sido pasajeros de
una historia que se quiebra
corazón de piedra fría y con grietas
mirada hueca y boca negra
tus huesos
que me acarician
anticipando el fin
conocen lo que dice este silencio
todas las preguntas que quiero hacerte
y no me atrevo
II
Quiero hacerte creer.
Eso es el amor, después de todo
a pesar de tus muecas
de tu grotesca cursilería
de tus interiores con huecos
esta aventura triste reparó
en una conexión sin esfuerzos.
Quítame las manos de encima
y vuela como un Cadillac
como un Pontiac
como un carro demoníaco y remoto
disfrazado de Pegaso
deja de pensar
de desvanecerte
toma de mí la presunción y el rencor
sé una rata maloliente
y corre
corre lejos
como un Ferrari
como un prófugo sin gracia ni suerte
corre lejos
conmigo
hasta que no te vean más nunca
ni la sombra de la luz de tus deseos
III
Eres la última posibilidad de mis pasiones dignas
lo que quiere decir que existes
pero apenas como una fuga cobarde que dibuja sombras en el agua
sabemos lo que ocurre:
un objeto a velocidad lumínica
choca contra una piedra gigante y estalla
eso es la fuerza según la física
nosotros haciendo el amor
la piscina está vacía
tu reflejo también
la piscina está vacía pero no importa
porque adentro arde una fiesta
somos dos fantasmas y lo sabemos
tú eres el rasgo genuino de mi mal carcater
y yo
apenas
una venganza evidente
IV
Eléctricamente
el viento se pega a tu pelo
y tu memoria te obliga a parir
como si fueras mujer
a parirme a mí
en otra ciudad
en el desayuno
de una casa para tres
que no habitaremos nunca
V
También busqué el aliento extraviado entre las cajas
la movilidad y el perdón tenían un número
el último
el deseo y mis adicciones iban en todas
esparcidas en cada pedazo de cartón
libros
papeles
revistas
la misma ropa pasada de moda
media botella de ron amarillo
mi único contrabando
promesas reconstruidas en clave de la poética-ranchera
Creo que nunca volví a recuperarlo
pero actualmente sería capaz de
balancearme en el vacío
sin necesidad de maldecirte