Mères et filles

Filmhuis Zevenaar, Maandag 19 Juli 2010. Foto: René Hamann

Un actor desempleado. En una película francesa con subtitulos en holandés. Un cine. Con pausas para tomar el te. Para cambiar los roles. El amor. Todos los días carne. La historia, cómo se conocieron. En una discoteca. Al despedirse él le preguntó, si podía volver a verla. Si, por qué no, dijo ella y empezó a contarle como estaba, cuál era su situación. Seguía casada, pero su marido se había mudado, tenían un hija en común. El tipo le había sido infiel muchas veces, a menudo, siempre con distintas mujeres. Había empezado a fumar por frustración. Ella quería saber como él volvería a casa. Estoy aquí con el Bully, respondió él, un bus VW remodelado. Primero iba a tumbarse a dormir ahí y manana, cuando se le hubiera pasado la borrachera conduciría de vuelta a casa. Ella sonrió y a la mañana siguiente apareció delante del Bully con el desayuno. Lo despertó a golpes. Esto lo sorprendió. Después rebuscó su departamento a la pesca de cosas de otras mujeres, también juguetes, señales de algún hijo, pero no pudo encontrar nada. Eso la sorprendió. Él era un solterón, empezando los cuarenta, sin hijos, él mismo hijo de padres divorciados, como ella. Como yo también. Quizá los hijos de padres divorciados deberíamos permanecer entre nosotros, quizá entonces funcione.

Aunque me pareció extraño tener que oír su historia, nada más conocerla y que pocas horas después haya aparecido con el desayuno, eso podía ser atento incluso romántico, pero tambien alarmante. Todos los días carne. Hay que comer todos los días, ahí nadie habla de dependencia, pero querer hacer el amor todos los días cuenta pronto como adicción. No que yo sea un adicto, no, no. Yo soy adicto a la nicotina, a lo sumo. Fumé mi primer cigarrillo casi con 18 cumplidos.

En cualquier caso un romance es un romance y siempre se empiezan romances solamente. You wanna fuck her, make her love you, le dijo el padre a su hijo en The Sopranos. Un actor desempleado. En la película francesa se veía como la hija pescaba al camarero de un pequeño restaurante. Todos los días carne, por una noche. Pensé si esa desgarradura no se trataba simplemente de un giro dramático, como el asesinato de la abuela al final. Una película, un libro, la acción no puede desarrollarse sin una muerte o una escena de amor, imposible. Podrida por las películas, yo pensaba que también la vida era así o que debía serlo. Sigo creyendo en eso, pienso que debí haberme casado con una francesa, como la de aquél film en el que el camarero es preguntado por el amor si está casado, si tiene una Mac. No, no. Esa escena es única. Naturalmente ella está embarazada.

hasta ahora 1 comentario sobre 'Mères et filles'

  1. Sabine Scho dice:

    Lieber René,

    der Film kommt mir bekannt vor. Ich dachte immer, als süchtig gilt, wer seiner Suchtbefriedigung alles andere opfert? Täglicher Sex ist hingegen neben Arbeit, Familie und Fernsehen meist problemlos zu bewerkstelligen, wenn man nicht ganz ausgefallene Wünsche hegt, denke ich.
    Das unter sich bleiben, egal ob Neonazis oder Scheidungskinder oder Kleintierzüchter, hat noch nie wirklich richtig gut geklappt, oder? Die Mauer der Untersichbleibensoller und -woller fiel ja schlussendlich auch vor lauter Untersichbleibungsüberdruss! Was will man sich denn auch noch mit den gleichen Problemen anderer Menschen belasten, dann doch lieber überraschend andere Probleme überraschend anderer Menschen, oder?

    Bestes

    Sabine