Jörg Sundermeier es uno de los editores del Verbrecher Verlag y organiza el día de hoy a las 3 pm en el pabellón 4.1., D 129 una charla con editoriales independientes de Alemania y Argentina sobre las posibilidades de hacer Hotlist de los dos países.
Para un pueblerino como yo, la Feria del Libro de Francfort es algo de gran importancia. Nací en Gütersloh. En Alemania occidental, en una región nada espectacular. Casi nadie conoce Gütersloh. Pero en la industria del libro, sin embargo, los y las colegas hacen un gesto de aprobación con la cabeza cuando escuchan el nombre de la ciudad, pues en Gütersloh está situada la central del poderoso consorcio Bertelsmann. Mas no es así que de dicho consorcio se proyecte algo sofisticado hacia afuera. Por lo menos no hacia Gütersloh. Esta ciudad queda en la mitad de la nada, es fácilmente abarcable. Hace algunos años vivo en Berlín, pero aun Berlín es abarcable. Berlín se formó de muchas pequeñas ciudades y pueblos, y su estructura básica aún se ha mantenido. Hay gente que no sale nunca de sus barrios, Spandau o Friedrichshain. El Berlín de hoy es todo, menos una gran ciudad vibrante. Berlín es una metrópoli, pero en realidad todavía no es urbana.
La Feria del Libro de Francfort es, en cambio, totalmente inaprensible. Sobre todo para un pueblerino de ciudad como lo soy yo. La Feria del Libro de Francfort es internacional, muy internacional, y eso se siente hasta en los rincones en donde se encuentran afiladas las editoriales alemanas. Qué tan internacional es esta feria, lo he empezado a notar de nuevo en los últimos días. Pues cuando el año pasado nosotros, un grupo de editoriales pequeñas de Alemania, Austria y Suiza, publicamos la “Hotlist de las editoriales independientes” para oponer algo a todas las listas en las que casi exclusivamente se encuentran productos de las grandes editoriales, ahí todavía no podíamos presentir que encontraríamos imitadores en otros países. En nuestra “Hotlist” presentamos los Best of de nuestras producciones literarias – obstinadas, no comprometidas con ningún género, confusas, fascinantes. Por consiguiente, las reacciones fueron declinatorias o aprobatorias, pero nunca indiferentes. Esto nos dio por otra parte el valor para convocar de nuevo este año una “Hotlist”. A pesar de todo nunca habríamos contado con que tuviésemos imitadores, y mucho menos habríamos sospechado que precisamente los pequeños editores y editoras de Argentina, el país invitado – quienes se integraron en el grupo Alianza de Editores Independientes de la Argentina (EDINAR) -, tomaran la idea de la “Hotlist” y la hicieran fructífera para sí. Pero el editor Guido Indij vio nuestra “Hotlist” el año pasado en la feria del libro y se llevó la idea a Latinoamérica. Así entonces, Alemania tiene este año una “Hotlist independiente”, y Argentina también – la lista de Argentina también es una lista salvaje en la que la ficción está junto a los ensayos, los clásicos junto a los aún muy jóvenes newcomers. De esa manera uno quiere con todo gusto servir de modelo. Bonito es esto. Internacional es esto. Yo tuve que aprender: el mundo de la literatura es transfronterizo, que es muy, pero muy grande. Más grande que Gütersloh. Más grande que Berlín. Más grande que Alemania. Y más grande que los países de habla alemana juntos. Para mí, viejo pueblerino, significa esto, no hay otro modo de decirlo: El mundo.
La lista argentina: http://www.edinar.com.ar/hotlist.htm
La lista alemana: http://www.hotlist2010.de/page
Traducción:
Adriana Redondo