STOP AND THINK
http://www.youtube.com/watch?v=Dc6ZEa_8scM
1.1 ¿Le interesa ser una persona buena?
1.2 ¿Por qué no?
1.3 ¿En caso de que sí se interese por ello:
a) ¿Tiene usted los medios para serlo?
b) ¿Tiene usted la fuerza para serlo?
c) ¿Esta usted rodeado de personas que puedan valorar esto?
2. ¿Qué cree usted que va a caracterizar a una “persona buena” en el próximo siglo?
Que usamos los tesoros del globo sin valorarlos, no es nada nuevo. Muchos dicen que hacerlo de otro modo no es posible. Tampoco es nuevo que las epidemias y las bacterias son nuestro enemigo número uno, pues persiguen un único objetivo: la explotación de nuestro cuerpo en pro de su propia reproducción. Tampoco es nuevo que el agua, el alimento básico más importante, se ha convertido en un producto con plusvalía alrededor del mundo. Ya a nadie le sorprende que haya lobbys por la acumulación de capital. Con alta probabilidad esta nota no le va a llegar a nadie que se dedica a la acumulación de capital. En sus condiciones burguesas el Yo no se detiene a pensar, no se puede hacer mucho más, pues las vicisitudes de la propia vida son ya suficientemente dispendiosas. Yo misma me detengo y no pienso, como nos toca a todos, y así armamos un grupo de fantasmas, cuyos miembros van en la misma dirección, escuchando únicamente sus propios pasos, un grupo, en el que nadie tiene que ser solidario con el otro porque ninguno eligió ser parte de él. ¿Será que uno solo se percata de lo que no se le pueden escapar? ¿Quiénes son las víctimas del capitalismo, tal y como lo estamos viviendo hoy en día? ¿Es el sin techo o el manager que de modos distintos pero similares están socialmente aislados? ¿En qué se diferencian? Si dejamos de lado el tema de la responsabilidad, que supuestamente no es la misma para los dos, definitivamente no es el abuso de drogas de alto o bajo precio lo que los diferencia.
¿Cómo queremos vivir y qué significa en realidad una vida de éxito?
El concepto del „buen hombre“* (que no se sabe si viene de los nazis o de Horkheimer, lo que dice mucho de su superfluidad) vuelve a aparecer, a veces más controversial, a veces más radical, pero donde sea que caiga, siempre cae mal.
¿No se practica la economía, la política y la ciencia por voluntad humana? ¿No eran, y son, las necesidades de los unos y de su pueblo el motor de todo? Hannah Arendt escribe a propósito del proceso contra Eichmann sobre la „banalidad del mal“ (hay una entrevista con Joachim Fest que se puede leer en alemán). Reflexionando sobre eso: ¿es de hecho esotérico creer que hay algo diabólico en el fondo de todas las maniobras políticas/económicas/públicas? ¿en los sistemas funcionales se cometen errores (caída de la banca, envenenamientos masivos, producción de energía atómica) sólo por falta de cálculo, de responsabilidad, de comunicación?
El suelo que piso esta contaminado de pasado, de las buenas intenciones, siempre planteadas y replanteadas de modos convenientemente distintos por el “buen hombre“ del pasado. Solo espero que la casa en la que me toca vivir, no esté construida sobre un proyectil sin estallar de la segunda guerra mundial. Me alegra que la guerra en Alemania haya pasado hace rato y que mi abuelo nazi (por el lado paterno) ya esta muerto y que mi bisabuela judía (por el lado materno) haya muerto antes de Hitler por muerte natural. Me alegra no vivir en Serbia y desear una caminata en el bosque: las minas del suelo podrían destrozar mi cuerpo, el sol de la mañana seguiría brillando, los pájaros se acomodarían de nuevo en su rama. Me alegra no vivir en China, en donde tendría problemas por escribir este artículo, me alegra no sufrir de mutilación genital en África y me alegra no tener que usar burka.
Mis esperanzas son a la europea: que el pesticida del hilo de la ropa que tengo puesta, no me conceda un día un cáncer que me vuelva inútil, y me lleve a ser una carga para lo fondos de otras personas, de la sociedad. Yo intento convencer a mi vecino desempleado, que le grita todo el tiempo a su hijo, de que ir a las urnas a votar puede cambiar algo; yo espero, que la gente alrededor del mundo sienta el llamado por el humanismo y no por las ideologías.
¿Cuál será „el bien“ del futuro, qué será lo „bueno, bello y verdadero“, si la estética y el saber cambian constantemente? ¿será “lo bueno” aquello que en el siglo 22 no va a requerir de control alguno?, ¿será aquello que no representa una amenaza (para nadie)?. ¿Qué información nos falta hoy, para poder identificar el bien duradero, para reconocerlo como tal y para poder ponerlo en práctica? Sin detenerse no es posible pensar — (Hannah Arendt). ¿Estamos libres de culpa a pesar de nuestra complicidad? Sabemos del peligro de un accidente nuclear o de la agroindustria masiva o de los plásticos en el mar. Me dieron la ilusión de que el individuo podría cambiar algo, ya es tiempo de asumir la responsabilidad y convertir esta ilusión en realidad. La idea de la ilustración: La enseñanza del bien a la humanidad, no se puede poner en práctica bajo el abuso de las relaciones de poder.
Espero, por el bien de nuestros seguidores, que alguno de los que yo elijo, lo haga bien. Espero que su visión sea por el bien de la humanidad, y que eso me permita un buen manejo en el mañana. Si tuviera el dinero suficiente, sería hoy mismo una “persona buena” ejemplar: Le construiría una central solar a mi casa, ya de por sí no contaminante, compraría el primer carro eléctrico y solamente compraría productos orgánicos, porque la agroindustria masiva me parece asquerosa, contrataría un cocinero vegetariano y encargaría a los mejores profesores para mis 10 hijos; yo misma me dedicaría a aprender cosas permanentemente por el bien de mis interlocutores, financiaría la escritura de libros y la investigación para crear sistemas que mejoren el mundo, y lo intentaría yo misma, si tuviera el dinero suficiente,
podría ser un mejor ser humano.
*Nota de traducción: Gutmenschentum: concepto que describe a las personas que hacen el bien. Según el uso (común o filosófico) y el contexto se puede interpretar como algo positivo, personas con valores morales; o también con una denotación negativa, personas extremadamente moralistas, pero de las que se sospecha un juego de doble moral. El „buen hombre“ se debe entender en este contexto con ironía. Se contrapone a „persona buena“ para denotar los dos sentidos.
Traducción: Natalia Guzmán Díaz