Estoy sin depilar

Pedro Mairal nació en Buenos Aires en 1970, sus libros  han sido traducidos y editados en Francia, Italia, España, Portugal, Polonia y Alemania. En 2007 fue incluido, por el jurado de Bogotá39, entre los mejores escritores jóvenes latinoamericanos.

„Cómo decía Borges: uno es fatalmente argentino. Uno no puede evitar ser argentino, no puede evitar ser latinoamericano. No puede evitar ser para los europeos exótico. No hay que intentar serlo, tampoco hay que evitar serlo. De la política y la historia me interesa mucho como repercuten en la intimidad. Cómo repercuten en la conciencia, sobre el cuerpo.

Me interesa la política, cuando las decisiones terminan teniendo una consecuencia en el cuerpo de alguien. Por ejemplo, hay un relato sobre una mujer a la que torturaron. La bajaron a un sótano, la metieron en un calabozo y le dijeron: desnúdate. Ella sabía que la iban a torturar, pero en lo primero en lo que pensó cuando le dijeron que se desnude fue: Estoy sin depilar. Ese pequeño pliegue del pensamiento, ese momento de intimidad en el que el pudor es más fuerte que cualquier cosa, es donde me parece que entra la narrativa. No tanto en lo macro político, como en lo micro. En esa pequeña intimidad, cómo las decisiones políticas terminan repercutiendo en la conciencia , en el cuerpo y ocasionan una desesperación personal. Yo siempre me estoy escapando de tener que definirme políticamente. Eso es lo mas coherente con mi forma de ser. No tengo clara una postura política. Depende mucho del estado de humor con el que me levanté en la mañana y ademas no me siento representado políticamente por ningún partido en este momento en la Argentina. Siento mucha desilusión en ese sentido.
Yo me crié en la libertad personal de la democracia, esa es la cultura que me formó y el peligro de mi generación es que la demos por sentada. Cuando tenemos que recordar que es algo que se logro, que se logró obtener y ahí yo creo que sí, que yo personalmente tengo una deuda que consiste en concienciar sobre el tema.
De la feria sólo vi dos pabellones, parecen muchas ferias juntas, es monstruosa, enorme, inabarcable. Jamás había estado en una Feria del Libro tan grande. Voy a tratar de ver todo lo posible, pero sé que es imposible verla completamente“.

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