Oscar Bin Laden

„Usted no puede trabajar más aquí. Son ordenes de arriba“, le dijo señora. „¿Hice algo malo?“ le preguntó él. „No, su barba tiene la culpa", le dijo la mujer. "Los inspectores opinan que ustéd se ve como Osama Bin Laden.“

Si en este momento el tema de nuestros textos es el „cuerpo“, pienso también en personas que son discriminadas por su apariencia física. Quizás el caso más curioso con cúal me he cruzado es el de Oscar Brufani, un camionero argentino, al que nunca se le habría ocurrido que la paranoia ante posibles ataques del terrorismo internacional, podría cambiar su vida. Él sólo transportaba papas fritas.

Sin embargo su barba se convirtió en una perdición. Sólo se había afeitado tres veces en la vida. La primera vez fue cuando cumplió 18, para su foto en el pasaporte. La segunda, cuando estaba alistándose para el servicio militar y todavía se arrepiente de la tercera. Lo hizo porque se lo pidió su mujer. A ella le gustó la cara sin barba de su marido, pero las tres hijas pequeñas salieron huyendo. No podían reconocer al hombre del mentón desnudo. Nunca más, juró Brufani, volvería a cortarse la barba. Todas las mañanas la lava con champú y cuando va al trabajo se la guarda en la camisa, como otros meten la corbata en el chaleco.

Durante años se había dedicado a llevar con papas fritas los supermercados en el sur de Buenos Aires, nunca tuvo ningún problema. Pero un día cuando había terminado una descarga en Wal-Mart, la jefa de la filial le pidió que esperara. Había hablado con dos controladores, recién llegados de los Estados Unidos. A Brufani ya, mientras descargaba su mercadería, le habían llamado la atención los hombres con traje. Habían estado mirandolo, comentando algo en voz baja.

Brufani recuerda la charla con la jefa de la filial: „Usted no puede trabajar más aquí. Son ordenes de arriba, le dijo la señora. “¿Hice algo malo?” preguntó él. “No, su barba tiene le culpa”, le dijo la mujer. „los inspectores opinan que usted se ve como Osama Bin Laden.“

Los americanos están locos, pensó Brufani. ¿De verdad creen que Osama Bin Laden repartiría papas fritas? Pero al día siguiente los guardias de seguridad le negaron el paso. Brufani no entendía. Él es argentino, hijo de inmigrantes italianos, en su living está colgada una cruz.

Brufani seguía transportando papas fritas, les llevaba a los clientes de costumbre, solo la puertas de Wal-Mart en La Plata permanecen cerradas. Para Brufani eso significaba una catástrofe, „tengo que abastecer a Wal-Mart, sino estoy fuera“ se dijo. Así que empezó a pagarle a un chófer para que se haga cargo de conducir los pocos metros dentro del patio de la planta del supermercado, luego decidió contratar a un abogado. Este primero tuvo que averiguar si la compañia incumplía alguna norma. ¿Será un delito decidir que uno no quiere ser abastecido por un hombre, afirmando que esta persona que tiene pinta de top terrorista? La ley anti discriminación no se ocupa de ese tipo de casos. La cosa hubiera sido fácil si Brufani estuviera discriminado por motivos religiosos o racistas, y no por una simple barba. La demanda de Brufani sería infundada, respondió lapidariamente una declaración de la compañia.

Brufani nunca intentó comprar en el supermercado Wal-Mart, se fue con la competencia. Ahí fue bienvenido. Una vez hasta lo saludó una directiva. Lo había visto cuando estaba en la caja, pagando sus compras. „Pude observarlo por la cámara de vigilancia“, le dijo la mujer. „¿No le gustaría trabajar para nosotros, como Papa Noel?”

Traducción Rery Maldonado Galarza

hasta ahora 1 comentario sobre 'Oscar Bin Laden'

  1. tilsa dice:

    la diferencia más obvia es que, a diferencia de osama bin laden y papa noel, brufani tenía un trabajo real