Imagen para mostrar

Encuentros casuales con extraños casuales en una cabina pública, mis amigas de secundaria exploraban las insondables posibilidades de internet, mientras yo copiaba poemas de la red a un cuaderno azul. Mentir era la primera fantasía pero la gracia no duraba mucho, decirle a alguien que eras un celador gordo comiendo maní confitado en una cárcel de máxima seguridad aburrido a medianoche porque nunca pasa nada y ni siquiera puedes conversar con los presidiarios, concentrados en sus laptops coordinando nuevos crímenes por el hi5. O decirle a un posible hombre que eras una rubia disléxica con medidas de infarto que prometió llegar virgen al matrimonio pero sólo por esa noche decidió mandar todo al diablo y revolcarse con un usuario de latinchat. Libertad relativa. Es igual a caminar desnudo por tu casa apenas te mudas solo, hasta que te resfrías o algo peor. Consultas de inmediato con medicinplus.com constatando síntomas y terminas resolviendo pruebas gratuitas de bipolaridad sólo por curiosidad o coleccionando parafilias insólitas para armar un relato.

Alguna vez registrarse fue motivo de recelo: ¿Mis datos personales? ¿Escribo mis dos apellidos, ambos teléfonos, ambas orientaciones sexuales, mi dirección completa? ¿Quién está ahí atrás? ¿Hay un dios en el ciberespacio o meros operadores? Luego descubres que existe una serpiente binaria reptando por todas las computadoras del mundo integrando nuestras peculiaridades a una base de datos gigantesca, pero no es nada personal.

De niña contemplaba la foto de Rimbaud en plano medio. “Yo también quiero morir y que perdure de mí un solo retrato sucio hallado en un libro carcomido por lepismas letrados, así mis futuros lectores examinarán mi foto cual estampita de santo.” El advenimiento de la cámara digital terminó de sepultar mis pueriles sueños paganos. “¡Para el recuerdo, para el recuerdo!”. Y así se suceden 10, 90, 450 fotografías de momentos no necesariamente históricos, pero puedo desetiquetarme. No hago el símbolo de amor y paz ni saco la lengua. Pierdes el derecho sobre tu imagen, la serpiente binaria ha escaneado tu sombra y la ha subido al árbol del conocimiento superficial. Es confuso. Mi amiga más anacoreta es activa miembro de un foro de BDSM, un niño sedado por el dentista es evento mundial, tanta información prescindible que te aconsejan reenviar a los que amas para alegrar sus días

Es fines del 2010. La tecnología subyace en el corazón del ser humano, el paisaje es una pantalla verde de croma. Parece que podemos estar en cualquier lugar, el jet lag desaparece con banda ancha. Esa señora puede operarse para lucir como Brangelina. Afirman que Woody Allen tuvo que repetir más de 30 veces un plano donde Carla Bruni sólo tenía que caminar; un mes después la primera dama francesa es llamada perra por defender a una mujer iraní condenada a morir lapidada por infidelidad. Lady Gaga es la artista más exitosa del universo y representa a aquellos que siempre se (nos) sintieron anormales. Uno de los peruanos más destacados en el exterior, el fotógrafo Mario Testino, acompañado de Kate Moss inaugura en Lima una muestra de retratos enarbolando el lema “Que difícil debe ser no ser peruano”. También se pone de moda la camiseta que dice “Qué difícil debe ser no ser Testino”. Todos dicen que se acaba el mundo pero siguen descargando archivos. Hay gente que saluda con un link. Hay muchos artistas sudamericanos en Madrid y Berlín. Hay en Cobra una bailarina napolitana de ascendencia austríaca nacida en Puerto Rico y procedente de Caracas, gracias a un escritor cubano radicado en Paris. Un presidente peruano renuncia en Japón y apelando a su doble nacionalidad retrasa cinco años su extradición, ¿es un ejemplo de globalización?

El jet set desaparece con la banda ancha, es difícil guardar secretos en la aldea global. Herramienta sensacional para establecer contactos, espléndidas colaboraciones, amistades entrañables. Hasta que lo más natural es quejarse y desvariar públicamente, recomendar remedios caseros y poetas y amar en altavoz. Difundir lo que haces y las causas que apoyas. Me dejo llevar por los tiempos y soy una buena ciudadana virtual, cada noche boto el spam, pero secretamente guardo la certeza de que mi imagen me pertenece.

Es agosto del 2010 cuando hago un fanzine absurdo donde incluyo una foto mía desnuda en baja resolución, saco 20 fotocopias y las reparto en una pequeña feria.

3 comentarios sobre 'Imagen para mostrar'

  1. Luis Felipe Fabre dice:

    Sí, la foto de Rimbaud como estampita de un santo. Te confieso que en mi casa le hice un altar a Rimabud: una postal con ese óvalo “más conocido que el lienzo de la Verónica” (Michon dixit) y una veladora…

    Spandeutsch (Marcela):

    „Ja, das Foto von Rimbaud ist wie ein Heiligenbildchen. Ich gestehe, dass ich ihm bei mir zu Hause einen Altar errichtet habe: eine Postkarte mit diesem Oval, das „bekannter ist als das Leinentuch der Veronika“ (Michon dixit) und einer Kerze…“

  2. tilsa dice:

    hermoso! espero que le hayas tomado una foto.

    (y gracias por leer)

    Spandeutsch (Marcela):

    „Herrlich! Ich hoffe, du hast es fotografiert.
    (und danke für’s Lesen)“

  3. maria dice:

    yo hice un stencil con su foto y lo estampé en una remera roja, como si fuera la cara del che! je!