Zeit – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 Sin tiempo para teorías http://superdemokraticos.com/es/themen/literarischer-aktivismus/keine-zeit-fur-theorie/ Tue, 20 Dec 2011 08:02:21 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=6236

¡Ay! Soy una mujer desempleada, de clase media sin tiempo para teorías.

(c) Clara Lagos

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¡Escuchemos a Haydn! http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/horen-wir-haydn/ Mon, 03 Oct 2011 06:19:20 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=5198 A un amigo que hace poco moderó un evento, donde estaba presente tout Berlín, le preguntaron reiteradamente por la persona que escribe sus ponencias. Aparentemente es usual, en círculos de alto rango, externalizar el intelecto. Están, por un lado, los representantes que personifican el pensamiento de otro y, por otro lado, aquellos que bien se les paga por pensar, pero no por representar. Eso significa que uno de los roles de los intelectuales es no tener un cuerpo público.

El rol de los intelectuales es leer mucho. Claro que: el intelectual también (y ante todo) debe escuchar radio. Y leer muchos periódicos. Por estas dos cosas no le pagan. El intelectual tiene que ir a cine. Hoy gané dinero por entregar la descripción de las especificaciones gráficas de un blog que la emisora, que tuvo la amabilidad de ofrecerme un contrato relevante para mi seguridad social, quiere gestionar a partir del 17 de octubre. Llegué al atardecer a casa y reservé los puestos de avión y de tren, le di a las instituciones que me invitaron, la información sobre los costos previstos para mi presentación y mi viaje, intenté calcular una ruta económica para poder leer el lunes por la noche en Munich por 300 Euros, el martes poder trabajar en la emisora en Berlín desde las 10 de la mañana y el miércoles en Espira a las 11 a.m.  decidir junto con un jurado sobre el ganador de un premio, para luego el jueves estar de nuevo a las 10 de la mañana en la emisora. Metí nuestro nuevo libro en un sobre y le pedí a una amiga traductora que hiciera la presentación del mismo, estoy frente a la duda de si dicto un seminario de 4 horas, que había cancelado a causa de los bajos honorarios, pues quienes me invitaron me aseguraron que podría hablar únicamente por una hora y media, yo tengo absolutamente claro que el problema es el tiempo, desde hace semanas no tengo tiempo, desde hace semanas cancelo textos que había prometido, porque me asusta la perspectiva de que los textos hechos de prisa, se queden colgados en la red por más tiempo que mi vida misma (a no ser que el servidor estire la pata). Yo no soporto la supresión del núcleo temporal de las afirmaciones (ver el artículo de Adorno sobre el ensayo), que hace de la disponibilidad general, sólo una presunta abundancia. Estoy en contra. Ya he dicho públicamente en repetidas ocasiones que abogo por una red olvidadiza. Más sobre la palabra clave: El terror de la simultaneidad. Cito a continuación mis notas de una mesa redonda, dirigida por Klaus Heinrich y Urs Jaeggi en septiembre en Literaturhaus Berlin (La Casa de la Literatura en Berlín). La labor del artista consiste en defenderse a sí mismo y a la sociedad de la intemporalidad y la inespacialidad, sobre todo en la era digital. ¡El análisis necesita de la distancia! No se puede llevar a cabo un análisis en la simultaneidad de los eventos. Siguiendo con Heinrich/Jaeggi: la simultaneidad del todo es una promesa mítica, una forma de la mística del mercado (tener todo siempre, cuasi orquestralmente). Ergo una mística útil para el mercado. Aferrarse al tiempo y al espacio en las artes es la gran empresa vital en la que todos tenemos que participar, y, como lo dijo Klaus Heinrich, que por favor tenga tanto éxito como sea posible. (¡aplausos!) ¡Mientras sigamos siendo animales! ¡dijo Klaus Heinrich!. Quiero apoyar esto, a cada momento. Y entretanto: ¡¡¡ESCUCHEMOS A HAYDN!!!

 

Traducción: Natalia Guzmán Díaz

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Paraísos perdidos http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/verlorene-paradiese/ http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/verlorene-paradiese/#comments Fri, 09 Jul 2010 16:26:20 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=444 Porque ya sabía yo lo que iba a sucederme, intenté posponer lo más posible las páginas finales. Pero anoche no pude más y terminé de leer El arpa de hierba de Truman Capote. Siempre me pasa lo mismo: cada vez que termino de leer una novela (o de ver alguna de las miniseries que se han vuelto mi perdición) me sobreviene una suerte de melancolía. Tampoco se trata de ponerme dramático: es una vaga sensación de vacío que se me quita en cuanto lavo los trastes de la cena o suena el teléfono.

Pero esa vaga sensación de pérdida viene a cuento aquí porque el fin del relato me arroja a un presente que por un momento descubro sin sentido. Digamos que el tiempo de la narración es un tiempo histórico: avanza, va hacia adelante. Así, cada vez que termino de leer una novela o llego al final de una miniserie, experimento en pequeña escala lo que algunos han llamado el fin de la Historia, esa otra narración. Sí, por supuesto que estoy exagerando. Y por supuesto que a un gran libro se puede volver siempre, pero también hay que decir que eso no es consuelo: el libro se ha vuelto parte del propio pasado y se vuelve a él como se vuelve a un viejo lugar conocido: un paraíso perdido.

Eso no me pasa con la poesía. Un poema exige que se vuelva a él una y otra vez. Entristecerse porque se terminó un libro de poemas sería como entristecerse porque se acabó un disco. Ridículo. Un disco que podemos volver a poner cuantas veces queramos: tal es un libro de poesía. El tiempo de las canciones es el tiempo de los poemas: el tiempo cíclico, es decir, mítico, de lo que siempre vuelve. Por eso, en cuanto soporte, el disco me parece asombroso: hace suyo el tiempo cíclico: es circular: gira. Y uno pone siempre la misma canción.

Hace varios años leí con entusiasmo a María Zambrano: debo confesar que cada día me gusta menos. Sin embargo me sigue pareciendo fascinante su interpretación del Génesis. Para ella el pecado original es el haber caído en la trampa del futuro. Dice la serpiente: “…y seréis como dioses”. El asunto radica en el tiempo de la conjugación verbal. Adán y Eva caen en la trampa de la idea de un futuro mejor, es decir, en la lógica del progreso, y lo que pierden es la plenitud del instante, es decir, el paraíso. El tiempo se escinde: nace la noción de un futuro y por lo tanto un pasado. Tal es el comienzo de la Historia.

Sí, cada vez que termino una novela es el fin de la historia, pero también el comienzo: la expulsión de un paraíso. Y me encuentro una y otra vez en el mismo lugar: un presente vacío al que debo de inventarle un sentido para volverlo tolerable (nada que ver con la plenitud del instante), es decir, hacerlo ingresar en la historia, volverlo narración: ¡qué pereza! Entonces prendo la tele.

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