raza – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 De taparrabos, morenadas y hip hop http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/uber-lendenschurze-morenadas-und-hip-hop/ Fri, 01 Oct 2010 06:14:17 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=576

El grupo Wayna Rap canta temas de hip hop en aymara. Foto: Javier Badani

No, no usamos taparrabos ni andamos armados con flechas. Tampoco nuestras mujeres caminan con un frutero en la cabeza ni meneando las caderas sin ton ni son. Los latinoamericanos somos parte vital de esta aldea global, con ejecutivos de coqueto terno correteando por los pavimentados recovecos de los Down Town y con jóvenes a la caza de los últimos modelos Mp4.

Las bondades y las torpezas contemporáneas del primer mundo las recibimos todas y, una vez en nuestras manos, les ponemos ese sellito latino. Nuestros problemas son los mismos que se respiran en las calles de Milán, de Berlín o de Nueva York.

Por supuesto que hay diferencias y en algunas áreas, abismales. Pero lo que está claro es que este pedazo del mundo está en pleno proceso de redescubrimiento, hurgando en la tierra de su historia en busca de sus raíces para así despegar renovado. Porque si en el siglo XIX dependíamos exclusivamente de Europa y en el XX de Estados Unidos para dar nuestros primeros pasos en el mundo, hoy posamos la mirada en nosotros mismos, cuestionándonos cual será nuestro papel en el planeta a partir de este nuevo milenio en más. Declarándonos, mientras tanto, un arcoíris de razas y culturas. Y felices de lo que se cuece en este continente mestizo.

Allí están los hiphoperos alteños (región andina de Bolivia), rimando su origen indígena en aymara, el idioma de sus ancestros. O gritando en español: “Qué ondas/qué putas/somos hijos de chola”, reivindicando de esta forma su esencia urbana-chola.

Tenemos líderes como Evo Morales, Hugo Chávez o Lula da Silva que —con sus matices, bemoles y riesgos— han instaurado una forma de hacer política que por primera vezz incluye a clases sociales que fueron relegadas de la historia del continente desde la llegada de los colonizadores europeos. De aquí en más, estos sectores no permitirán que la historia se repita.

Claro que nuestros desafíos son mayúsculos, al igual que nuestras paradojas. De la bota militar que nos oprimía en los años 70 ahora hemos pasado a la dictadura de de los capos del narcotráfico. Ellos son, ahora, los Pinochet, los Somoza y los Trujillo de otrora.

Somos una de las regiones con mayores potencialidades económicas, sin embargo la pobreza genera absurdos como las de llevar a una población entera del altiplano a declararse territorio libre para el contrabando, linchar policías y así dejar establecida la ausencia del Estado.

Con todo, los kilométricos supermercados al estilo primermundista aún no logran competir con nuestros coloridos mercados callejeros. Como tampoco los aparatosos fast foods con hamburguesas double meat han conseguido acabar con ese gustito aparte que resulta saborear un plato criollo en los mercados populares. Porque siempre será más lindo para los latinoamericanos apropiarnos de las arterias de nuestras ciudades para bailar nuestro folklore con más ímpetu que cuando lo hacemos en una discoteca. Porque siempre será más lindo para los latinoamericanos preferir agitar el esqueleto en la calle al son de una morenada boliviana, de una bachata dominicana o de una cumbia colombiana que al son de los beats electrónicos y las guitarras pesadas.

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Globalización: ¿Cuba aplica? http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/globalisierung-fur-kuba-zutreffend/ Wed, 22 Sep 2010 15:14:12 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2057 La palabra globalización se vive en Cuba en un doble estándar. Para nada tenemos esa economía híbrida que sobresale en muchos países y que es uno de los signos indiscutibles de la globalización. En realidad, para nada tenemos una economía. En Cuba esta ha sido una palabra prohibida por mucho tiempo. En primer lugar, debido a que la forma de Estado que promovió la Revolución Cubana decidió cargar con la responsabilidad económica del país. Se trataba de construir un modelo de país futuro, o más bien, un modelo de mundo futuro. En dicho modelo, como en todo modelo, la economía era fundamental.

¿Consecuencias? Hoy tenemos un expresidente, mito histórico y dinosaurio de la izquierda semi radical –Fidel Castro, sí- que reconoce en una entrevista la poca funcionalidad del modelo socialista cubano. Aunque luego se retractara, la declaración tiene vínculos demasiado evidentes con las nuevas medidas económicas del presidente, su hermano Raúl, donde por primera vez en 50 años no sólo se le da valor a la propiedad privada sino que se la incentiva por medio de despidos masivos. ¿Y cómo se refleja esto en mi vida cotidiana? Digamos que la globalización en materia económica es una leyenda de la que he escuchado tanto -y con un nivel similar de influencia sobre la realidad- que la historia de Papá Noel …

Otro signo de la globalización: migraciones en aumento. En el caso de Cuba otra vez el Estado nacionalista-comunista-socialista (esas han sido las distintas nominaciones del periodo revolucionario) ha impulsado olas de migración masiva, en contextos específicos y bajo términos y condiciones sumamente polémicas, mientras que por otro prohibió al ciudadano común viajar al extranjero, emitiendo un permiso de salida –y permiso de entrada para el cubano emigrado- que convierte a la isla en una gigantesca cárcel donde el mar hace las veces de frontera. Entonces… esto de las migraciones es un tema delicado para cualquier cubano, y está lejos de parecerse siquiera al modus vivendi de un privilegiado ciudadano del primer mundo.

Por último, cada uno de nosotros es un mosaico de elementos, reza la propaganda de la nueva ideología consentida del norte –la globalización, ¿cuál otra podría ser? Bueno, en Latinoamérica otro gallo cantaría o canta… Las independencias de nuestros países del régimen colonial se llevaron adelante excluyendo varias piezas del mosaico continental. Los habitantes originarios, más los negros y los chinos, junto a otros, fueron expulsados dentro de cada país hacia zonas periféricas de una sociedad criolla que se erigió como blanca y occidental.

Hacia finales de este proceso, muchos “etnólogos” –en Cuba tenemos a Fernando Ortiz- comenzaron a hablar de sincretismo, de transculturación, y en fin, de mezclas a diestra y siniestra. Sin embargo, ese empeño de concebir en una misma sopa a todas los ingredientes del mosaico es un movimiento reflexivo que tiene bastante de falaz y mucho del, como decimos por acá, “pasarse de listo”. Es una forma de incluir sin incluir: ¿qué vamos a incluir si todo está ya presente? La línea evolutiva de este pensamiento -que tuvo de positivista- llegó hasta nuestro siglo XX y tomó su lugar en la Revolución Cubana, cuando esta asumió la postura de eliminar todas las organizaciones de minorías en el país, y decidió declarar sin vigencia la discriminación racial de una manera suigéneris: ejerciendo la discriminación positiva, por un lado, y declarando que ningún revolucionario podía ser racista, por el otro. El análisis de cómo la Revolución Cubana ha manejado ideológicamente la diferencia entre “lo que debe ser” y “lo que es” llevaría a una buena lección de política. Desgraciadamente una lección de política que serviría para hablar de “multiculturalismo”, esa etiqueta globalizada.

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The Limits of Control http://superdemokraticos.com/es/editorial/the-limits-of-control/ Sun, 19 Sep 2010 19:49:04 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2149

“la vida no vale nada / si no es para perecer porque otros puedan tener
lo que uno disfruta y ama”
Pablo Milanés

Hace poco más de un siglo las „utopías“ -lo que hoy podrían llamarse libros de ciencia ficción- comenzaban a hacerse populares en la literatura occidental. La ciencia y las teorías darwinistas tenían su apogeo en los círculos intelectuales. El concepto de „raza“ empezaba a asociarse y a incluirse en la conciencia de los Estados Nacionales. Siempre me ha parecido fantástico, disculpen ustedes la redundancia, que la utopía social latinoamericana más popular de la época sea „La raza cósmica – Misión de la raza iberoamericana-“ de José Vasconcelos. Fue publicada por primera vez en 1925 en Barcelona y tal vez por la influencia de la revolución mexicana de 1910, tal vez porque a los conquistadores españoles no les fue posible ocultar su asombro, el respeto que les provocaban las construcciones indígenas más allá de su ignorancia destructiva -bastan como ejemplo las cartas de Hernán Cortés al Rey de España-, tal vez porque desde la Independencia las nuevas repúblicas abrieron sus puertas a refugiados de todas partes del mundo -tenemos chinos, japoneses, libaneses, palestinos, coreanos por todas partes- tal vez porque ya entonces los mexicanos tenían una frontera conflictiva con los Estados Unidos, las conclusiones a las que llega el autor son exactamente el polo opuesto de la ideología nazi y su idea de raza pura. Para Vasconcelos la „quinta raza“ es la síntesis de todas, el nuevo hombre es mestizo y es en el continente latinoamericano donde ha visto la luz. Su misión es anunciar esa verdad: El “nuevo hombre” es hijo del amor carnal sin restricciones y su cultura es el catolicismo apostólico y romano, por eso incluye culturalmente a portugueses, españoles e italianos, siempre y cuando estos sean capaces de liberarse del yugo del puritanismo que la iglesia de Roma ha impuesto sobre el amor. El “nuevo hombre” no tiene nombre y puede ser de cualquier color como los personajes de la película de Jim Jarmusch.

En el delirio de Vasconcelos si los estadounidenses llegan a dominar el Amazonas, a los “nuevos hombres” no les quedará otro remedio que abandonar el continente para conquistar el mundo. Como nos cuenta Claudia Rusch en su ensayo de esta semana, la globalización es un fenómeno que tiene muchos mas años de existencia que la palabra que ahora la define. En 1925 lo que veía Vasconcelos era el dominio de las empresas privadas sobre los gobiernos de la región. La economía latinoamericana siempre ha estado globalizada, son los países europeos los que están descubriendo este fenómeno. El espacio cero que describe Liliana Lara. La pecera desde la que nos habla esta semana Alan Mils. La conciencia crítica de ser inmune que describe Jo Schneider.

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