poeta – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 “Ni soy una estrella, ni vos sos sólo el público”: Entrevistas con Fabián Casas http://superdemokraticos.com/es/laender/argentinien/espanol-ni-soy-una-estrella-ni-vos-sos-solo-el-publico-entrevista-con-fabian-casas/ Mon, 11 Oct 2010 12:54:12 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2835

Fabián Casas nació en Buenos Aires en 1965, se ha convertido en un referente para las nuevas generaciones de escritores en su país y en el resto de América Latina. En 2007 recibió el premio Anna Seghers en Alemania. En la Feria del Libro de Frankfurt, Casas presentó la traducción de sus poemas al alemán, editada por Luxbooks. Dos entrevistas.

„Un intelectual es cualquier persona que esté trabajando con ideas. A mi lo que me gusta es que siempre haya un cruce entre las cosas. Que la gente que trabaja con las ideas esté conectada a la vida, en ese sentido a mi los intelectuales que me interesan son los que están trabajando con la vida. Schopenhauer decía que no se puede confiar en una filosofía en la que no se escuche en el fondo el chirrido de dientesy creo que tiene razón. Hegel en cambio, por seguir con los alemanes, me parece más cerebral y menos vital. Cuando daban clases juntos, el aula de Hegel estaba llena y el aula de Schopenhauer estaba vacía, yo creo que era así porque Schopenhauer decía lo que nadie quería escuchar. Pienso que una persona en Latinoamérica que quiera transmitir una idea o escribir, mostrar su sensibilidad, lo que tiene que hacer es hacer las cosas rápidamente. Tiene que tener amor a su destino, no pensar que la vida le debe algo, sino tomar el toro por las astas y producir, producir el soporte técnico a partir del cual va ha poder ser escuchado, darse cuenta que la literatura no es algo individual sino algo colectivo, que hay que unirse con otras personas para que tu mensaje llegue, que precisamente la unión con otras personas hace que te alejes de tu propio mensaje, que te alejes de tu ego y eso lo vuelve mucho más interesante, porque vuelve como una voz extraña.

En mi caso el ensayo es una forma de ensayar. El intento de lateralizar determinados pensamientos y aceptar la posibilidad de que existan ideas en un mismo ensayo que sean antagónicas, buscar una idea con pensamientos paralelos, que pueda decir una cosa y la otra a la vez. Es una forma de reconocer que errás, que te equivocas y de volver a intentar, de merodear una idea, de merodear una frase, sin tener la pretensión de poner un punto final. Que uno tiene que abandonar la idea de puntuar las cosas, de terminarlas, porque cuando uno termina su educación esta muerto.

Yo no pienso en: „pensadores“. Cesar Vallejo me parece un poeta extraordinario, muchos de sus poemas tienen una reflexión sobre la sociedad en la que nosotros vivimos ahora y sobre la sociedad en la que le tocó vivir a él. Cuando leo no es que me concentre en ensayistas, leo todo, diferentes escritores en sus respectivos géneros, me parecen ensayistas, incluso algunos músicos me parecen ensayistas -viste-. En mi país hay un movimiento re interesante de bandas de rock nuevas y a mi me gusta mucho de ellos, que no se toman en serio. Son como muy livianos, son relajados y rompieron con esta cosa que hay, que a mi me parece horrible que es: „yo soy una estrella y vos sos el público“ Es gente que sabe que uno es el que toca, pero que en cualquier momento puede estar del otro lado, se retroalimentan completamente. La discográfica se llama Laptra y está en La Plata, a mi ellos me dieron ganas de escuchar música, me hicieron sentir bien, son frescos.

Para mi la democracia es, dentro de todos los sistemas que podrían existir, el que más me interesa. Me parece que es el sistema preferible para vivir, viendo su lado ideal tendría que ser un lugar en el que todas las personas tengan todas las posibilidades para asumir su destino, no tener que decidir a partir de la opresión y todas esas cosas. Me gustaría pensar democracia como un lugar ideal en el que todos puedan pensar, tener una voz y tener un voto que tenga consecuencias“.

Fabián Casas nació en Buenos Aires en 1965, se ha convertido en un referente para las nuevas generaciones de escritores en su país y en el resto de América Latina. En 2007 recibió el premio Anna Seghers en Alemania.  En la Feria del Libro de Frankfurt, Casas presentó la traducción de sus poemas al alemán, editada por  Luxbooks.

]]>
El sueño de la fiera http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/der-traum-der-bestie/ http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/der-traum-der-bestie/#comments Mon, 04 Oct 2010 15:30:53 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2387 Ya no deseo adoptar un perro y ponerle un nombre literario que lo responsabilice de mi felicidad, mientras habito los límites entre la realidad y el sueño. Un nómada jamás debería sentirse desamparado, pues tiene una familia arquetípica que toma cuerpo en distintas dimensiones. Puede ser echado a la calle y dormir en un parque lleno de flores hermosas. Ahí soñará y más tarde sólo necesitará escribir: esa es su residencia, su compañía.

No tengo más que una obra literaria en la cabeza. Una obra que escribo. Una obra que deseo. Una obra que me provoca taquicardias; me empuja a probar fármacos; me hace llorar; me hace feliz; me excita, me sugiere el suicidio; me molesta, me hace sentir un imbécil; me hace sentir sagrado. Despierto e imagino que la escribo. Continúa la mañana y me enojo por no estar escribiéndola. Procrastino. Recibo llamadas, reviso el e-mail una y otra vez. Tengo sexo y lo anuncio por Twitter. Recibo emoticons de guiño 😉 Retuitean mis infidencias y soy la comidilla. Salgo a dar una caminata y sigo pensando en los capítulos que no consigo redactar. Cruzo la ciudad por la noche, me enredo con alguien para contarle la novela que tengo entre manos. No escribo, en suma.

Al despertar, la resaca me recuerda que he perdido un día más. Tiemblo, mientras me lavo los dientes. Abro el Gmail, esperando encontrarme con mucho trabajo pendiente: esto me resulta una forma de aplacar mi cargo de conciencia por el escaso avance con la novela. Reviso un par de traducciones. Hago una corrección, una edición por ahí. Ejecuto el copy para alguna campaña. Placebos, formas de escribir sin escribir, hasta que me encuentro el amable mail de mi traductora alemana, Barbara, ¡diciéndome que una vez más me he atrasado con el texto de Los Superdemokraticos!

Esto me hace feliz. Soy un sinvergüenza, pero me hace feliz. Lo entiendo como una obligación exquisita, un híbrido entre el requerimiento laboral y el placer. Incluso la imagino a Barbara como una Dominatrix Textual que me da un latigazo para hacerme llenar la cuartilla. ¡Plam! Y debo hacerlo porque Los Superdemokraticos es un proyecto que forma parte de mi agenda laboral, ¡pero también debo hacerlo porque es un proyecto que me restituye la dignidad de escribir algo equivalente a lo que llamo “la obra”!

¡Plam!

Barbara ha vuelto a pedirme mi ensayo y esta vez será su último llamado, pues Los Superdemokraticos es un proyecto que justo ahora termina. Y es por esa razón que este texto ahora pasará a hablar en tiempo pasado.

Durante estos meses pude ir experimentando literariamente con diversos artículos, alrededor de los temas sugeridos por las editoras de Los Superdemokraticos. Ellas me concedieron la libertad para abordar asuntos tan serios como la globalización desde la perspectiva de un ajolote; temas tan significativos como la violencia social, fueron conjurados por mis manos de Ninja que practicaban una especie de caligrafía invisible; cuando fue necesario hablar de sexualidad pude proponer una autobiografía bastante explícita; a la historia de mi país la imaginé como una pequeña tortilla de maíz ardiendo sobre el comal cósmico. Pude ir mostrando las formas en que percibo a la realidad, planteando diversas mutaciones desde mi corporalidad textual.

Escribiendo intentaba demostrarme a mí mismo que la conciencia es la creadora de la realidad… y fue divertido ver que llegó a organizarse una fiesta Ninja en Berlín, como prueba rotunda de dicha hipótesis.

A lo mejor recordarán que comencé esta aventura invocando a mi nahual, el jaguar, para obtener la fuerza necesaria. Así que terminaré en el mismo lugar, invocándolo, para cerrar este ciclo. A través de mis textos Superdemokraticos quise expresar que la poesía necesita crear a su propio doble proyectado en el tiempo: un animal que cuida el recorrido de su espíritu en la selva de los arquetipos. Que el poeta es el sueño de la fiera que adelanta su cuerpo entre la vegetación y salta con agilidad felina el vacío que distancia a las palabras del espíritu del lector: así mira a las mariposas como ideas que trascendieron la imposibilidad de volar desde la página.

No sé si logré llevar este mensaje con la calidad necesaria. La conjunción alquímica del tiempo con los lectores nos dará la única respuesta posible. Disfruté, eso sí, la magia de leerme en un idioma que no entiendo y que ahora deseo estudiar. Pero disfruté muchísimo más al leer los aportes de todos mis colegas latinoamericanos y alemanes: puedo garantizarles que no me perdí ni una sola línea escrita por ustedes. Intenté aprender del oficio y la originalidad que siempre exudaron. También sonreí y hasta lloré cuando algún texto alcanzaba a tocar la fibra más sensible.

Por lo dicho y por lo no dicho, a todos, editoras, traductoras, lectores y escritores, Superdemokraticos, ¡muchísimas gracias! Espero saludarlos muy pronto en algún rincón del Cosmos.

]]>
http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/der-traum-der-bestie/feed/ 6
Teletransportación http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/beamen/ http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/beamen/#comments Thu, 02 Sep 2010 15:06:56 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1382 El lenguaje de la violencia social impone modificaciones, en diversos niveles, al propio acto de la escritura. Los dedos tiemblan, aparecen los tics corporales traducidos a imagen y las metáforas adquieren texturas donde su luz apela a la desesperación. La escritura por momentos anuncia un escape de la paranoia o, al menos, un placebo capaz de entregarnos una mínima calma al interior del cinismo que desarrollamos como escudo. Más que resignación, resguardo. En otros momentos, la escritura misma es la transcripción directa de un estado permanente de terror y pánico.

Al experimentar un tipo de violencia que se fabrica en una oscuridad casi absoluta, donde el operador del agravio es virtualmente invisible e intocable (no puede reconocerse totalmente en el Estado, sino en fuerzas paralelas que pueden estar ligadas, o no, a éste), la interpelación que la poesía desarrolla como forma de resistencia es igualmente móvil, nómada y fugaz. El poema transmuta su materia, se trasviste y performatiza un clamor que representa al fingimiento del dolor efectivamente sentido (Pessoa).

Algún lector de esta poesía también intenta escapar de ella: la olvida, la descarta, la desecha o, simplemente, la ignora. Otro lector la reconoce, tiembla con ella y la vincula al propio desarrollo de una ficción salvadora. Otro lector la ve como una forma menor de la literatura fantástica (“poesía con efectos especiales”), un efectismo y una exageración. Se duda con tenacidad de la fracción de testimonio que esta poesía acarrea. Aparece la burla. Esta lectura es, entonces, otra violencia, de la cual la propia poesía se vuelve a nutrir.

La calidad de esta poesía violentada estará en relación directa con el grado de desarrollo técnico alcanzado para elaborar los marcos en que dicho lirismo avasallador discurrirá. Debe trasladar su negra epifanía con la velocidad y contundencia de cualquier obra importante. El goce estético, como finalidad, no ha desaparecido, simplemente se muestra un aspecto quizás más subterráneo o subrepticio, donde la propia forma ha asimilado la mutación simbólica que acontece en el escenario social.

En el contexto del posible final de la posguerra en Guatemala (donde ahora entramos a algo que todavía no tiene nombre), el poeta rara vez será percibido como un “sujeto comprometido” con su entorno. Su visión le alcanza para vislumbrar que también han sido devastados los espacios sociales que antaño enmarcaron las diversas militancias de orden político. A una voz fragmentada y, asimismo, híbrida, mestiza, nómada, le resulta imposible ser absorbida como eslogan o consigna y el ritmo impreso a tal devenir literario, aleja al poeta de la cursilería o la perorata.

El futuro o supervivencia de la textualidad que emerge de este caos, está ligado a la movilidad constante y a una pulsión transgeográfica que permita resguardarse y escapar de las múltiples violencias que sacuden al cuerpo y a la mentalidad que ha optado por ejecutar un hecho escritural autónomo, libre. Esta distancia permitirá la exposición de una especie de “ninjitsu imaginario”, fraguado desde una nueva variante de exilio (incluso interior), donde se huye de un perseguidor espectral, transcorporal y transideológico, cuyo rostro es francamente indeterminable.

Por eso practicamos la teletransportación como una manera de visitar los universos paralelos, ahí donde las soluciones imaginarias son siempre posibles.

Recordemos a Les Épiphanies, de Pichette:

“Monsieur Diable: Au besoin mon garçon, libère tes jurons, vomis tes déboires. C’est de bonne médecine”…

]]>
http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/beamen/feed/ 3
17 de Octubre de 1945 http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/17-oktober-1945/ http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/17-oktober-1945/#comments Mon, 12 Jul 2010 07:05:13 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=440

Todos los recuerdos son de algún modo fingidos, encubridores. Hasta esa memoria común, a la que llamamos historia, nos resguarda de lo inalcanzable: de la verdad, que como dice el poeta, ha de ser seguramente implacable. En contrapartida, confiar en la veracidad de nuestras propias experiencias personales es lo que nos salva de la locura.

Los obreros esperan a Perón con sus pies en la fuente - 17 de Octubre de 1945. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:17deoctubre-enlafuente.jpg

En éste bar, como en cualquier otro, de ahora o del futuro, aquí o en donde tengan ganas de suponer, reina el anonimato de la noche y todos somos sólidos poetas en busca de palabras que consigan conmover y arrancarle una porción de verdad a la prolija realidad. Mi codo se acomoda sobre esta barra y las yemas de mis dedos ya suponen la frescura del vidrio, la calma del alcohol borrando la angustia de estar siempre por fuera de los acontecimientos que me rodean. Todos los pensamientos que voy apuntando en papeles o en mi cabeza se truncan constantemente y parece que sólo puedo decir lo que el tiempo en su gravidez decidirá que sea mío. Todo ha cambiado en este día 17 de Octubre de 1945 de un modo contundente e irreversible.

La ciudad se ha transformado para siempre. Miles de personas han brotado desde la nada, personas invisibles que repentinamente han renovado nuestra fisonomía. Quisiera poder decir todo con una sola palabra, hablar en poesía, ser certero e invencible como una bala, pero me resulta imposible encontrar un término que se acerque a lo que sentí al ver a tanta gente unida en esa plaza nocturna, virgen de sus olores y de sus acentos, mirando a un milico que promete que el futuro será de los pobres, que dice que los que nunca fueron escuchados a partir de hoy serán el eco de su propia voz. Quisiera dar un nombre a ese sueño ingenuo de los sonrientes desdentados que formaron parte de esta invasión plebeya. Quisiera condensar en una frase el sentido de la lucha que se avecina y de la que fue. Pero no existe una palabra que de cuenta del pasado y del futuro, de la historia y del costo de la igualdad, de la alegría y del martirio de las generaciones que perecerán. No existe una palabra que sea a la vez vida y muerte.

La clientela del cabaret parece confundida y temerosa, mientras que los que aquí trabajan, murmuran con alegría cosas tan distantes como las clases. Me acerco al cálido personaje de la noche que resguarda la barra; tomo un trago, respiro, lo miro a sus brillantes y risueños ojos, y en ese momento toda mi exploración cesa y las ideas confusas se apilan al momento en que abro mi boca por primera vez:

-¡Viva Perón! – le lanzo

-¡Viva! – contesta con alegría

]]>
http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/17-oktober-1945/feed/ 3