Memoria – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 Tira y afloja familiar http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/espanol-la-historia-no-es-un-sueno-eterno/ http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/espanol-la-historia-no-es-un-sueno-eterno/#comments Fri, 16 Jul 2010 08:00:37 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=460

Cada domingo, desde los cinco años, iba a ver a mi abuela paterna. Mi abuela estaba postrada en una silla de ruedas. Varias enfermedades le habían consumido la juventud. Este estado de invalidez parecía haberla dotado de una paz que se expresaba en un lúcido sentido histórico. Una mujer prematuramente envejecida como depositaria de la memoria colectiva. Todos los domingos, entonces, luego del almuerzo, me relataba un capítulo puntual de la historia boliviana. Intentaba así contrarrestar la influencia que recibía en la casa de ni abuela materna, donde vivía de lunes a sábado. Allí eran fervientes emenerristas. Mi abuela paterna me contaba sobre los Barrientos y la historia nacional. Su relato parecía una película de espionaje donde me costaba entender quiénes eran los malos y quiénes los buenos. Las historias estaban llenas de microhistorias. Me contaba sobre las imposturas de la Revolución del 52, sobre la vida de su padre en las minas, sobre la vida secreta decadente de Víctor Paz Estenssoro, el “Mono”, sobre el exilio interior de mi abuelo falangista, sobre mi tío muerto en un accidente aéreo justo frente a la casa, sobre el otro tío (más famoso) que había derrocado a Paz Estenssoro, etc.

Volvía a la casa materna, suspicaz y confundido, y allí contrarrestaban el relato con otras pruebas: los logros evidentes de la Revolución del 52 (nacionalización de las minas y la Reforma Agraria, por ejemplo), el desempeño manipulador de Barrientos cuando fue presidente, la larga duración en la política nacional del MNR como prueba de su éxito.

Ambos relatos contrapuestos iban componiendo mi identidad. Con el tiempo yo mismo rearmé el relato con la asistencia de libros y profesores. Me quedo con la noción de que la Historia resulta un proceso y no una sucesión de hitos y quiebres bruscos. La revolución del 52 puede ser ahora criticada y vista como insuficiente, un periodo lleno de contradicciones, pero a la vez sin ese proceso no habría sido posible nada de lo que estamos viviendo, mucho menos la misma Revolución que se fue gestando desde las rebeliones indígenas y que se sucedieron desde las postrimerías del siglo XIX hasta la cuarta década del siglo XX, y que se estaban preparando desde los levantamientos de lo Tupacs a finales del siglo XVIII. No hay año cero ni fin de la Historia. También aprendí que la historia no está rigurosamente descrita sólo en los libros de historia o de texto, sino en canciones o en la voz de los seres queridos.

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Mi abuela, los periódicos, … http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/meine-grosmutter-die-zeitungen/ http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/meine-grosmutter-die-zeitungen/#comments Tue, 13 Jul 2010 08:00:35 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=447 Foto de Álbum de familia
Foto del Albúm de familia.

La Historia no es otra que esa vida cotidiana que protagonizamos. Incluso si nuestra existencia pública se circunscribe a recoger el periódico en el kiosco más cercano para luego envolver en él pescado fresco. Abuela puede habernos recomendado esa envoltura, “nada conserva mejor el pescado en su recorrido del mercado a la casa”. Puede que nuestro nombre sea Liz, y que la tarea indicada ese día consista en llevar el pescado. Cuando el periódico húmedo y crujiente sea arrojado a la basura, y abuela vea mis ojos curiosos sobre una media página estrujada que sobresale del bote, entonces hablará de historia. No de la historia descrita por las letras fulgurantes y entintadas de la prensa, sino de aquella otra que abuela recuerda haber vivido. Una narración que confunde sus pausas con los espasmos culinarios y las exclamaciones coloquiales femeninas.

Haciendo que los ojos sollozaran un llanto ignorado, bajo la sustancia invisible que desprende la cebolla al ser cortada, abuela me contaba de niña su historia. El ardor en su aliento era provocado acaso por el ajo que masticaba o por el sabor del pasado arrastrando sus pasos huraños hacia el presente. Cuando faltaba un adjetivo abuela no buscaba entre el vocabulario abstracto de políticos o maestros de literatura, sino desde su propia experiencia cotidiana con alimentos y enseres. Abuela no decía frases tales como “presidente abyecto” y “defender nuestra nación”. Decía “aquel fue un cocinero, pasando por chef” y “estos siempre buscando qué pastel meter al horno”.

Un día murió sin ganas ya de convocar al pasado, porque sintió que el futuro se cegaba y el presente se anudaba en su garganta haciendo guiños dolorosos con el tiempo. Cuando pasó yo no estaba preparada para dejarla ir. Pero sus historias menores, matización pertinaz de la historia hegemónica, permanecen conmigo.

Pienso entonces que la historia es esa persistencia. El estado emocional causado por un recuerdo, la memoria capaz de penetrar el presente.

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La memoria de los sinnombres http://superdemokraticos.com/es/editorial/das-gedachtnis-der-namenlosen/ Mon, 12 Jul 2010 14:54:59 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=453 …me acordé de este foto y de un viaje que hice leyendo y traduciendo sus textos….

Memorial

Foto: Memorial „Passagen“ para Walter Benjamin del artista Dani Karavan en Portbou, Cataluña/España

En el vidrió está escrito:

Es más difícil honrar la memoria de los sin nombres que la de los célebres. A los sin nombres está dedicada la construcción histórica. Walter Benjamin, G.S. I, 1241 (traducción libre)

Cita tomada del Sobre el concepto de historia, uno de sus últimos textos (ca. 1939). Walter Benjamin, ensayista, filósofo y crítico alemán, murió en septiembre de 1940 en Portbou (España) después de que el grupo de refugiados judíos que integraba fuera interceptado por la policía franquista. Aparentemente ante el temor de una expulsión de España hacia el territorio francés controlado por los nazis, decidió suicidarse ingiriendo morfina.

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Cada generación tiene que escribir su propia historia http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/jede-generation-muss-ihre-eigene-geschichte-schreiben/ http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/jede-generation-muss-ihre-eigene-geschichte-schreiben/#comments Wed, 07 Jul 2010 06:18:03 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=420 Con una niñez derramada en los ochenta, comenzó el deambular por la vida de una generación que se divorcio del discurso político oficial. Nuestra adolescencia pasó entre consignas de “Panamericano y Pa’lante” y Elián. En la escuela nos contaban las atrocidades del imperialismo y la manipulación que estos señores hacían de los medios de información. Nos relataban lo bien que íbamos y lo mal que estaba el mundo. A través de versos de Martí, Neruda y Vallejo vimos la realidad de un mundo que nos inculcaron podíamos cambiar. Nos enseñaron a dudar de lo evidente, a ser desconfiados: el enemigo podía estar en todas partes. Caupolicán y la revolución haitiana eran los hechos que mostraban lo real maravilloso, la mágica sorpresa de descubrir en lo cotidiano la simple heroicidad de los oprimidos. La revolución nos fue presentada como continuación histórica de las luchas del pueblo cubano por su libertad. Desde una postura maniqueísta y simplista se reducía su esencia a la lucha contra el imperialismo norteamericano. En aquellos momentos historia parecía ser sinónimo de memoria. Aprendimos a recordar lo que legitimaba la postura gubernamental.
Solo que cuando intentamos llevar a la práctica esto que nos decían, cuando quisimos ver con nuestros ojos, cuando intentamos ser actores directos de nuestras vidas: entonces descubrimos que formábamos parte de los oprimidos. I

En la pirámide política cubana estaba prohibida la disidencia, había solo una opinión verdadera y era dicha por una persona: el máximo líder y figura pública de la Revolución. ¿Por qué? Había que ser fuerte frente al enemigo común, el imperialismo Yanqui. Pero el adversario que el cubano de mi generación comenzó a percibir no era solamente el de las consignas del gobierno, sino además el estado mismo que nos dejo sin voz ni espacio. Nos percatamos de que los medios de comunicación no solo eran manipulados por los señores del norte, sino también por los compañeros del patio. La verdad que nos habían inculcado era tan de ellos, que no tenía cabida en una generación de cubanos que como nosotros creció con un discurso político demagógico que no lograba dar de comer a sus ciudadanos, ni les daba opciones dignas de vida, que vivía de la retorica y los reducía a peones de una política esquizofrénica, donde todo era dictado desde arriba. Comenzar a ver esa nueva dimensión de lo real dejo a muchos ciegos. El enemigo dejó de ser evidente, se despersonalizó; no estaba solo a noventa millas, sino también en nosotros mismos. Su figura pública era él que antes había afirmado querer construir una revolución para el pueblo y desde el pueblo. Lo paradójico es que los cambios se emprendieron fortaleciendo la centralización en una persona de poderes que debieran ser ejercidos por todos. Este hombre que se creyó todo, no será absuelto por la historia como afirmó en su defensa, pues se perdió en las marañas del ejercicio del poder. Pero él es sólo la figura pública, el sistema que lo sustentó es mucho más complejo, la muestra de ello es que continúa cojeando, aunque ya él no “está”. Reflexionando todo esto, la historia dejo de ser un mero ejercicio de memoria. No se trata de acordarse del descubrimiento de América sino más bien de ser conscientes como la construcción de estos hechos históricos son el reflejo de relaciones de fuerza. Si los españoles hubieran sido vencidos por los aztecas e Incas, no habría habido descubrimiento de América. La comprensión de la historia que se queda en el mero hecho y no logra captar la dimensión dinámica que se abre en la relación del sujeto de la historia y la historia misma, no me servía para entender mí realidad. Desde entonces no quiero que nadie me la cuente, al fin y al cabo podemos hacerla.
La construcción de la historia es un momento inseparable de la constitución político-social de los distintos grupos sociales que a su vez la validan como verdadera. Es por ello que escribirla no es una tarea meramente académica, sino también práctica, que encuentra su esencia en la dimensión cultural hegemónica que está indisolublemente atada a cambios políticos, sociales y económicos. La historia ya sea oral o escrita no es solo la trasmisión del saber acumulado de una generación a otra, es también el momento de constitución de los nuevos sujetos históricos, de su imaginario social, a partir del cual comienzan a construir su identidad. La apropiación histórica es por consiguiente la necesaria crítica de la herencia recibida. A la historia que nos enseñaron le faltábamos nosotros. Nos sirvió para comprender la necesidad de escribirla nuevamente, para no perder de vista que mientras los leones no tengan sus propios historiadores, los libros de caza continuaran glorificando al cazador.

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La puta fiel de Dios http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/die-treue-hure-gottes/ Tue, 06 Jul 2010 12:11:51 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=425 “Es importante la historia”

Me decía la madre de un amigo

Así empieza esta historia

Yo jugaba al basketball

Mas por insistencia de mi padre que por gusto

La historia la vida el sentido común y mi amor propio

Me harían dar cuenta pronto que lo mío no era el deporte

Pero en aquel entonces todavía había esperanzas puestas en mí

Incluso había logrado llegar a ser capitán del equipo

Al año siguiente a ese

Cuando ya no era capitán y comía banco como loco

-eso quiere decir que era suplente y rara vez me tocaba jugar un partido-

Ese año salimos campeones de la categoría

Entonces nos llevaron a festejar

A comer un asado

-acá se festeja siempre comiendo carne asada-

Nos llevaron a un complejo vacacional militar

Es raro pero los complejos vacacionales militares son baratos

En Uruguay uno de los complejos más bonitos y accesibles es un camping

Que queda en la costa oceánica y que se llama Santa Teresa

Y que por supuesto es militar

Pero bueno

La historia dirá que los militares en este país serán recordados por otras cosas

No exactamente por sus complejos vacacionales

Vuelvo a la historia

Nos llevan al equipo de basketball a comer un asado a este lugar

Bueno recuerdo pocas cosas

Pero algo me quedo grabado

Para siempre

Ya era tarde, casi noche

Nos estábamos por ir

Y mientras esperábamos que llegara el ómnibus que nos devolvería a nuestras casas

Vi algo que hasta aquel entonces no había visto antes

Un soldado bajaba la bandera nacional del mástil

No recuerdo porque corrí hasta él y le pedí que me dejara hacerlo

Me quería hacer el gracioso supongo

Mostrarme frente a mis amigos como bajaba yo la bandera

El asunto es que el soldado accedió y yo me encontré bajando la bandera

Mis amigos me miraban y se reían

Yo les hacía caras

Y en el medio la bandera nacional

Que poco importaba en el sketch.

Entonces fue cuando pasó

La madre de uno de mis compañeros

Se lanzo sobre mí

Me apartó de la bandera

Y la terminó de bajar

Yo me quedé sorprendido por su violencia

Mis amigos ya no se reían

Cuando terminó de bajar la bandera me miró y me dijo

“Hace unos años nos obligaban a tratar a esta bandera con respeto

Y ese respeto que nos costó mucho entender se ha perdido

Es importante la historia

Pero vos sos un mocoso atrevido

Y ahora pensás que soy una vieja loca

Pero el día que la dictadura vuelva te vas a acordar de esto

Y de cómo trataste a esta bandera”

Toma para vos y tu tía Gregoria!

Hasta el día de hoy lo cuento y me da escalofríos

No me acuerdo de cómo se llamaba la madre de aquel amigo del basket

No importa

Solo me importa como ella definió de alguna manera

Lo que la historia significaría para mí de ahí en adelante

La historia sería para mí

La amenaza

La letra que con sangre entra

La dura lección que la vida me daría algún día

La historia

Siempre pronta a reaparecer en cualquier momento

A caer con toda su furia en el presente

A obligarme a respetar a la bandera

A hacerme pagar por mis pecados

La historia como la religión me daban miedo cuando era más chico

Y algún vestigio quedó

Pero yo no creo en Dios

Y mucho menos en su puta fiel

La Historia.

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Telepatía http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/telepathie/ http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/telepathie/#comments Mon, 05 Jul 2010 16:12:57 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=391 La telepatía será el género literario del futuro: lo ensayamos, aunque de forma primitiva, a través del chat. La poesía de hoy es la metáfora tangible de una imaginaria quinta dimensión, una muestra visual de nuestras comunicaciones mentales. El lenguaje reproduce el movimiento orgánico de la naturaleza y de la imaginación, de la misma forma en que los mayas representaban el ciclo de los astros, a través del juego de pelota. Lo que existe es un enorme texto que todos deberemos escribir de forma interactiva, más allá de las páginas y las pantallas.

Nuestra historia común, transmitiéndose telepáticamente. La historia se comunica de una cabeza a la otra. El que la lee y escribe es un astrólogo y un cosmonauta espiritual que ha podido visualizar lo que esconden las palabras en su negrura. Su tiempo es medido por un reloj que no se ha detenido, sino que sólo avanza y retorna: de un segundo al otro. El que escribe la historia no es un observador aislado, su propia escritura lo modifica y altera radicalmente. Su acción constituye un devenir constante hacia afuera y hacia adentro. No hay final, tampoco hay un lugar donde la trama pueda comenzar. Todo libro está vacío, hasta que alguien lo abre y descubre al gato muerto hecho poema épico, o al gato vivo con la forma del lirismo más iluminador y abrasivo. La muerte es un dilema cuántico, igual que la lectura. Y la historia es el texto público que debemos intervenir.

Un delirio platónico me hace creer que los lectores de este artículo conocen muy bien la historia de mi país, sólo que no la recuerdan. Ahora ya dieron varios search en Google y, ¡zas!, la han recordado. ¡Muy bien hecho, amigos! Ni siquiera necesité contarles nada por la vía mental. Claro que si requieren de algunos detalles extra, ya saben que es cosa nomás de preguntarme. ¿Qué me dicen? ¿Cómo está eso de que no creen en la telepatía? Les pondré un ejemplo: en el libro Leyendas de Guatemala, de Miguel Ángel Asturias, aparece un personaje inolvidable, “La Tatuana”, una mujer que está encarcelada y tiene el tatuaje de un barco estampado en el brazo. En vísperas de su ejecución, por endemoniada, “La Tatuana” dibuja ese mismo barco en la pared de la cárcel (o en el aire) y logra zarpar, huyendo, hacia un mar invisible. No necesito contarles más, ¿no es cierto? Los detalles de esta historia se los he transmitido telepáticamente, ¿verdad que sí? Es una buena conclusión la vuestra: la poesía es el tatuaje y es el mar que uno dibuja para salirse de la cárcel del cuerpo y de nuestra angustia por un destino impuesto. ¡Bien! La poesía es imaginar tanto un mundo paralelo, que de repente, ¡zas!, uno ya está ahí.

¿Qué me dicen ahora ? ¿Creen que los estoy invitando a escapar de la historia? Para nada, queridos. No estoy planteando una simple evasión del desierto de lo real, más bien intento formular aquí una idea de poesía como la imaginación de aquello que todavía no nos hemos atrevido a vivir y, al mismo tiempo, como un dispositivo capaz de agregarle dimensiones al hecho histórico del cual nos tocó ser protagonistas, o víctimas. “La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos”, dijo cierto filósofo alemán bastante conocido… la poesía, entonces, deduzco, deberá ser una estrategia para producir sueños lúcidos que nos permitan superar el trauma histórico individual y colectivo, rediseñando el futuro a partir de los datos más intensos con los que se ha fijado el pasado en nuestra memoria. Superamos la pesadilla, al comunicarnos telepáticamente. Imaginando el mar.

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“Las morales de la historia“ http://superdemokraticos.com/es/editorial/die-lehren-der-geschichte/ Sat, 26 Jun 2010 19:05:17 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=387 Así se titula la traducción al español del libro de Tzvetan Todorov, publicado en Francia en 1991, bajo el titulo Les morales de l`histoire. Es un compendio de ensayos, de casos históricos como la conquista de América, que desarma la perspectiva unilateral de las “Ciencias Humanas” o “Humanidades”, como se llama a las facultades que agrupan a materias como la historia en las universidades.

Todorov centra su tesis en la crítica a la metodología científica, teóricamente desprovista de “moral” y sentido político, que constituye el discurso histórico colectivo de una sociedad. Nos invita a ponerla en duda, en la medida en que nos propone reconocer que en la descripción de un acto humano, hecha por otro humano, ya la selección que se hace de las palabras para construir el texto es un “juicio de valor”. Cada adjetivo está escogido desde una subjetividad y desde un sistema de valores. Resumiendo: cualquier texto escrito, también el literario, no es más que una instantánea, una polaroid, del momento por el que atraviesa la cultura en la que ha sido escrito y sobre todo, es una foto del observador, del sujeto que escribe. No necesariamente la verdad ni necesariamente una mentira.

El Zeitgeist, la época a la que nos refieren la mayoría de los autores esta semana, es de descrédito a la institución Historia, escrita con mayúsculas. Sea porque el país ha desaparecido, sea porque la distancia con el Estado que dirige el discurso oficial es enorme, sea porque una revolución debe autodefinirse y crear sus propios mitos, sea porque la migración y el aprender otra lengua nos obliga a rebuscar en nuestra identidad. En cualquier caso nuestra visión de la historia es personal. La memoria de nuestros mayores es la que prevalece.

Como escribe Luis Felipe Fabre en su ensayo: “Me gusta pensar en mi abuela así: una niña recolectando pedacitos de historia como otros niños recogen caracoles en la playa o como otros cazan luciérnagas.”

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La memoria, esa gelatina vencida http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/die-erinnerung-diese-bezwungene-gelatine/ http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/die-erinnerung-diese-bezwungene-gelatine/#comments Mon, 21 Jun 2010 20:33:28 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=322 Sentado sobre la Historia de mi país me encuentro bajito en comparación con la historia de la humanidad, con la historia del mundo, con la historia del universo. Hace días que recuerdo la última frase de Blade Runner “Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.”. Algo así mi país, algo así la historia de mi vida, una lágrima en el océano de los océanos. ¿Qué significación puede representar el océano para esta lágrima?

A veces siento, como hoy siento, que la historia no significa nada. La dictadura de mi país, dictadura cívico- militar establecida entre el 27 de junio de 1973 y el 28 de febrero de 1985- no significa una sola cosa. Por supuesto que significa cosas diferentes para un militar que para un civil, e incluso significa diferente para mi padre que para mí. Pero incluso significa diferentes cosas para mí mismo. Entonces, cuando todo significa tanto, ya no significa nada. Cuando todo es posible ya nada lo es.

Vuelvo sobre este tema de la historia vs memoria, porque me parece significativo. Es la memoria – lo que recordamos en función de lo que vivimos, la que construimos en funciones de lo que decidimos olvidar- la que reviste mayor importancia para mi vida. ¿Qué es la historia para mí? Unos datos seleccionados arbitrariamente sobre hechos ocurridos de los que sólo me llegan versiones. ¿Qué es la memoria para mí? Todo. Porque la memoria, acepta y se asume, como compleja, dudosa y arbitraria. Es mi memoria, no la de los demás.

Me gusta el cliché que sostiene que la memoria es un álbum de fotos. Reconozco que me costó poner una metáfora tan superficial y usada, pero es que cuando no se encuentra una mejor, a usarla y a otra cosa.

La historia, por otro lado, es el orden que decido darle a esas fotos en función de mi vida actual. ¿Qué historia me cuenta esta foto en relación a mi presente?

Sé que me estoy divagando, soy así, confuso, nebuloso, gris… como la memoria.

Primera foto, yo con 7 años, tal vez menos, 5, 6… me despierto en medio de la noche y llamo a mis padres, llamo una y otra vez, ellos no están, me pongo a llorar, grito, no vienen, me bajo de mi cucheta, camino por el pasillo hasta la puerta de ellos, lloro, no abren, lloro y lloro, la noche es larga y nada pasa nada nada nada veo mi maño golpenado en la puerta de mis padres una puerta blanca y nada nada nada. De repente siento las llaves en la puerta principal, mis padres llegan a casa, no sé de donde vienen, no lo recuerdo, no sé si de verdad estaba solo, no sé porque lloraba tanto, no sé cuánto tiempo pasó. La siguiente foto, sucede esa misma noche, mis padres me dejan acostarme con ellos, me dan un pote de dulcedeleche que yo devoro con ansia, me calmo, miro la tele con ellos y me duermo.

La historia dirá que nunca más volví a comer dulcedeleche de esa forma, ya que casi ni me gusta el dulcedeleche, me empalaga, también contará la historia que mis padres se separaron al poco tiempo y luego se divorciaron, que nunca más volví a compartir una cama con ellos ni a pasarme de mi cama a su cama como hacen los niños. La historia dirá que nunca más me volvió a doler el oído. Mi memoria no lo recuerda, pero mi historia lo confirma. La historia hará especulaciones relacionando el abandono de esa noche con el abandono posterior de mi padre que se fue de casa con el abandono de mi madre cuando tenía 18 años para irse a otro país con el abandono de todo lo que en mi familia continuamente se ha ido.

Yo no creo en eso, primero porque no creo en el abandono, sé que nadie me abandonó, no creo en los cierres definitivos ni en los adioses para siempre ni siquiera creo en la muerte y como dice Calamaro “seré inmortal hasta que me demuestren lo contrario” para mí, por más que la historia lo pruebe y lo escriba en libros, no existen los padres que se van a comprar cigarrillos y nunca vuelven como tampoco existen los héroes.

En su lugar, creo en los equilibrios, en los cambios, en las transformaciones, que mi familia varió su forma y que aún hoy tengo una familia distinta, que mi gusto evolucionó y que hoy me gustan otro tipo de dulces, que mi forma de gritar y llorar cambió, como todo sigue cambiando, que nada volverá a ser como aquella noche, y no hay problema, realmente no lo hay, estoy mejor sin ese pote de dulcedeleche.

La Historia tiene un gusto a determinación y punto final que no me gusta, la memoria en cambio, esa puta que se acuesta con cualquiera de mis pensamientos e intenciones, esa niebla frágil e inestable, esa gelatina vencida, esa me gusta.

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