LSD – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 Brazos Abiertos http://superdemokraticos.com/es/editorial/offene-arme/ Sun, 17 Oct 2010 13:41:38 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2992

Estoy triste. Los superdemocraticos se despiden con sus últimos textos, hacen balance, se saludan unos a otros y los traductores resumen sus experiencias, a partir de preguntas dadas en un espacio digital anónimo en el que han participado como individuos. Son los activos en un dialogo que comúnmente se pierde en el silencio, con el lector, en el lector. ¡En total tuvimos 12.000! Nuestros espíritus silenciosos en la oscuridad del ciberespacio, que con frecuencia no dejaron un eco en los más de 200 ensayos que actualmente pueden leerse en este blog. También entre los autores alemanes e hispanohablantes se produjo un silencio sorprendente, un callarse conjunto.

De todas maneras estoy segura de que todos los que han tomado LSD, han podido ver sus „yos a través de los tus“ (Pedro Alexander). No fue un trip, no fue un sueño, fue una fantástica colección de ideas, sentimientos, visiones, una „patria virtual compartida“ (Liliana Lara), un „ejercicio de escritura“ como „etapa inicial“ (Maria Medrano) de rutas submarinas intelectuales parecidas, que todavía deben construirse. Si hemos conseguido suprimir las viejas estructuras de poder entre Europa y América latina por estos cuatro meses, si van ha extrañar a las personas que esperan encontrar algún día (¡como yo!), entonces creo que estas conferencias globales por Skype,  han funcionado como una pequeña feria del libro, no se suspenderán. Nos leeremos y amaremos de todas maneras -y estoy segura de que una y otra vez volveremos a encontrarnos. Nos reconoceremos en los ojos y con los brazos abiertos. En eso soy optimista y como Juan Gelman, que siempre lee a Shakespeare y a Carvantes, como Alan Pauls que lee las porciones para singles en el supermercado Kaiser’s, por ejemplo „una rodaja de mozarella“, como obras de arte yo seguiré leyendo, releyendo, leyendo de nuevo. Este no es un final, es el principio de algo.

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Cuando todo es posible, ya nada lo es http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/wenn-alles-moglich-ist-dann-ist-es-gleichsam-nichts-mehr/ Thu, 16 Sep 2010 20:26:54 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1940 La globalización no existe, lo que existe es una masificación de la dominación de las culturas fuertes sobre las débiles. No lo digo yo, lo dicen muchos teóricos y estudiosos más serios que lo que yo puedo llegar a ser, justamente uno que leía el otro día. Pero parece revestirle algunos gramos de razón. MASIFICACIÓN DE LA DOMINACIÓN DE LAS CULTURAS FUERTES SOBRE LAS DÉBILES. Toma para vos y tu tía Gregoria! Después de una frase así uno como que se rinde y se convierte a la teoría. Me interesa lo que dice esta frase rimbombante y me hace recordar a una anécdota.

Hace unos meses discutía con un teatro de Londres –al cual le tengo gran admiración– sobre un pedido de escritura que me habían hecho. Yo tenía que escribir una obra sobre la realidad de mi país, otorgándole por supuesto mi punto de vista y mi voz literaria, por decirlo de alguna manera. Decidí entonces escribir una obra que utilizara el tema de la dictadura, o mejor dicho, las resonancias de la dictadura en la vida de las personas. Pero le di muchas vueltas, ya que quería hacerlo desde una mirada personal. Decidí hablar sobre una familia con una hija desaparecida en la época de la dictadura, esa familia se habría construido desde entonces, en torno a la ausencia de su hija. Un día- esto sucede ya en la obra- descubren que su hija fue secuestrada durante la época de la dictadura, pero no por los militares, sino por los extraterrestres. La dictadura existió, hubo desaparecidos, solo que su hija no fue una de ellos. Cómo reaccionaría esta familia al descubrir de la noche a la mañana que todas las ideas sobre las cuales han construido valores y pilares morales, han sido erróneamente construidos? Los extraterrestres vuelven entonces a invadir el planeta y la obra sigue y sería muy largo de contar. El asunto radica que en el diálogo con el teatro londinense, ellos me valoraron muy positivamente la obra pero me sugirieron que repensara el asunto de los extraterrestres, pues parece ser un recurso ajeno a la dinámica y tema de la obra, que atentaba contra el verdadero valor que, para ellos, era hablar sobre la dictadura.

Aquí se suscita un diálogo que trataré de reproducir fielmente, con las disculpas de la memoria, ya que primero no recuerdo exactamente las palabras y segundo que fue a través de un intercambio de varios mails. Al principio contesté que si yo sacara los extraterrestres, la obra se tornaría una obra más sobre la dictadura uruguaya y a mi ya no me interesaría escribirla ya que sería abundar en la cantidad de obras sobre la dictadura que ya existen. Ellos me contestaron que les parecía curiosa e interesante mi respuesta ya que les parecía extraño que habiendo tantas obras uruguayas sobre la dictadura, ellos nunca hubiesen leído ninguna. A lo que contesto que sería interesante para mí saber si quiera cuántas obras uruguayas habían leído, y les adjuntaba en el mail, una lista de 15 obras uruguayas sobre la dictadura. La respuesta era evidente, no habían leído ninguna obra uruguaya por lo que los extraterrestres se quedaron y mi obra acaba de estrenarse hace un mes, claro no en Londres sino en Montevideo,

Moraleja, la globalización no es global, no ha llegado a la dramaturgia uruguaya como no ha llegado a cientos de lugares, ya que puedo leer y conseguir rápidamente obras alemanas, francesas, americanas, incluso brasileras y argentinas… pero como hago para acceder fácilmente y de manera rápida a la dramaturgias marroquíes, o costa rícenses, iraníes, finlandesas, o por poner un ejemplo más excepcional, asiáticas.

Es que no es simplemente un asunto de culturas fuertes y débiles – ya que nadie puede negar la fortaleza de las culturas anteriormente mencionadas- sino que uno tiene que continuamente ponerla en comparación con sus vecinos y a ellos sumarle las barreras naturales que pone una cultura en función de la otra, y no me refiero sólo al lenguaje.

Tenemos esta sensación de que la globalización y la Internet van de la mano, haciendo llegar todo a todos lados, pero realmente sabemos que aunque el mundo este cada vez más conectado, esto no alcanza para globalizar la riqueza, ni el poder, si quiera la información. Ahora hay que saber llegar a ellos, hay que saber buscar, uno se pierde en el mundo de datos como uno se pierde en el mundo. Es increíble pensar que la dramaturgia uruguaya, al menos gran parte de ella se encuentra disponible en la web en la siguiente página www.dramaturgiauruguaya.gub.uy pero esto no la hace global, no la pone al alcance del mundo, ni siquiera la hace acceder a circuitos en donde seguramente están ávidos de su lectura. El desafío sigue pendiente, porque en un mundo globalizado, los límites siguen siendo tan fuertes como cuando no lo era. De cierta manera, pesimista sin duda, pero con la esperanza optimista de que este no es el fin, sino una simple etapa, yo siento a la globalización como esa frase de Baudrillard “cuando todo es posible, ya nada lo es”.

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Axolotl Cyborg http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/axolotl-cyborg/ http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/axolotl-cyborg/#comments Thu, 16 Sep 2010 06:25:16 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1789

Axolotl. Foto: Ethan Hein, http://www.flickr.com/photos/ethanhein/

Estoy seguro de que ninguno de ustedes se ha preguntado jamás cómo percibe la globalización un ajolote secuestrado de su hábitat natural y que ahora vive en esta pecera que con tanto cariño he acondicionado.

La primera cuestión que le viene a la cabeza al bicho, es el origen de mi crueldad. Por cuál razón lo saqué de su hermosa casa en la laguna de Chapultepec, México, para traerlo a un frío espacio cerrado de la Ciudad de Guatemala. Tampoco termina de entender esos sonidos que se cuelan por las aguas causando un pequeño oleaje. Prefiere que ponga al más alto volumen la música más pesada, así puede ejecutar pequeñas destrezas de su época de surfer de los charcos. Cannibal Corpse lo enloquece. De los nacionales se queda con Evilminded, sin dudarlo.

El acento mío y de mis amigos no le resulta demasiado extraño a esta salamandra mexicana. De vez en cuando usamos la expresión “pinche” y hasta llegamos a decir “buey”, como remate de frase. No cantamos mal las rancheras. O sí las cantamos mal, pero con idéntica enjundia. Esto le ha hecho un poco menos traumática la mudanza. Aquí Los Tigres del Norte también rifan. Claro que cuando ya estamos muy borrachos nos gusta rescatar lo “nuestro” y entonces nos echamos el danzón con alguna pieza (país de las guapas mujeres y de la marimba, dicen) de Checha y su India Maya Caballero.

Este ajolote se nutre de música y de las radiaciones tóxicas que la minería a cielo abierto deja por estas tierras. Gracias a esto ha desarrollado la habilidad de leer y navegar por Internet, sin necesidad de un teclado. Vivo con un batracio telepático y le encanta husmear en mi correo electrónico. Le parece muy divertida mi correspondencia, con todos sus enredos, pasiones. Bucea en mi Twitter y también se entretiene leyendo los textos que colecciono como material investigativo para la novela que actualmente preparo. Le entusiasma leer todo lo relativo al transhumanismo y sus posibilidades como herramienta para la activación de un nuevo tipo de conciencia humana global. Se plantea y debate consigo mismo algunos asuntos bastante complejos: si la hiperconectividad a la Web es el primer paso en el desarrollo de un cerebro colectivo; si él sería el primer replicante de una nueva raza Axolotl Cyborg; si yo en realidad no existo y soy tan sólo un holograma de su conciencia.

De repente el ajolote me mira a los ojos, repitiendo la escena de aquel cuento de Cortázar. Se pregunta si nos ha pasado lo mismo que a los personajes y yo estoy ahora adentro de su cuerpo, pensando al interior de su piel tan fina. Me hago la misma pregunta, mientras lo veo girar y dar una vuelta de carnero espectacular que amenaza con recomponer el universo. Respiro, me tranquilizo. Todavía estoy de este lado de la pecera.

Para mi salamandra fluorescente el asunto de las lenguas no está del todo claro. Con frecuencia olvida el idioma en que ha leído un texto, lo cual le hace pensar que la mente aprovisiona las ideas en un código no necesariamente lingüístico. Hace poco quiso contarle a unos pececitos de colores que la poesía era el dispositivo histórico (genético) que usamos para cuestionar a las configuraciones de lo que percibimos como realidad material. Que a través de ella, de la poesía, evolucionamos. Luego, con elegancia, lanzó un haiku japonés que originó una pequeña hilera de burbujas. Pero, vamos, lo había dicho todo con un tono tan doctoral y flemático (como de filósofo alemán), que me resultó muy chistoso percibir la indiferencia de los peces. Estos pobres difícilmente saben si viven en el siglo XXI ó en el paleolítico. Y el Siglo de Oro, o el Romanticismo, ya que estamos, también les valen madres.

A mi Axolotl Cyborg, a fuerza de mirar tanta televisión por cable, lo ha terminado conquistando la publicidad. Incluso ha llegado a concebir un excelente producto, una marca, algo que le gustaría mucho comercializar: una serie de tapas de libros de Thomas Pynchon para que los pececitos de colores puedan forrar sus libros de Paulo Coelho, y así consigan leer sin ser víctimas de discriminación en entornos hipster. Le informo que en este país no tendrá mucho éxito su iniciativa, pues la gente directamente prefiere no leer. Lo hip por acá es no saber nada y acudir a fiestas electroclash. El ajolote se asusta y me hace prometerle que en mi próximo viaje a Buenos Aires lo dejaré acompañarme, para que pueda chapotear por las librerías. Hay unas muy buenas, le digo.

Sí, se me ha ido convirtiendo en un cínico y un confianzudo este animalito. Pero la verdad es que lo acepto así, con todos sus defectos. Es lo mínimo que puedo hacer después del daño que le he ocasionado, arrancándolo de su idílico entorno natural (donde convivía con tepocates y desechos industriales), trayéndolo a vivir a este nuevo paisaje: un hábitat que consiste en una pecera traslúcida puesta de frente a varias pantallas.

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Atrapasueños http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/traumfanger/ http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/traumfanger/#comments Thu, 16 Sep 2010 06:20:51 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1656

* La globalización llegó para mi de la mano del hipertexto, a través de la débil señal de un módem conmutado que hacía ruiditos nocturnos, interplanetarios. Yo estaba estudiando, y en ese entonces no me imaginaba que no sólo nunca iba a trabajar como periodista, sino que el tiempo, los microprocesadores y la globalización me harían sentir que estudiar periodismo fue como estudiar para operadora de telégrafos.

* En el dos mil uno, entre los tiliches peruanos y ecuatorianos en un mercado de artesanía en Sudáfrica, vi que colgaba un pequeño atrapasueños de plumitas naranja. Ese círculo sagrado repetido en cantidades industriales, moldeado en plástico y acrílico, llevado hasta sus más ridículas expresiones, era el que iba a invadir de forma viral las habitaciones de cientos de miles de adolescentes alrededor del mundo, tratando de detener en vano la pesadilla colectiva del nuevo milenio.

* En ese mismo año estaba siendo no-periodista, ya trabajando con gente de todas partes del mundo, tratando de entender las cosas que pasaban en San Francisco, en Seattle, en Porto Alegre, en Buenos Aires, en Bangalore… todo al mismo tiempo. Las cosas se empezaban a sentir diferentes. En los años siguientes aprenderíamos que tenemos más en común entre nosotros que con los vecinos del departamento de al lado, esa señora que insiste en hacer sus pagos en las oficinas centrales de la compañía de electricidad, y que hace la señal de la cruz cuando en las noticias mencionan al partido socialista.

* Todos mis amigos eran activistas. Juntos, estábamos en contra de muchas cosas. Años después nos daríamos cuenta de que estábamos de acuerdo en muy pocas. En aquel entonces hablábamos de la globalización y sus efectos devastadores, de la violencia económica, del crujir de las estructuras. Escuchábamos venir de lejos el rumor de una manada rabiosa e incontenible, una máquina que comía pobres y escupía sus restos, empacados y etiquetados para el mercado de exportación. Todas esas cosas iban a pasar, y más.

* La globalización encuentra su territorio transaccional en los aeropuertos. De tanto visitarlos, me han empezado a consolar sus convenciones gráficas universales de vaya para allá, siéntese aquí, de aquí no pase. Los aeropuertos y sus comidas blandas e inofensivas, su literatura uniforme, sus anuncios multilingues en el sistema de sonido. Este hombre de negocios que es igual a todos los hombres de negocios, esa niña que va de vacaciones a descubrir su verdadero destino entre los pobres de la tierra, esos viajeros que parecen siempre estar dormidos, esta señora tan silenciosa y sus hijos, acompañados por un oficial de la UNHCR.

* A veces mientras estoy cortando un pedazo de papel me doy cuenta de que no es del todo descabellado conjeturar que esas tijeras fueron hechas en china por el primo del chino que hizo estas otras tijeras. Este libro que me gusta a mi, que te gusta a vos en Alemania, también le gusta a algún tipo en Singapur que lo va leyendo en uno de esos trenes donde no roban carteras. Y me gustaría dar por cierto que anoche, cuando me desperté para abrir la ventana porque hacía mucho calor, había al mismo tiempo una mujer en Senegal o en Croacia viendo hacia el mismo punto en el cielo y pensando en mi.

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El país de los debiluchos http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/das-land-der-weicheier/ Wed, 15 Sep 2010 13:11:26 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1952 Escribo desde un país que me protege en todo el mundo de malas experiencias, a mi, niño burgués de centro izquierda, (todavía) cercado por la suavidad del algodón. Nunca he sido discriminado, al menos no deliberadamente y mucho menos por mi raza, cultura o mi nacionalidad. Alto, delgado, blanco y bien vestido en realidad me va bien en todo el mundo – esa es al menos mi experiencia hasta el momento. Todavía no he fracasado frente al portero de ningún club, todavía no se me ha negado ninguna membresía e incluso la Homeland Security de los Estados Unidos me saluda aburrida. La cúspide de la discriminación en mi vida fueron algunos pinchazos anti- alemanes de un estudiante de intercambio noruego. En todo el sentido de la palabra: ¡Un chiste!

Lo que saludo y aprecio de este país, me parece en las preguntas sobre la sensibilización contra la discriminación como un maleficio: A los alemanes alemanes (es decir a los niños blancos hijos de padres alemanes y nietos de abuelos alemanes) nos parece imposible no estar en el lado soleado de la vida- a menos que voluntaria y conscientemente nos decidamos por la pobreza y la ilegalidad, pero en ese caso no tiene que ver con discriminación, sino con estupidez y adicción a la experiencia.

¿Decir que a través de la no discriminación evidente, soy doblemente discriminado es un sofismo? La frase “también yo quiero sentirme discriminado alguna vez”, con la que empezaba la primera versión de esta colaboración, lo sé, va demasiado lejos. Sin embargo me parece que encierra el punto decisivo frente al debate que se desarrolla en este momento en Alemania sobre la integración de los inmigrantes musulmanes: ¿Cómo puede comprender el promedio de los “alemanes de origen”, como son llamados ahora por algunos, abarcar, entender qué significa ser discriminado por su procedencia, cultura o color de piel? ¿Cómo puede alguien que pertene a una idiosincrasia y a una raza que parecen protegerlo en todo el mundo, contemplar la situación de aquellos que no encuentran entrada a esa cultura o lo que es peor, que les es negada la entrada?

Sin la experiencia de una discriminación cotidiana, solo puedo imaginarme cuan impertinente puede parecerles a los afectados que ahora en este país, aquellos que discriminan al colectivo de inmigrantes musulmanes de golpe empiecen ellos mismos a hablar de “discriminación” cuando son fuertemente criticados – no solamente desde las filas de esos inmigrantes- La experiencia de una verdadera discriminación por religión, cultura o color de piel, compartida por todos los habitantes del país, asfixiaría la sublimación de la cultura, la ruptura de tabús, ese “bueno uno debería poder decir…” en sus germenes.

Hasta que lleguemos a eso (algo que no puede suceder, sería una paradoja) uno tendrá que volver a decir que los “alemanes de origen” burgueses son unos debiluchos ignorantes, a los que les haría bien que alguién en algún momento los discrimine- mientras esa gente (nosotros) se arregla con su su soberbia- y los convierta en una minoría que se integra difícilmente.

traducción Rery Maldonado

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Reflexiones sobre la violencia http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/zur-kritik-der-gewalt/ Tue, 14 Sep 2010 07:19:44 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1812 La salida del sol es un gran acontecimiento en la cotidianidad berlinesa. Su luz anuncia la llegada de la gracia, del gozo y de la alegría a la fría ciudad. En días soleados se camina con otra cadencia y el regocijo general hace que la tolerancia se asuma como fidedigna. La ciudad parece alborozarse en una magnitud sin parangón. El amor surgiría entonces de cualquier acto de fe, esparciéndose por doquier.

Sabine salio ese día a caminar por su ciudad. El brillo de su dorado cabello bajo el sol cautivaría a todos los amantes de Sjöfn, representante nórdica del amor. Pero era martes y Tyr, dios de la guerra, miraba a través de sus ojos.

Daniel rebosa juventud. Es un año menor que Sabine y su piel relucía bajo el sol cual mármol negro. Él se siente de aquí, aunque llamaría a Sjöfn, Vishnu y a Tyr, Shiva.

Ambos han nacido en Berlín, pero la ciudad no les pertenece al uno y a la otra del mismo modo. Ese día no van con sus bicicletas, prefieren utilizar el transporte público. La estación de Metro de Schlesienalle es como otra cualquiera, un poco sucia, con álgida luz y peculiar olor. Una cámara de seguridad nos muestra a estos jóvenes llenos de vida. Él está parado a medio metro de los rieles, cuando ella entra en la estación y se le acerca. Se sitúa a su lado, le dice algo. Gesticula y parece gritar. Es temprano en la mañana, quizás él se asombró, yo lo hubiera hecho. Le intenta dar la espalda desentendiéndose de la situación. Ella quiere pelear. Se  abalanza sobre él y lo empuja a los rieles. El tren viene en dos minutos. Un par de personas que estaban cerca y habían presenciado el hecho, rompen el estupor de la mañana e intentan sacarlo de los rieles. Daniel contará mas tarde que sus ejercicios como defensa del equipo de fútbol local lo ayudaron a reaccionar rápido. Hay sudor en casi todas las caras. Todo ha sido muy rápido. Se acabo la frescura  y el ambiente se cargó de pavor. Poco importa si salió o lo sacaron: está vivo. Más que daño físico, es un choque lo que le acomete. Todos están impactados. Con el zoom de las cámaras de seguridad se puede ver el rostro de Sabine, no muestra emoción alguna. Tyr siente por ella. Corre al otro lado del anden y se monta en el metro que va en la otra dirección. Se aleja… Ninguno de los presentes ha podido reaccionar aún. Luego alguien llamará a la policía, la detendrán y será interrogada. No hay arrepentimiento en ella, hay odio… ¿Por qué?

Son las siete de la mañana y Thilo Sarrazin escribe su libro: “Alemania se deshace”. Su hermano Nicolás Chauvin, inmortalizado en “La Cocarde tricolore”, le dicta el texto. Lo que escribe no lleva en sí la llama de la vida, sino las cenizas de la derrota. A ellos un Heine moderno les diría:

Los tejedores de Berlín.

Caminan por la ciudad con el ceño fruncido.

Se sientan frente a una cerveza  y aprietan los dientes;

Alemania, nosotros no vamos a tejer tu mortaja,

Tejiendo así nuestra propia maldición.

¡No tejemos, no tejemos!

Bendita nuestra religión, la religión de la intolerancia.

En soledades y linchamientos,

En ti creemos y te imponemos,

Nos engañamos, nos destrozamos.

¡No tejemos, no tejemos!

Bendito el gobierno, el gobierno de los ricos,

Que no puede curar nuestra miseria,

Que nos quita hasta la ultima esperanza

Y nos deja morir como perros.

¡No tejemos, no tejemos!

Bendita la falsa patria,

Donde la humillación y la vergüenza corren de la mano,

Donde cada flor con el despuntar se troncha,

Donde los podridos gusanos en festines se regocijan.

¡No tejemos, no tejemos!

No hay lágrimas en sus miradas sedientas.

Alemania, tus  tejedores no tejen,

Ni de noche ni de día.

¡Nueva Alemania tus tejedores no tejen mas!

Me voy a organizar

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