libertad – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 En el escurridizo borde de la huida http://superdemokraticos.com/es/themen/neue-welt-im-netz/am-fliehenden-rand-der-flucht/ Mon, 21 Nov 2011 07:34:10 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=5838 La red está al acecho. Registra cada movimiento. Así como cuando hay una helada y cada movimiento en contacto con el aire frío produce dolor, el Internet también cristaliza cada movimiento, lo hace visible, lo aísla, lo solidifica. Esos arcos que antes me sirvieron de cimiento, hoy tengo que protegerlos contra el Internet, así como si me llevara a mí misma sobre mi cabeza en forma de un holograma sensible al agua, mientras camino contra corrientes impetuosas. Pero aun así vivo bajo el principio de que a la corriente hay que lanzársele sin vacilar.

Nunca me hubiera imaginado que fuera técnicamente posible que hubiera corrientes en todas partes.[1]

A mi vida libre la compone la distracción. Ante cada bloqueo en una tarea hay otras que podrán ser resueltas más fácilmente. Así de posmoderna, al igual que mis células, funciono. Mi trabajo no es una línea de trabajo fijo, sino más bien es una habitación llena de osmóticas fronteras fluyentes, en las cuales flotan ARN, proteínas, etc. (instrucciones de trabajo y copias) donde yo agarro la primera que se me atraviese, que debido a su naturaleza y mi disposición me parezca atractiva. Así funciona mi cerebro, mi ingestión de alimentos y mis amistades.

Esto me atrae a personas que encuentran placer en el Internet y tienen sus modos de vivir. En la ciudad, en caminos rurales, en fiestas jardín, en discotecas, siempre estoy en la huida. De ahí no sale un estilo de vida. Siempre estoy de visita. Agradecida cuando le caigo bien a la gente. Agradecida también por las estructuras, por las obligaciones (de las que huyo con demasiada facilidad), por los ritmos. Si no hay Internet, hay un montón de trabajo que no puedo hacer. Esto facilita la orientación. Si allá afuera parece inhóspito, esto refuerza mi resolución de quedarme en una sola cosa.

Al Internet uno lo puede conocer, construir, es análogo a las estructuras del pensamiento. Puede ser una sonrisa si uno entiende su música. Es como la obra de un compositor, tiene que poderse leer, que apercibirse. La partitura en sí no es sensual. ¡Qué enorme es la nube de competencia ahora existente! Y los sistemas son aún más complejos, el Internet siempre nos lleva la delantera en todos los sentidos, como al proteo el suelo, como a la ballena el mar. En este aspecto somos competentes, pero a un final no llegaremos nunca.

Freedom is wasted on the free, canta Neil Hannon (Divine Comedy).

No formo parte del Internet, tampoco de una familia, tampoco de una universidad. Pero hacia allá me arrastra. ¡Ya no quiero producir resultados! Desearía que se me integrara en un proceso de trabajo. En uno que no me haya inventado yo misma. ¿No significa eso simplemente que no sé manejar la libertad de mi libertad laboral? O sea, que también tiene otros componentes. Necesita la ficción de los resultados, de las hazañas, necesita la creencia inocente de poder acabar algún día y una teoría de la perfección excepcionalmente robusta para no volverse loco trabajando como autónomo. O uno mismo crea un puesto de trabajo en el que se entabla amistad con colegas que también revolotean libremente. Que estos sean también competencia, sería en una oficina exactamente el caso. Ese no es el problema. Las relaciones ambiguas son la regla. Y entonces se va formando poco a poco una orientación común, se elabora una actitud racional hacia el propio trabajo y su relación con las personas tan diversas con las que se tiene contacto, sin caer en la locura condicionada por el aislamiento. En este aspecto la libertad podría convertirse en el suelo de lo que de paraíso se puede construir con medios humanos. En el fondo, el aislamiento es fácil de aplacar en la libertad.

El problema de la libertad es el deseo. El deseo ya de por sí nunca es libre. Éste conoce los recovecos más enredados del alma, ahí donde echa raíces cuando todo se ha vuelto una pista de skate del deleite. Para reconocer un deseo hay que reconocer las limitaciones de la propia libertad. A falta de limitaciones en la libertad exterior contra la que normalmente el deseo reúne fuerzas, éste es difícil de detectar y chispea de un lado al otro inalcanzable. La posibilidad del Internet de ir siempre a otra parte, aparece como una derogación del sufrimiento. Uno sufre como mucho por torpe, porque tenía un resfriado o empatía. Quien conoce sus deseos y en ellos confía, actúa sabiamente tanto en el mundo como en el Internet, así como aquel que tiene y cumple un vigoroso programa. Sólo quien evita el sufrimiento llega a conocer esa extraña situación que es la abstinencia del sufrimiento, la cual es también una abstinencia de la felicidad. Para una eterna niña como yo que quiere lo que ve y olvida lo que no ve, el Internet tiene un efecto tan fatalmente protector como un corral para niños: Se puede ir casi a todas partes, pero no se está nunca en el lugar indicado. Y eso que a uno le interesa de verdad,  lo sé muy bien, se encuentra en otra parte.


[1] Tampoco lo es.

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Facebook es mi „ground control“ http://superdemokraticos.com/es/themen/neue-welt-im-netz/facebook-ist-mein-ground-control/ http://superdemokraticos.com/es/themen/neue-welt-im-netz/facebook-ist-mein-ground-control/#comments Mon, 07 Nov 2011 08:56:53 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=5506 Soy una usuaria ciega. No quiero saber nada de los peligro de la gente translúcida, en cuanto yo pueda blogear, postear o moverme como quiera en la red. Soy una escritora que no percibe cada impresión escrita que redacta como algo absolutamente de su propiedad, sino como algo que ella practica para salirse de sí misma, para tomar distancia, para una vez poder percibirse a sí misma desde fuera, en formalina o debajo del microscopio electrónico. Con tanto asombro como absoluta ingenuidad hago caso omiso de todas las advertencias, preferentemente de colegas, que quieren impulsarme, en pro de la esfera privada y por amor a la ética profesional, a no meterme en esas plataformas, y, si lo hago, a reservarme mi opinión sobre ciertas declaraciones, que un día podrían ser casi obligatoriamente utilizadas en contra de uno, tan pronto como estén plasmadas por escrito en Internet, sí, con una limitada alta probabilidad, pueden ser usadas, vendidas al mejor postor y como consecuencia final todo esto será dirigido en contra de uno mismo.

Que para eso en la mayoría de los casos no se necesite de una declaración propia, sino que Josef K. sea simplemente calumniado, solo para poder llevar a cabo El Proceso y que siempre se puede encontrar una razón y siempre se ha encontrado en la historia de la humanidad, para deshacerse tanto de una persona no grata como de un pueblo entero, parece ser irrelevante. No, cada uno, en dado caso, ha forjado su mala suerte, y esto tanto más, con la ayuda de blogs y de Facebook, eso es claro. Uno no debería, ojalá no, proporcionar información sobre sí mismo de modo tan complaciente y trivial. Aunque cada insignificancia de un Andy Warhols es leída con gusto e interés y al neurótico de Vechta, Rolf Dieter Brinkmann, incluso hasta hoy, uno de cada dos autores le sigue los pasos de muy buena gana, con las cuentas erradas del precio del envase, las expediciones artísticas a otras tierras y “Roma, una mirada” (Rom,Blicke: 1979). Tanta autocompasión burguesa de los artistas no se ha vuelto a imprimir. Quizás siempre he visto como un acto de obstinación, tanto como de liberación, el adelantarse al husmeador y no atribuirle menos importancia a las declaraciones colaterales vacías de contenidos, que a las obras significativas, aún cuando uno no se llame Warhola y no se acalore tanto por las cuentas erradas del precio del envase como Rolf Dieter Brinkmann lo pudo hacer. Yo soy la Queen del escenario marginal, siempre lo he sido, y una ferviente distraccionista. Visto de este modo Facebook me conviene, pero yo me inscribí por una sola razón aparentemente profana, aunque importante para mí. Yo quería ponerme en contacto con alguien, y la verdad no sabía cómo podía reanudar y mantener el contacto con esta persona. No había entre nosotros algo en común, que me pareciera suficientemente grande como para mantener un contacto casual. Y es que a veces uno simplemente no puede comunicarle a Houston su petición. Facebook era el “ground control” que hacía posible la participación y permitía que uno se enterara de algo. No es mucho más lo que yo quería de Facebook ¿y si he recibido más?. Si, claro, pero ese no era mi punto. Obviamente cometí todos los errores de un user de facebook que uno pueda cometer, acepté como amigos a todos los que de algún modo están asociados a mi trabajo, y hasta hoy no he logrado darle algún sentido de orden, no he armado listas, ni los he separado entre personas gratas y no gratas. Claro que sí me he vuelto más precavida con las peticiones de amistad, no demasiado precavida, pues, como dijo un buen amigo de la vida real, de la verdadera, al que veo muy poco, como a todos mis amigos, que veo tan poco desde que estoy viviendo tan a menudo en Sao Paulo: No risk, no fun. Y a mi me parece que de vez en cuando uno puede poner su libertad en peligro, para poder realmente sentirla con pasión. Precaución en sí nunca fue la mejor amiga de la libertad, esto cuenta también en facebook, pese a todos los justificados debates del parlamento alemán.

Traducción: Natalia Guzmán Díaz

 

 

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Libertad de información http://superdemokraticos.com/es/themen/neue-welt-im-netz/informationsfreiheit/ Sat, 05 Nov 2011 13:00:09 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=5336

(c) Caro Chinaski and Helena

¡Yo celebro y ejerzo la libertad del intercambio de información!
Esta red es un buen ejemplo de la “experiencia compartida”

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Desechos leche de máquinas http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/maschinenmilchmull/ http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/maschinenmilchmull/#comments Mon, 29 Aug 2011 07:00:40 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=4965 Siguiendo a Heiner Müller

Cuando ellos caminen por su cuarto con un cuchillo de carnicero en la mano, ustedes sabrán la verdad.

Amparado en acero fino, concreto de vidrio, Hartz IV*. Detrás mi repugnancia. Ella es un privilegio. Yo soy un privilegiado porque tengo tiempo para escribir este ensayo. Nosotros ya tuvimos nuestra revolución en 1989, así haya sido solo una contrarrevolución; ahora hagan ustedes la suya. En la soledad de un aeropuerto espiro. Mi reino por un asesino es H&M. Carcajadas en barrigas de muertos. La dignidad asfixia las esperanzas de cada generación en sangre, cobardía y estupidez. El cuerpo humillado de las mujeres. Todo sin la dignidad del cuchillo, de la llave de golpe de acero, del puño. En pocas palabras: pobreza sin dignidad. Una Alexanderplatz sobre-edificada, para que un 1989 no se repita. Rostros con cicatrices de la batalla del consumismo. Un carro de guerra centellea por una valla publicitaria, yo voy por las calles, tiendas de descuentos…donde los poderosos nunca ponen un pie. La repugnancia de cada día por la lucha por un puesto, por los votos, por las cuentas bancarias. La repugnancia de cada día grabada en las fachas de los hombres de acción. La repulsa pulsa por las mentiras en las que se cree. Las mentiras que vienen de los mentirosos, de nadie más. Las mentiras en las que se cree. Pues tu o mi repugnancia no son nada. Danos, pero no hoy, nuestro asesinato de cada día. Danos hoy, ya mismo, como un interruptor, nuestro asesinato de cada día. ¿Cómo se deletrea “comodidad”?. La repugnancia pegada a la palabrería del  Power-Point-Alemán en la radio, que fija 8 a 12 horas de jornada de trabajo,  pegada a la alegría por decreto en las fiestas de fans del mundial en Alemania (también llamadas Public Viewing, que en USA significa el velorio público de un muerto). La repugnancia pegada a la televisión, al Internet, que esta compuesto solo por arañas y moscas, nada más. La repulsa pulsa por todo lo que esta por venir.

Unido a mi unificado Yo, me voy a casa a matar el tiempo. Los zombis disecados en los pornos no mueven ni una mano. En sus vaginas se pudren los penes. Las redes sociales son la coartada de una generación que es tan cobarde que no se atreve a llevar a la calle, eso a lo que se le llama protesta. Los poetas subieron sus rostros al perfil del usuario, a su cuenta de usuario.

Los volúmenes de poesía se perdieron. Flema de palabras secretadas en mi insonorizada ampolla de historietas. Respirando calmada detrás de unas puertas de ala de gaviota, sangrando entre el montón, mi poesía no se ha vendido. Yo soy el banco de datos. Mis Yos poéticos son saliva y escupitajo, cuchillo y herida, diente y garganta, cuello y soga. Yo atiborro mi computador con mis datos. Yo soy mi prisionero.

A la llamada por más libertad, se lanza el grito por la caída del gobierno. En el balcón de un edificio gubernamental un hombre con un vestido mal ajustado, habla tanto hasta que la primera piedra lo golpea y le toca retirarse, a él también, detrás de la puerta de cristal antibalas. Se arman grupos, sus voceros se levantan. Cuando el tren se acerca al barrio de gobierno, se queda quieto frente a un acordonamiento policial. Algunos policías, si están atravesados en el camino, son arrastrados a la orilla de la calle. Marcha lenta de la cámara de un móvil por una calle de una vía hasta un parqueadero irrevocable, reubicado por peatones armados. La calle le pertenece a los peatones, durante el tiempo de trabajo y en contra de las normas de tráfico. La sublevación siempre comienza con un paseo. Mi poesía, si todavía se vendiera, se vendería en tiempos de sublevación. Tras la caída de las metáforas viene, después de un tiempo prudencial, la sublevación.

Yo no soy H&M. Yo no compro ahí. Yo ya no me inscribo, ni escribo… en una poesía que ya ni a mi me interesa. A mi alrededor, y sin preguntarme, se levantan viejas fachadas. De gente a la que mi poesía nunca le interesó, para gente, a la que nunca le va a importar nada. Una sociedad envejecida nunca se ha enfrentado con la muerte. La añoranza por la monarquía se levanta en forma de castillo urbano.

Vestido de sangre salgo a la calle. Desentierro el reloj de mi pecho, que era mi corazón. Lanzo mi ropa al fuego. Le prendo fuego a mi cárcel.

Traducido por: Natalia Guzmán Díaz

*Nota de traducción: Hartz IV es un nombre que se da a las recomendaciones surgidas de una comisión para las reformas del mercado laboral alemán en 2002. La IV reforma empezó el 1 de enero de 2005. Popularmente se usa este nombre para hablar de las personas que reciben seguro de desempleo del social por un largo periodo de tiempo.
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La muerte por delante http://superdemokraticos.com/es/laender/mexiko/den-tod-noch-vor-sich/ Mon, 22 Aug 2011 11:29:35 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=4932 No es que le gustara la guerra, es que siempre había querido matar. “La maestra”, le decían todos en el pueblo. Nadie se preocupaba de su nombre, ya lo habían olvidado y no tenían ningún interés en volverle a preguntar. Había llegado muy joven, de un pueblo tan pinche como lejano del resto del mundo. Había querido enseñarles a hervir el agua, a lavarse regularmente las manos, a protegerse para no llenarse de hijos, pero se dio por vencida. Desde que llegó ya se había dado por vencida, a sus 21 años ya era vieja, anciana, cansada. Por eso detrás de sus lentes de fondo de botella contemplaba apenas lo que tenía enfrente, enseñaba el abecedario, repetía con apatía las tablas de multiplicar, ni se inmutaba cuando los chamacos se daban de golpes adentro del salón. Ya estaba acostumbrada, cada nueva generación de huercos era peor que la anterior, pasaban de decir “pito” a decir “verga” con una facilidad increíble, de golpearse en el rostro a darse de pedradas en los huevos con singular alegría. Por eso no se sorprendió cuando, al desatarse la guerra, y al continuar, cada vez más jóvenes los que la iban armando.

Odiaba la guerra y las 50 mil muertes sin sentido, pero al igual no veía que hubiera muchas razones para aferrarse a la vida, y mucho menos en ese pueblo donde la tierra se cerraba y no entraba ninguna raiz, donde la gente vivía de caminar hasta la carretera, y mendigar naranjas, galletas a medio ruñir, sándwiches que los viajeros ya no querían. Hasta que a los pobladores del pueblo comenzaron a reclutarlos, cada vez más jóvenes. Y entonces ya hubo comida, ya hasta podían darse el lujo de olvidarse del agua lamosa y comprar agua embotellada. Siempre había querido matar, pero ya estaba demasiado vieja. A sus 35 años ya era una anciana, ya estaba agria, pasada. Así se lo dijeron, aventándola a un rincón del establo: “¡Esta qué!, esta es una pinche vieja, ya no jala”.

Fue en la calle principal, la única que tenía el pueblo, donde las agarraron. Iban al Centro de Salud, que de centro de salud sólo tenía el título garabateado encima de la puerta. La maestra, que también tenía que hacerla de médico, repartía ahí aspirinas y ampicilinas a como Dios le diera a entender. Eran tres muchachas las que la fueron a sacar de su jacal en la madrugada, hermanas las tres, y ninguna mayor de quince años. Le habían practicado a la de enmedio un aborto casero que había terminado en una hemorragia que no cesaba. Ya la muchacha no podía caminar, y estaba literalmente tirada frente a la puerta de la maestra. Con una sábana hicieron una especie de hamaca para llevarla al Centro de salud, y en esas estaban cuando los de las Hummer las vieron. Un rayito de esperanza brilló en el corazón de la maestra: quizá los hombres se apiadaran de ellas y las llevaran al hospital más cercano. Pero no, las mujeres no sólo se habían atrevido a romper el toque de queda, sino que estaban tratando de deshacerse de un cadáver (como el león cree que todos son de su condición, así lo interpretaron los hombres, pues a esas alturas del camino la chica ya había muerto).

“¡Y esta qué!, ¡esta es una pinche vieja!”, gritó uno de ellos cuando aventaron a la maestra a la camioneta. Las dos hermanas ya se habían subido, a punta de pistola. Las fueron a dejar a un establo, y ahí las tuvieron siete días, preguntándoles para quién trabajaban. A la maestra ni siquiera la violaron, para qué, si estaba vieja, seca. No había comida para ninguna, si acaso a veces, un tazón de agua puerca. Cuando a las hermanas les ofrecieron trabajar para ellos, todo cambió, ellas eran ahora las que las vigilaban a la maestra, las que comían frente a ella sin darle nada, las que aprendían a usar las armas y le apuntaban para amedrentarla.

Ella siempre había querido matar, pero no la invitaron a trabajar para el patrón, ya estaba vieja, tenía 35 años. Sabrá Dios a saber por qué, alguien se compadeció de ella y la soltaron en el monte. Sabrá Dios a saber por qué, no se murió ahí tirada, caminó kilómetros, llegó al pueblo, supo que sus clases de tablas de multiplicar y de abecedario no le interesaban a nadie. Los niños se enseñaban unos a otros a cargar y descargar las armas, a afinar la puntería.
Ella siempre quiso matar, pero nadie nunca le enseñó nada. A su edad ya estaba vieja, para matar era necesario tener 9, 14, tener la muerte por delante.

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¡Queridos egipcios! http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/liebe-agypter/ http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/liebe-agypter/#comments Wed, 16 Feb 2011 23:43:43 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=3499 Hace poco conocí a un chico especial. Ante la Puerta de Brandemburgo de Berlín estaba parado un árabe furioso, que en todas las demostraciones de solidaridad con Egipto, gritaba eslóganes Anti- Mubarak en desde un micrófono. No mejor, que gritaba como un hip hopero desde el micro, como un hincha en la cancha de fútbol.„Uno, dos, tres, cuatro, la religión es igual, mano a mano, haremos lo que el corazón nos diga“. Para Ramy Mostafa se trataba de política emocional, por su „familia de 88 millones“ de egipcios.

Ramy Mostafa en la manifestación contra Mubarak en la Pariser Platz, Berlin, 9. Febero 2011.

El estudiante de 18 años de Neukölln, un barrio de Berlín que normalmente alcanza los titulares de los diarios por las altas cuotas de desempleo, pobreza, criminalidad árabe o por el fracaso de la integración, se ha hecho un peinado Irokese y se ha dejado afeitar sobre las orejas, las letras árabes correspondientess a Egipto, para que su rabia hacia Hosni Mubarak, por haber reprimido con violencia a los manifestantes que salieron a las calles para protestar por la libertad y el derecho, fuera advertida. „En alemán la palabra era muy larga“. Él es políticamente correcto, ya que de alguna manera siempre ha pertenecido a una minoría, como joven alemán- árabe, que vivió 10 en años en Egipto. „Querida gente“, llama, „queridos no – alemanes, no-egipcios! ¿¡Están listo para el show!?“ Remy cuenta doble a cada manifestante alemán: la gente que apoya a un país tan lejano, se ha ganado mi respeto. „Vivimos en Alemania y una gran parte del público, lo siento, de los demostrantes vive en Alemania. Yo mismo soy alemán y he aprendido a respetar a todas las minorías“.

La siguiente rima hecha por Remy, fue fácil de recordar. De ahí que a partir de la segunda semana, en la que participó en por lo menos en seis manifestaciones como agitador, se haya convertido en una „estrella“. Lo saludan en los puestos de Döner, le traen bombones para la garganta y le advierten con humor, que no abuse de su poder, porque sino se convertirá en un nuevo Mubarak.

Aunque las provabilidades son pequeñas „no soy político, soy humano“ dice Remy, cuando lo encontré en su mono ambientecon, con saco de box y las paredes llenas de fotos de visitas de amigos.„No es que mis textos sean mejores que los de otros. En realidad  es secundario quien grita los eslóganes. Yo no soy particularmente bueno en nada, pero no tengo problemas en comprometerme con algo hasta el final.“ Él vive desde hace un par de meses aquí, respaldado por la oficina de desempleo, porque su madre lo echó de casa ya tres veces. Ramy tuvo ya con 12 años un schok cultural, cuando se mudo con su madre y su hermano a Alemania desde el desierto en el norte de Egipto. „Aquí parecía que solo contaba la ropa de marca“, pero la educación militar con golpes suaves se había terminado. Él cuenta que „los sentimientos de los niños en Egipto se rompen. Los niños tienen que aprender desde que nacen a ser atrevidos: a salir por su país, a ser soldados.“

Pero no sólo ha aprendido en Egipto la dureza, también sabe qué significa la pobreza. El puede recordar a su tía, con cuya familia vivió un tiempo en el Cairo, con lágrimas en los ojos frente a la heladera vacía. „No sé lo que puedo cocinar“ decía ella. „¿Por qué la gente sólo apoya el hombro cuando los tiempos son difíciles?“, me pregunta Remy. Luego me regala una bolsa de pipas de girasol y una barrita de miel, verdaderamente egipcio, lo que guarda en uno de los cajones del ropero.

La revolución egipcia ahora es conocida como la „Revolución Facebook“, porque muchas de las proclamas y llamadas empezaron en Facebook, en especial en las cuentas de los activistas y del trabajador de Google Wael Ghonim. Él fue arrestado cuando comenzaron las protestas y estuvo 12 días preso e incomunicado. Cuando quedó en libertad, tuvo lugar en la televisión árabe Dream TV una entrevista emocionante, que caldeó aún más las protestas. Sobre todo, porque él, Gohnim, estaba muy decepcionado de que el gobierno no hubiera informado a su familia sobre su paradero. Quizá deberíamos hablar de una revolución de personas por las personas, como lo hacen el filósofo esloveno Slavoj Žižek y el profesor de Oxford en ciencias del Islam: Tariq Ramadan, ambos subrayaron la universalidad de las protestas. Quién puede hablar de una revolución por Facebook, si la red permanició desconectada por el gobierno más de cinco días? Como escribe el diario portugués Público el 12 de febrero: La década que empezó el 11.09.2001, llegó a su fin el 11.2.2011. Los ciudadanos árabes, o los casi- cuidanos árabes, hasta que en un par de meses puedan elegir libremente, han roto con el estancamiento global. ¡Muchas gracias, querídos egipcios!

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Una democracia payasa…. http://superdemokraticos.com/es/laender/bolivien/eine-clownsdemokratie/ http://superdemokraticos.com/es/laender/bolivien/eine-clownsdemokratie/#comments Wed, 29 Dec 2010 13:40:55 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=3466

Foto privada. Tomada durante la Guerra del Chaco en Bolivia.

“Lo respeto, si. Es una pena no poder tenerle cariño”

seguramente lo que piensan muchos escritores del boom sobre Jorge Luis Borges

Estaba en Bolivia cuando le otorgaron el premio Nobel a Mario Vargas Llosa, fue el día en el que empecé a escribir este artículo para Los Superdemokraticos, en el que pretendía contar cómo estaba viendo y viviendo mi país, después de casi dos años de no caminar sus calles. Siempre me ha costado mucho cambiar el enfoque de un texto y la verdad es que yo pensaba hablar sobre mi abuela. Soy lenta de reacción, que vamos a hacerle y el mundo me sorprende. Nunca pensé que vería a Vargas Llosa recibiendo el Nobel – no se lo dieron a Borges, que es un genio, por tener ideas parecidas-, además han pasado 20 años desde que el último latino se ganara el trofeo y con seguridad ha pasado pocas veces que Bolivia sea mencionada en un acto de estas características. Así que aunque lleve varios días de retraso con este texto, estoy segura de que esta pausa de reflexión ha valido la pena. Yo también llevo a Bolivia en las entrañas y me resulta difícil ponerla en exposición.

A lo largo de los últimos años, sobre todo al principio del cambio, como va a conocerse la época Morales, mucha gente como yo, apoyó abiertamente el proceso revolucionario que se está llevando a cabo en mi país. Muchas de las propuestas y de los slogans del presidente Morales eran acertados -son acertados- era fundamental reconocer en el parlamento a nuestros pueblos indígenas, la pluralidad de nuestra población y es un signo de madurez en el electorado, el hecho de que haya sido posible este cambio a través del voto. Como Vargas Llosa, opino que la democracia es el mejor sistema de convivencia, porque se basa en el libre albedrío de los ciudadanos, de los individuos y no en discursos nacionalistas huecos. En Bolivia las cosas no están bien.

Más allá de las declaraciones de buenas intenciones, para que un gobierno sea considerado demócrata es necesario que además de respetarse el voto de los pobladores, se respeten las leyes que posibilitan la convivencia. El caos que lleva consigo el vacío de poder en el Poder Judicial del Estado Plurinacional de Bolivia -como nos llamamos ahora- es tan grande y el abuso del poder Ejecutivo tan evidente, que podemos hablar efectivamente de miedo entre los pobladores. Nuestro parlamento -prácticamente sin oposición al partido de gobierno- despacha leyes a diario como churros. Leyes ambiguas, en muchos sentidos contradictorias a nuestros códigos e inapelables, dado que no contamos con un Tribunal Constitucional digno de llevar ese nombre. También están las leyes hipócritas. El paquete que presentó el presidente boliviano en la cumbre de Cancún hace una semana en supuesta defensa de la Pachamama y de los pueblos indígenas, no se corresponde con los paradigmas de progreso con los que sigue conviviendo mi país. Un progreso que no respeta la pluralidad de cosmovisiones no se ha descolonizado. Entre tanto soy consciente de que la plurinacionalidad con la que el presidente justifica todos sus actos, deja quizá más indefensos a los pueblos indígenas que no son andinos, de lo que lo han estado en los últimos 20 años de democracia. Quizá el ejemplo más radical para ilustrar esta afirmación sea la represa hidroeléctrica que se ha hecho en la Argentina, que ha dejado sin posibilidad de subsistencia a comunidades enteras de indígenas en el Chaco boliviano y sin posibilidad de réplica. El gobierno boliviano tiene planeada una represa igual en la cuenca del Amazonas, sin mencionar nuestro plan de energía nuclear en colaboración con Iran.

La oposición esta siendo perseguida. En 2010 la „judialización de la política“ se ha convertido en la punta de lanza del gobierno de Evo, tanto en contra de los „opositores corruptos“ como en contra de nuevos líderes que podrían perfilarse de cara a las elecciones de 2014. El proceso contra Luis Revilla, el joven alcalde de la ciudad de La Paz y una de las figuras más reconocidas del Movimiento sin Miedo -en la actualidad el único partido de izquierda democrática con derecho a usar esos adjetivos- es simplemente una vergüenza. Por no hablar del machismo institucional, el narcotráfico y el contrabando. El socialismo del siglo XXI como lo entiende el gobierno del presidente Morales, devuelve a mi país al siglo XIX en lo que se refiere a los derechos civiles de la población en general.

Estoy de acuerdo con Vargas Llosa en que la democracia de mi país es más o igual de payasa de lo que eran sus antecesoras, con la diferencia de que el gobierno actual intenta por todos los medios ponerle freno a la opinión libre. La nueva ley anti discriminación, más allá de su nombre políticamente correcto, es un atentado a la libertad de expresión. Considero que la respuesta de los gobernantes de mi país a las declaraciones del escritor peruano son un claro ejemplo de su talante. Demuestran claramente que Evo Morales no lee ni escucha la prensa, solamente reacciona a las críticas a su persona. Sus declaraciones tendenciosas sobre el supuesto racismo de Vargas Llosa frente a los pueblos indígenas de la región es deplorable, más si se tiene en cuenta que quién habla es un escritor latinoamericano criollo, que está haciéndose responsable en nombre de todos los que somos como él, por los 200 años de postergación y en muchos países, del holocausto de comunidades indígenas enteras.  Los responsables de lo ocurrido son nuestros abuelos -uso el plural porque yo también soy criolla, es decir culpable, aunque prefiera definirme como occidental andina, rompiendo así con la tradición déspota que caracteriza a mi gente, sin negarme a mi cultura-.

Estoy segura de que el Estado Plurinacional de Bolivia es resultado también del trabajo de muchos abuelos que creyeron en los valores occidentales de la Ilustración y como Vargas Llosa pienso que la literatura tiene una función mucho más importante para nuestras sociedades, que la educación o el entretenimiento. Sin la fe en que la literatura es responsable íntimamente de la construcción de utopías individuales y así de la pluralidad de ideas, para empezar no existirían ni escritores ni Estados Americanos. Eso también es lo que entiendo en el discurso de Vargas Llosa y en lugar de Evo, yo personalmente hubiera criticado más y mejor su posición cómoda frente al modelo económico neo liberal. La libertad de comprar no puede seguir siendo la más importante en occidente. No es ecuánime criticar únicamente a los fanáticos que estallan por los aires, sin detener ni un segundo la vista en los Berlusconi, los Sarkozy y los payasos que representan a los verdaderos domadores del circo. Toda la barbarie de nuestra cultura.

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Completamente libre http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/vollkommen-frei/ Fri, 15 Oct 2010 11:32:55 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2495 Ejercicios de vértigo. La idea de una despedida completamente libre me remite a una caída libre. Pasan los días y estoy en blanco. Nada es más libre que una hoja en blanco, el prisionero es quien escribe, encerrado afuera, cautivo de dios.

Saldré esta noche a cazar ideas, me vendrá bien despejarme y al volver a casa fluirá naturalmente. Es el segundo día de Ley Seca debido a las elecciones municipales del domingo. Si no bebo en absoluto en los eventos sociales es probable que me distraiga y me abstraiga, observe detalles, hilos deshilachados en los trajes de los reyes, un ratón neurótico cruzando en lontananza, ¡entonces lo haré! Cual ángel tomando nota invisible entre la gente escribiré la despedida durante la reunión de despedida de mi amiga. Voy a vestirme y salgo.

Ahora estoy parada sobre un gran baúl de madera en un espacio independiente de difusión cultural. Una performance acompaña la presentación de un libro. Los demás asistentes están al nivel del mar así que mi visión resulta privilegiada. Junto a mí, un amigo parado sobre una silla bebe un coctel de cortesía. (Primera infracción a la ley esta noche). “Somos los reyes del mundo” le digo. “Deberíamos besarnos” responde. Más tarde Wini y yo bajamos de la combi coreando con sentimiento “Hacer el amor con otro” y evocando la polémica pasión que despertaba esa canción en la opinión pública cuando teníamos diez años. Observo y cato la segunda infracción en el aniversario de una tienda llamada Reencarnación.

Pido palabras a los asistentes, en esta gesta el pueblo debe secundarme. Anguila-Perversión-Mierda-Atracción-Culpable. Oscuro inconsciente de los presentes… ¿Qué estoy haciendo? ¿Estoy transformando un artículo de tema libre en un trabajo de campo acerca de la libertad basado en asociaciones libres y entrega extemporánea? Este despropósito dinamita la frontera entre literal y liberal. Las calles están atiborradas de propaganda electoral y en la reunión de despedida todos beben sin complicaciones. K me informa que se observa en la calle circulación de gente ebria y desatada en varios sentidos, parece que los días de ley seca son ahora fiesta popular. Y mientras mis amigos urden estrategias e incursiones a lo Al Capone, crece en mí una inquietud antropológica frente al desacato, la vocación de caos y el derecho consuetudinario al que se refería el profesor Perla, por el cual una costumbre puede constituirse como derecho en tanto la comunidad convenga unánimemente su arraigo y beneficio.

Pero ya tengo que volver a casa a escribir y enviar el texto, estoy en falta y la gente enloquece alrededor. ¿Es la fiesta de la democracia? Temo. “¿No puedes con la libertad?” me pregunta M. “Antes no tenía problemas, debe ser la monogamia” bromeo, porque soy Libre como el disco que lanzó Alejandra Guzmán en 1993. Así como consigna mi tarjeta de recuerdo de bautizo que diseñó mi padrino Alejandro (que en paz descanse): “Haz nacido para el amor y la libertad”. A la exaltación de esos valores dedico mi vida, y no porque estuviera escrito en aquella cartulina.

Es desconcertante descubrir que estuve escribiendo poemas de amor durante largo tiempo sin saberlo, cantando con el estómago y no con la garganta, tal como aconsejan los maestros de canto. ¿Cuánto hace que de mi boca brotan mariposas en lugar de mantis religiosas?

Me encantaría seguir charlando pero debo entregar esta carta al cartero que está esperando en mi cuarto.

Volveremos a encontrarnos escritores, lectores y electores, en la Ley convenida, en la fiesta de la Superdemokracia.

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Mundo Paparazzi Mi Amore Chica Ferdy Parasol http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/mundo-paparazzi-mi-amore-chica-ferdy-parasol/ Tue, 07 Sep 2010 07:35:49 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1706 La tierra vista desde Mercurio. Un balón iluminado en el espacio oscuro, circundado por un punto claro.(c) René Hamann

Mi horóscopo estaba agotado. Demasiado ácido cianhídrico, demasiados cambios de humor, demasiado universo. Ayer vi al ciudadano perfecto. Tenía cabellos dorados. Era inteligente y leído, sin mácula, inocente y limpio. Rebosaba buen juicio. Frente a él, yo seguramente era Mercurio. Un planeta abollado. O Plutón, atrás en algún lugar oscuro, o Júpiter, Neptuno, el lado oscuro de la galaxia. La antimateria. Él no podía imaginar la carga que significaba para mi. Él no se imagina nada. Él es el ciudadano perfecto. No proviene de un hogar roto, no tiene caprichos creativos, no tiene cortes en los brazos, no vomita dolor, no tiene ningún dolor. Un miopía como máximo.

La tierra vista desde Mercurio. Fotografiada por el „Messenger“.

Una sonda, que se enroscará en la órbita el año que viene.

Yo escribo por dinero, yo escribo por amor, escribo para la suerte.

Ellos me pagan con veneno.

Vivo en el lugar y el tiempo equivocados. Demasiado universo.

El ciudadano perfecto, un césped inmaculado, la prudencia. Alguien del lado luminoso.

En cuanto uno observa un objeto se modifica. Relación de indeterminación.

Me siento como un adolescente, todos los días vuelvo a perderme desde el principio.

– ¿Sabías que los Gauloises en Francia son una marca para gente de medio pelo?

-No, no lo sabía.

-También en Rusia. Allí son chic esos cigarrillos delgados.

Demasiado yo también. Un mundo que se refleja. ¿Conoces eso?

Cuando el cerebro se calienta. Se prolonga. Un punto lejano.

Y me siento triste frente a mi máquina de sueños. La máquina de sueños en la playa bajo el firmamento. Todos caminan al vacío.

El ciudadano perfecto me preguntó por dinero, se deja invitar. Me da venenos. Veo las fábricas en las que son producidos. Las fábricas son inexpugnables. Serán recorridas. Son de un tiempo distinto.

Busco la frecuencia común, no la encuentro.

Lo que decimos está codificado.

Se refleja en el acensor. Un mundo reflejado en el que me enciendo un Gauloises.

Por lo menos nos abrazamos al despedirnos.

Traducción: Rery Maldonado

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¡Me va bien en el año 2025! http://superdemokraticos.com/es/themen/koerper/es-geht-mir-gut-im-jahr-2025/ http://superdemokraticos.com/es/themen/koerper/es-geht-mir-gut-im-jahr-2025/#comments Tue, 17 Aug 2010 12:27:14 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=915 Hace cinco meses dejé de fumar definitivamente. Libre, tampoco había fumado mucho los años anteriores. Aquí y allá un cigarrillo en el sótano o en un banco solitario a la orilla del mar. En algún momento pero, empezó a parecerme tonto. Un banco a la orilla del mar también es bonito sin puchos, pensé y ¡también un sótano permanece sin ellos inconsolable!

Mi vida desde entonces ha cambiado substancialmente. Me levanto temprano, a las seis de la mañana. Me pongo mi buso deportivo metalizado, ando en bicicleta los veinte kilómetros que me separan del balneario. Siempre soy el primero. Totalmente solo, una cuña en medio de la piscina azul profundo. Dos horas más tarde, después de diez kilómetros chapoteando, salgo como un recién nacido del útero materno, pero a diferencia de un neonato no me ducho con agua tibia, sino con agua helada. Luego hago el camino de vuelta a casa como una maratón. La bicicleta la recogeré mañana cuando haga lo mismo a la inversa.

Cuando llego a casa vuelvo a ducharme, después de comer dos kilos de musli con frutos secos. A las cuatro de la tarde doy un paseo relajado por el campo. Después dedico mucho tiempo y cariño a la preparación de una ensalada vegetariana de carne. Para comer, llegan amigos de la iglesia comunitaria. Bebemos cerveza de trigo sin alcohol con isotopos y vitaminas y charlamos bien, con intensidad. Hablamos de humanidad y la crisis permanente de los socialdemócratas. A las nueve les pido a los amigos que me dejen solo. Después de embadurnarme de pies a cabeza con una crema grasienta, me meto en la cama, donde leo todavía dos capítulos de las memorias de Günther Jauch -político alemán representante de los movimientos sociales en la extinta RDA-. A las 22:30 apago la luz.

Así finiquito mi biografía y no puedo decir que sea algo que vaya a hacerme daño. Ahora también formo parte de una red de periódicos que visita a los niños en la escuela y los previene de los peligros de fumar. He recibido una libreta de la Asociación de Anti fumadores Alemana con folios para el reproyector en los que pueden verse piernas podridas, laringes cercenadas, pulmones blancos y negros. Me irritan los comentarios que lanzan los chicos de vez en cuando „que asco“ los pulmones blancos son por lo menos tan asquerosos como los negros. Intento no escucharlos.

Lo que no puedo dejar de escuchar (a pesar de que lo haría con gusto) es la voz de los amigos de antes. Me he vuelto„aburrido“, dicen, cuando tienen que „por un cigarrillo“ -como dicen ellos- que quedarse en la puerta. Me falta la capacidad para tener la mirada „en suspenso“ de los observadores y también la facultad de „unir“ cosas que de ninguna manera se pertenecen. Entiendo a esas personas tan poco, como me entiendo a mi mismo por pedirles que entren. Cierro la puerta y me dirijo a la sala donde sobre una estera, entreno mi Powerhous.

Aveces cuando me duermo en el intento, tengo sueños salvajes –uno que se repite constantemente trata de un país que existió hace muchos años, en el que hombres y mujeres estaban sentados en bares repletos de humo con cervezas, shots de vodka y otros espirituosos, entregándose lentamente a la tarea de auto destruirse. Noches tibias de verano en las que chicas y chicos bulliciosos recorren las calles estrechas, con botellas verdes en una mano y un cigarrillo en la otra. „chelas y puchos en cada mano, sólo por eso amo este país“, grita alguien en ese mundo de sueño, hasta que lo escucho. Lo miro a la cara y – me reconozco.

Despierto entonces bañado en sudor. Mi primer pensamiento es: espero no haber hablado muy alto. En una ocasión llego a venir la vecina del piso de abajo hasta mi puerta, una maestra, que cría sola a sus dos hijos: „solo era un sueño“, dije frente a su cara roja de ira. Por su puesto que tengo derecho a soñar lo que quiera, me dice, intentando contenerse. Pero por el bien de sus hijos tiene que poner mucha atención a que a su alrededor no se incite a la guerra o „cosas por el estilo“. Me disculpo y la invito a tomarse una cerveza de trigo sin alcohol con isotopos y vitaminas. La rechaza.

Dado que llevo varios meses sin pedir a gritos cigarrillos en mis sueños, mi vecina sigue mi evolución bondadosamente. A veces nos encontramos por la mañana en el balneario. Entonces partimos la piscina con dos cuñas equidistantes. Una vez, en el viaje a casa en bicicleta, le conté mi chiste de fumadores favorito: „en medio de la guerra se encuentra un fumador en la trinchera y fuma un cigarrillo -completamente visible para el enemigo-. Otro soldado lo previene: „no hagas eso, es peligroso“. El fumador sonríe y dice: „no te preocupes, no aspiro“. No fue capaz de reírse, pero en general nos entendemos muy bien.

Traducción: Rery Maldonado

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