latino – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 A ritmo de cumbia y balas perdidas http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/espanol-a-ritomo-de-cumbia-y-balas-perdidas/ Sat, 26 Nov 2011 23:22:54 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=5960

 

“Fernando Vallejo es como escritor, un gran músico”

Juan Cruz en su semblanza sobre Fernando Vallejo

Entre los personajes que se dieron cita pata inaugurar la 25 Feria del Libro de Guadalajara estaban los dos premios nobel de literatura Herta Müller y Mario Vargas Llosa, además del nuevo premio de la FIL en lenguas romance: Fernando Vallejo. De todos los discursos para la ocasión, sin duda el de Juan Cruz Ruiz, prestigioso periodista español, fue junto al del propio Vallejo, el mejor. Su semblanza del escritor colombiano hizo honor al autor de la Virgen de los Sicarios o El Desbarrancadero, al tiempo que hizo las delicias del público.
Mientras Alemania se presenta como el país de las ideas, en donde la ciencia y el intercambio académico con América Latina juegan un papel fundamental, para los mexicanos y los latinos que nos sentimos identificados con los mexicanos, lo más importante para el intercambio es la horizontalidad y el humor. Quizá porque, contrario al país invitado, hemos aprendido con humor a sobrevivir nuestras realidades y a acercarnos a los otros sonriendo.
Fernando Vallejo además de su prolífera y fantástica obra, seguramente recibió el premio este año, porque la temática de sus libros toca directamente al país que nos acoge. En los últimos cinco años han muerto más de 58 mil personas en México, víctimas de la violencia, de la “Guerra contra el Narco”. Nadie como Vallejo para describir el sufrimiento de una sociedad que se desangra a ritmo de cumbia y balas perdidas.

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De taparrabos, morenadas y hip hop http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/uber-lendenschurze-morenadas-und-hip-hop/ Fri, 01 Oct 2010 06:14:17 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=576

El grupo Wayna Rap canta temas de hip hop en aymara. Foto: Javier Badani

No, no usamos taparrabos ni andamos armados con flechas. Tampoco nuestras mujeres caminan con un frutero en la cabeza ni meneando las caderas sin ton ni son. Los latinoamericanos somos parte vital de esta aldea global, con ejecutivos de coqueto terno correteando por los pavimentados recovecos de los Down Town y con jóvenes a la caza de los últimos modelos Mp4.

Las bondades y las torpezas contemporáneas del primer mundo las recibimos todas y, una vez en nuestras manos, les ponemos ese sellito latino. Nuestros problemas son los mismos que se respiran en las calles de Milán, de Berlín o de Nueva York.

Por supuesto que hay diferencias y en algunas áreas, abismales. Pero lo que está claro es que este pedazo del mundo está en pleno proceso de redescubrimiento, hurgando en la tierra de su historia en busca de sus raíces para así despegar renovado. Porque si en el siglo XIX dependíamos exclusivamente de Europa y en el XX de Estados Unidos para dar nuestros primeros pasos en el mundo, hoy posamos la mirada en nosotros mismos, cuestionándonos cual será nuestro papel en el planeta a partir de este nuevo milenio en más. Declarándonos, mientras tanto, un arcoíris de razas y culturas. Y felices de lo que se cuece en este continente mestizo.

Allí están los hiphoperos alteños (región andina de Bolivia), rimando su origen indígena en aymara, el idioma de sus ancestros. O gritando en español: “Qué ondas/qué putas/somos hijos de chola”, reivindicando de esta forma su esencia urbana-chola.

Tenemos líderes como Evo Morales, Hugo Chávez o Lula da Silva que —con sus matices, bemoles y riesgos— han instaurado una forma de hacer política que por primera vezz incluye a clases sociales que fueron relegadas de la historia del continente desde la llegada de los colonizadores europeos. De aquí en más, estos sectores no permitirán que la historia se repita.

Claro que nuestros desafíos son mayúsculos, al igual que nuestras paradojas. De la bota militar que nos oprimía en los años 70 ahora hemos pasado a la dictadura de de los capos del narcotráfico. Ellos son, ahora, los Pinochet, los Somoza y los Trujillo de otrora.

Somos una de las regiones con mayores potencialidades económicas, sin embargo la pobreza genera absurdos como las de llevar a una población entera del altiplano a declararse territorio libre para el contrabando, linchar policías y así dejar establecida la ausencia del Estado.

Con todo, los kilométricos supermercados al estilo primermundista aún no logran competir con nuestros coloridos mercados callejeros. Como tampoco los aparatosos fast foods con hamburguesas double meat han conseguido acabar con ese gustito aparte que resulta saborear un plato criollo en los mercados populares. Porque siempre será más lindo para los latinoamericanos apropiarnos de las arterias de nuestras ciudades para bailar nuestro folklore con más ímpetu que cuando lo hacemos en una discoteca. Porque siempre será más lindo para los latinoamericanos preferir agitar el esqueleto en la calle al son de una morenada boliviana, de una bachata dominicana o de una cumbia colombiana que al son de los beats electrónicos y las guitarras pesadas.

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Germans can’t dance, Latinos do! http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/germans-can%e2%80%99t-dance-latinos-do/ Sun, 08 Aug 2010 21:47:09 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=675

[10.04.10 17:13:25] Nikola Richter: are you there?
[10.04.10 17:14:10] Rery Maldonado: yeah, with coffee and tobacco.
[10.04.10 17:16:26] Nikola Richter: i have chocolate-coated marshmallows and tea. up groceries!

That’s a brief quote of one of our first work meetings for Los Superdemokraticos. We chat, skype, call and send E-mails to almost 30 people in 12 countries: to authors, translators, web designers, sponsors and co-operation partners. That might sound quite modern, quite flexible, but it’s not easy to implement such a complex and multilingual communication system. We’re available 24-7; we: two women somewhere in between two time zones: between “Central European Timezone” and Bolivian’s “Panamericana” World Radio, broadcasting from 12pm to 6am. We’re planning a revolution from our kitchen and from our living room: just like our grandmas.

As almost every human being of our generation, we’re Internet creatures: we work, amuse ourselves and inform online. Our intellectual exchange often happens in Internet, too: with no hierarchy, just as happens in the world, with friends from Abu Dhabi, Brandenburg, Neukölln or Cuba; as long as bonding is correct, as long as we know each other’s profile names at Facebook, Twitter, Google, etc. How does this civil partnership work at this communication situation? Where does such a networked citizenship meet? Do we even belong to the same civilization? Or is civilization just a grocery?

The first bootlegged thing for Latin Americans under colonial dominance was printed press, mainly previous novels, already banned as fictional work from the Spanish Catholic Church. People should learn onwards Christian values with the help of the Bible. Readers that decide themselves what to read are dangerous because they will start questioning about objectivity. That’s how independent republics were declared for 200 years in Latin America.

All that seems (geographically and historically) far away, but our mutual perception keeps forming from both sides of the Atlantic, still. We want to build with this bilingual blog a town hall that did not exist before. We want to know if the under-40-SuperMario-players have the same answers to the same quotidian questions around History, intimacy, political partnership, Globalization. We chose 20 authors from more than 200 applications, and from June 11th to October 11th they will write short online essays about these topics: intellectual fair-trade in a super democratic German-Latin-American “Cronotopo Cero”.

This “Space-time Zero” comprises likewise the sense of no place and timelessness of web existence, as well as the physical alienation of many migrants. We want to have a real, equitable conversation with each other inside our literary party Los Superdemokraticos. In a time, in which there’s no place for social comprehensive utopias, counts even more the private utopia of the individual, making from telling, documenting, “I-Say”-ing and listening, a work piece of political relation. We do understand the individual as a sustainable resource of our environment; the blog develops a mosaic of citizen’s subjective experiences.

But as long as everything takes place in the Net, no further specific change will come. That’s what our virtual cooperative stands for: online and for free, everyone can be a part of it, to support us with their intellectual works, no matter from where. Apart from that, we organize monthly summer parties in Berlin relating other cultural projects, bands and party collectives. So will mental ghettos at the end explode, making impossible to say: “Germans can’t dance, Latinos do.”

Translation: Ralph del Valle

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El arte del desencuentro http://superdemokraticos.com/es/themen/koerper/die-kunst-des-nicht-treffens/ http://superdemokraticos.com/es/themen/koerper/die-kunst-des-nicht-treffens/#comments Mon, 02 Aug 2010 07:57:31 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=548 “Entonces, a través de la fina malla de tus pestañas,

verás todavía  alargarse en mis pupilas ávidas un

desperezamiento de panteras…”

Rubén Martínez Villena

Aprender a convivir con el miedo es uno de los grandes retos de mi vida. Yo he tenido muchos, algunos se han ido, otros se disfrazan y gatean escondidos, mas hay uno persistente, siempre en vela, que me despierta del sueño de la razón. El miedo a no ver trasciende la intimidad que me he trazado, es también a que los demás no me vean, que no nos veamos. Si no logramos percibirnos parecería que somos intercambiables. Entonces nos perderíamos en la generalidad del los términos, por ejemplo mujer u hombre. Tú serias solo una mujer, yo solo un hombre; seriamos cualquier mujer, cualquier hombre, no tendríamos rostro, y la sexualidad continuaría siendo el escudo del uno frente al otro. Las clasificaciones de género resultan insuficientes para atrapar la sutil expresión de lo que somos. Tu sexo, el mío, son casuales y quiero ver en ti y que veas en mí más que esta trivialidad que tendemos a naturalizar. Y esto aunque intuyo querer no basta.

Al principio fue lo opuesto. Es por eso que en mis íntimos andares por las calles, bares y camas de Berlín me invadía la mayor de las veces una sensación rara. Los encuentros parecían desencuentros. En esas caminatas era asumido por muchos y muchas como un hombre latino. Este tipo de animal es aprehendido como bestia feroz. No es tan malo ser clasificado como semejante espécimen, sobre todo porque estaba de moda y parecía ser no más que una locura pasajera. Ciertas demencias duran demasiado. Todo lo que hacía solo servía para corroborar  mi condición de fiera. Las gafas que suelo usar para ver el mundo no eran entendidas por algunos como producto de un problema visual, sino como el intento de parecer intelectual. No los culpo, mi abuelo también pensaba que los intelectuales lo tenían todo más fácil, tanto así, que insistió en que sus hijos estudiaran una carrera universitaria. Siguiendo los pasos familiares comencé a estudiar filosofía y ciertamente no he notado que mi vida sea más fácil por ello. Para mí la situación empezó a ser sofocante. Un día invite a bailar a una chica que lo hacía bien y la respuesta fue rápida y precisa: – ¡Yo ya estoy casada! La sangre jacobina y cimarrona que me corre por las venas llego a estado de ebullición. Me leí el ensayo de Camus y desde entonces era Le latino révolté. Desde el grito ideé una estrategia para luchar contra el sentido común. Mi táctica no era quizás tan buena como la puesta en práctica en Afganistán y en Irak, pero creía funcionaria, al fin y al cabo yo no quería adueñarme de nada, solo ser visto más allá de estereotipos. La idea era sencilla, solo debía  evitar los bailes donde las pelvis se juntaran. Desde entonces comenzó a comentarse que no sabía bailar. – Yo creo que no es Latino- comentaban agregando -, nació en el viejo continente. ¡Le falta sabor! Estas habladurías me tocaron el ego, así que decidí simplemente no bailar. La explicación no se hizo esperar. – ¡No baila porque es homosexual! Con esto se me empezó a cotizar  bien alto en el mercado sexual. En esos días me enteré que para muchas mujeres era un bello desafío, llevarse a un gay a la cama. Emborrachando la frustración frente a una cerveza una amiga me conto que a ella le pasaba lo mismo. Entre ciegos los desencuentros son más comunes que los encuentros. Esa noche los mandamos a todos y todas al carajo. Si no nos ven que se jodan. Ellos se lo pierden.

Hay miedos que no son saludables, el miedo al otro es uno de ellos. En cambio el temor a la ceguera me ayuda a no perder la capacidad de sorprenderme, a verme, a verte, en la búsqueda de lo que puedo, de lo que puedes y quiero, y quieres: ser. Andando así, con Goya a mí lado por esta vida nuestra, pretendo evitar los monstruos que produce la razón. No siempre me está dado, mas lo intento.

Joaquín Sabina, Pie de Guerra.

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