Karl Marx – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 Trolling grupal en la quinta internacional http://superdemokraticos.com/es/poetologie/gruppen-trolling-in-der-funften-internationale/ Fri, 16 Nov 2012 16:30:22 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=6458

Nosotras decimos: La quinta internacional solo puede levantarse en la red.

Ahí donde Facebook es el tercer país del mundo. Donde no hay etiquetas y en cambio,  condiciones de uso que nadie lee. Donde el amor realmente solo es una palabra. Donde la aprobación significa un clic del maus. Donde  nos amistamos con desconocidos y nos enemistamos con conocidos. En la web oscura de autodefinidos nerds donde gobiernan los hackers, donde nacionalidad, color de piel y sexo se diluyen en el HTML, somos hyperlinks en un tiempo hyperlink.

Por eso decimos: la quinta internacional solo puede levantarse en la red.

Dentro de los muros del tiempo hyperlink se desarrollan utopías de un socialismo antiguo y premarxista. El pensamiento hegeliano de progreso se ha esfumado, la observación altiva de la historia a abdicado. Repensensarse a partir de la revolución tecnológica, implica representar una concepción líquida de tiempo y espacio. Por ejemplo: sentarse en el escritorio berlinés escuchando la radio boliviana. Hoy todos deben ser anarquistas. El internet significa libertad, desorden, un hablar y escribir sin control, por lo menos en el estado ideal.  La web libre nos permite encontrar nuevas ideas simple y rápidamente, ideas frente a las cuales comúnmente existen muchos prejuicios. Las estructuras de poder dadas son puestas crudamente en entredicho a partir de ese desarrollo – la reacción es, en nombre de la seguridad y la justicia-, la imposición de límites. Los pacos ya están ahí, pero nosotras exigimos W-lan para el mundo entero. La red no debe ser colonizada, nos pertenece a todos.

Por eso decimos: la quinta internacional solo puede levantarse en la red libre.

Sobre todo somos seres redactados en el idioma de la web. Nuestra subjetividad se expresa con palabras e imagines, en decisiones estéticas que citan el inconciente colectivo. Las ansias secretas de las personas se encuentran online.

La red nos da la opción de cortar a medida la minoría a la que pertenecemos a nivel mundial, siempre conectada, a menudo solitaria, como activista para la difusión de contenidos. En el anonimato de nuestros avatares no necesitamos adecuarnos a la opinión mayoritaria -atrás, adelante, al lado, a tu lado. Arriba, abajo, lady bum-. Así pueden romperse mejor estereotipos.

De ahí que la manera de escribir más consecuente sean los blogs. Bloggers son Internet-nihilistas concientes. Su actitud de “cero comentarios” es una estrategia positiva para ignorar el mainstream y la existencia editorial de Bertelsman y Pinguine. Los productos de Berstelman deberían ir marcados como las cajetillas de cigarrillos con la leyenda: “Atención: La pseudocultura que vendemos, puede producir daños ideológicos graves”.

Por eso decimos: la quinta internacional solo puede salir de espacios libres en la red.

Estamos perdidos en la estética de la superficie. Ese también es un problema de los partidos de izquierda y de las instituciones que se refieren superficialmente  a la iconografía de izquierda, más preocupada de honrar la nostalgia,  que de promover maneras de interactuar. Símbolos donde lo más importante es rojo. Rojo y con barba. Con mucho gusto en bolsa de yute con la cara del Che. Hoces y martillos. Y eso que el proletariado trabajador ha sido substituido por un proletariado de teclados y su oferta de servicios, que preferiría ingresar a un chat en inglés global, que afiliarse a un sindicato. ¿Pero dónde está el lobby internacional para los trabajadores de la red? ¿ por el salario mínimo para librepensadores, que quieren apuntalar las estructuras democráticas?

El internet debe ser cedido como espacio político y cultural. Desentierra clásicos y los salva del olvido. Los bibliotecarios de la red son copistas, que transcriben sus textos favoritos, los proveen de URLs y se los regalan a sus lectores universales.  Autores hyperlink deben conocer mejor su árbol genealógico, sobre todo la parte del árbol que fue obligada a abandonar Europa. Latinoamérica está llena de anarquistas y trotskistas, minorías de izquierda, que se preocuparon del arte y su rol en la sociedad y que nunca alcanzaron los medios masivos de comunicación.

Por eso decimos: la quinta internacional solo puede levantarse de comunas científicas.

Hablemos de Trotsky. Fue uno de los pocos revolucionarios que se interesó por el arte y la literatura. Un hombre con barba. Un exiliado en América Latina. Visitamos su casa “burguesa” en Coyoacan en Mega-México-citty. Su bunker. El patio en el que criaba conejos y gallinas en jaulas, porque creía que un escribiente revolucionario debía realizar tanto un trabajo intelectual como un trabajo manual.

La primera exigencia del artista es la libertad temática para acceder a la propia estética, escribieron Trotsky y Bretón en un manifiesto conjunto escrito en México en 1938. Por eso una novela, con el subtítulo “novela de izquierda”, fracasaría como novela. La impronta de un sistema estético izquierdista le quita a la obra de arte su independencia. Tenemos que distinguir entre izquierda como label , como pegatina para el auto o la bicicleta, y el hyperlink como accionismo utópico. Un autor hyperlink es el que escribe libre y actúa justamente. El arte libre nunca fue demasiado apreciado por los izquierdistas ortodoxos que llegaros hasta los libros de historia.

Por eso decimos: la quinta internacional solo puede producirse como suma de espíritus libres en la red.

Como espíritus libres nos lanzamos miradas profundas y podemos permitirnos decir algo romántico de vez en cuando. El futuro en el que nos encontramos corre como una doble elipsis codificada, compuesta de innumerables combinaciones de ceros y unos, equis y yees. El quinto sol de los mayas empieza este año en diciembre, se anuncia una nueva era de la historia. Ha llegado el momento de que el autor hyperlink descubra un nuevo ser humano y nuevos lectores, organizados más allá de sus fronteras.Todos necesitan traductores, para permanecer diversos y democráticos, como Yoani Sánchez, la blogera cubana, cuya página es traducida por más de 20 voluntarios alrededor del mundo. Trotsky hablaba español con acento ruso. Los nuevos activistas de la red leen y escriben con acento, son mestizos con faltas, muchos ojos y puntos de vista.

Por eso decimos: la quinta internacional exige: “Usa Google Translate”.

Deben reconocerse pecuniariamente nuevas actividades: en lugar de jugar a la lotería, todas las semanas debería premiarse con 30.000 euros el mejor tweet. Escribir aforismos es duro, dicen en Oruro. Si Facebook guarda todos nuestros contenidos y los califica, la empresa debería también comprar una buena foto de vez en cuando. Quien escanee sus libros favoritos o los transcriba y digitalice para la biblioteca en red, se merece un sueldo justo. Lo mismo que los programadores y los desarrolladores de Software. Si Trotsky hoy estuviera en el exilio, comunicaría sin pausa desde México por todos los canales. Trotsky sería un troll financiado por el crowsourcing. Pero trollear contra un gobierno es mucho más difícil de lo que una pudiera suponer. Por el momento algunos países ya han empezado con su policía en Facebook,  el caso de Bolivia, Venezuela, Irán y así, en España, Grecia e Italia se discuten medidas parecidas.

Por eso decimos: la quinta internacional será construida por troles hyperlink.

Troles hyperlinks trabajan para el  grupo, por el que pelean y hacen trabajo de lobby para su herencia utópica. Escriben obsesivamente sobre un tema, donde pueden, aunque nadie les pague por ello. Son provocadorxs. Las palabras son el armamento. No esconden su rostro detrás de una media, sino que dan la cara públicamente para defender sus opiniones. Reaccionan impulsivamente, son involuntariamente comerciales, no están orientados por el mercado sino hacia el ser humano. De ahí que uno de los principales mandamientos del troll sea compartir: es el mejor amor al prójimo! Así construyen estos dhijadistas cooperativas textuales, que a su vez trolean independientes y autónomas.  La solidaridad entre trolles es un deber, trolear en grupo es la táctica revolucionaria.

Por eso decimos: la quinta internacional solo puede difundirse por el trolling grupal en la red. Alemania olvídate de tu pasaporte de vacunas: relájate y disfruta.

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¡Arriba la Internacional! http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/hoch-die-internationale/ http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/hoch-die-internationale/#comments Thu, 16 Sep 2010 07:05:27 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1938 No acabo de entender bien por qué se reacciona como se reacciona ante la globalización. El comercio global, y la homogeneización económica, social y cultural ligada al mismo, no son nada nuevo. Para tomarse la interconexión global de la economía y la anulación de los estados nacionales como un fenómeno exclusivo de la última década, son necesarios muchos años de dormirse en las clases de Historia. Ya Marx y Engels se pronunciaron con precisión sobre este tema:

La necesidad de encontrar mercados espolea a la burguesía de una punta o otra del planeta. Por
todas partes anida, en todas partes construye, por doquier establece relaciones. La burguesía, al explotar el mercado mundial, da a la producción y al consumo de todos los países un sello cosmopolita. […]
Las viejas industrias nacionales se vienen a tierra, arrolladas por otras nuevas, cuya instauración es problema vital para todas las naciones civilizadas; por industrias que ya no transforman como antes las materias primas del país, sino las traídas de los climas más lejanos y cuyos productos encuentran salida no sólo dentro de las fronteras, sino en todas las partes del mundo. Brotan necesidades nuevas que ya no bastan a satisfacer, como en otro tiempo, los frutos del país, sino que reclaman para su satisfacción los productos de tierras remotas. Ya no reina aquel mercado local y nacional que se bastaba así mismo y donde no entraba nada de fuera; ahora, la red del comercio es universal y en ella entran, unidas por vínculos de interdependencia, todas las naciones. […]
La burguesía, con el rápido perfeccionamiento de todos los medios de producción, con las facilidades increíbles de su red de comunicaciones, lleva la civilización hasta a las naciones más salvajes. El bajo precio de sus mercancías es la artillería pesada con la que derrumba todas las murallas de China, con la que obliga a capitular a las tribus bárbaras más ariscas en su odio contra el extranjero.

TACHAAAAAAN.

Esta cita pertenece al Manifiesto del Partido Comunista, primer capítulo, “Burgueses y proletarios”. El Manifiesto se publicó por primera vez en 1844, por lo que tiene 166 años y su tiempo es anterior a la aviación, a los automóviles, trenes de alta velocidad y barcos de carga, anterior a la electricidad, a las guerras mundiales, internet, a la tecnología móvil y demás modernos inventos del diablo que, según la opinión general, han traído la presente globalización. Incorrecto, sin embargo, si Marx y Engels ya lo sabían entonces. En realidad, el expansionismo yace en el mismo corazón del Capital.

O en la naturaleza del ser humano, incluso. Después de todo, la masacre brutal de gran parte de la población autóctona de Suramérica en manos de los conquistadores tenía algo que ver con una expansión y exportación planetarias de cultura. O la colonización de África, Asia y demás. Si eso no fueron rotundos intentos de globalización…

De hecho, no soy una persona que se destaque por citar a la mínima a Karl Marx (por motivos anclados en la naturaleza de mi historia), pero en el tema de la globalización me resulta sencillamente imbatible. Sobre todo la observación sobre el “mercado local y nacional que se bastaba así mismo y donde no entraba nada de fuera”. Precisamente ESO lo he vivido yo en primera persona, el abastecimiento suficuente de alimentos para la población del bloque comunista fue, hasta el final, un considerable problema, y sucedía en cada país con los productos propios de esa tierra. Cuando yo le cuento a un alemán occidental historias sobre este ritmo alimenticio propiciado por la temporada del año, escucho con frecuencia lo ecológico, saludable, tradicional y por lo tanto lo mucho mejor que era este sistema. Los viejos tiempos… Sinceramente: pese a que comprendo perfectamente los múltiples problemas que la importación y circulación global de alimentos supone, intento hacer siempre en este punto una puntualización: ¿cuál es el abanico térmico de Alemania? Creo que los niños del Estado del Bienestar tienen una percepción equivocada del campo. La chucrut y los nabos no son plato nacional por casualidad.

El no tener que comer durante meses col, patatas del sótano y fruta confitada, no es lo único que disfruto en mi día a día de la globalización. También el detalle de poder ir a una farmacia chilena tras darme un golpe contra una roca del Pacífico, pedir “ibuprofeno” con mirada estúpidamente confiada y recibir el medicamento deseado, es globalización.

Y también el detalle de poder caerme al agua como una niña pequeña en Isla Negra, en la otra punta del mundo, es globalización.

Y todo de lo que hablo en este blog germano-sudamericano, es globalización.

Y estar escribiendo todo desde una soleada terraza en Mantua, Italia, a cuyo festival de Literatura he sido invitada junto a otros cien autores de todo el mundo: todo pura globalización.

Estoy condenadamente contenta de ser parte de todo esto. Enloquecería relacionándome sólo con alemanes en Alemania. ¡Viva la Internacional!

Eh, la de la literatura, digo. Como decía, Marx y yo no nos llevamos del todo…

Traducción: Ralph del Valle

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Reflexiones sobre la violencia http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/zur-kritik-der-gewalt/ Tue, 14 Sep 2010 07:19:44 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1812 La salida del sol es un gran acontecimiento en la cotidianidad berlinesa. Su luz anuncia la llegada de la gracia, del gozo y de la alegría a la fría ciudad. En días soleados se camina con otra cadencia y el regocijo general hace que la tolerancia se asuma como fidedigna. La ciudad parece alborozarse en una magnitud sin parangón. El amor surgiría entonces de cualquier acto de fe, esparciéndose por doquier.

Sabine salio ese día a caminar por su ciudad. El brillo de su dorado cabello bajo el sol cautivaría a todos los amantes de Sjöfn, representante nórdica del amor. Pero era martes y Tyr, dios de la guerra, miraba a través de sus ojos.

Daniel rebosa juventud. Es un año menor que Sabine y su piel relucía bajo el sol cual mármol negro. Él se siente de aquí, aunque llamaría a Sjöfn, Vishnu y a Tyr, Shiva.

Ambos han nacido en Berlín, pero la ciudad no les pertenece al uno y a la otra del mismo modo. Ese día no van con sus bicicletas, prefieren utilizar el transporte público. La estación de Metro de Schlesienalle es como otra cualquiera, un poco sucia, con álgida luz y peculiar olor. Una cámara de seguridad nos muestra a estos jóvenes llenos de vida. Él está parado a medio metro de los rieles, cuando ella entra en la estación y se le acerca. Se sitúa a su lado, le dice algo. Gesticula y parece gritar. Es temprano en la mañana, quizás él se asombró, yo lo hubiera hecho. Le intenta dar la espalda desentendiéndose de la situación. Ella quiere pelear. Se  abalanza sobre él y lo empuja a los rieles. El tren viene en dos minutos. Un par de personas que estaban cerca y habían presenciado el hecho, rompen el estupor de la mañana e intentan sacarlo de los rieles. Daniel contará mas tarde que sus ejercicios como defensa del equipo de fútbol local lo ayudaron a reaccionar rápido. Hay sudor en casi todas las caras. Todo ha sido muy rápido. Se acabo la frescura  y el ambiente se cargó de pavor. Poco importa si salió o lo sacaron: está vivo. Más que daño físico, es un choque lo que le acomete. Todos están impactados. Con el zoom de las cámaras de seguridad se puede ver el rostro de Sabine, no muestra emoción alguna. Tyr siente por ella. Corre al otro lado del anden y se monta en el metro que va en la otra dirección. Se aleja… Ninguno de los presentes ha podido reaccionar aún. Luego alguien llamará a la policía, la detendrán y será interrogada. No hay arrepentimiento en ella, hay odio… ¿Por qué?

Son las siete de la mañana y Thilo Sarrazin escribe su libro: “Alemania se deshace”. Su hermano Nicolás Chauvin, inmortalizado en “La Cocarde tricolore”, le dicta el texto. Lo que escribe no lleva en sí la llama de la vida, sino las cenizas de la derrota. A ellos un Heine moderno les diría:

Los tejedores de Berlín.

Caminan por la ciudad con el ceño fruncido.

Se sientan frente a una cerveza  y aprietan los dientes;

Alemania, nosotros no vamos a tejer tu mortaja,

Tejiendo así nuestra propia maldición.

¡No tejemos, no tejemos!

Bendita nuestra religión, la religión de la intolerancia.

En soledades y linchamientos,

En ti creemos y te imponemos,

Nos engañamos, nos destrozamos.

¡No tejemos, no tejemos!

Bendito el gobierno, el gobierno de los ricos,

Que no puede curar nuestra miseria,

Que nos quita hasta la ultima esperanza

Y nos deja morir como perros.

¡No tejemos, no tejemos!

Bendita la falsa patria,

Donde la humillación y la vergüenza corren de la mano,

Donde cada flor con el despuntar se troncha,

Donde los podridos gusanos en festines se regocijan.

¡No tejemos, no tejemos!

No hay lágrimas en sus miradas sedientas.

Alemania, tus  tejedores no tejen,

Ni de noche ni de día.

¡Nueva Alemania tus tejedores no tejen mas!

Me voy a organizar

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