Gelatine – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 La memoria, esa gelatina vencida http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/die-erinnerung-diese-bezwungene-gelatine/ http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/die-erinnerung-diese-bezwungene-gelatine/#comments Mon, 21 Jun 2010 20:33:28 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=322 Sentado sobre la Historia de mi país me encuentro bajito en comparación con la historia de la humanidad, con la historia del mundo, con la historia del universo. Hace días que recuerdo la última frase de Blade Runner “Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.”. Algo así mi país, algo así la historia de mi vida, una lágrima en el océano de los océanos. ¿Qué significación puede representar el océano para esta lágrima?

A veces siento, como hoy siento, que la historia no significa nada. La dictadura de mi país, dictadura cívico- militar establecida entre el 27 de junio de 1973 y el 28 de febrero de 1985- no significa una sola cosa. Por supuesto que significa cosas diferentes para un militar que para un civil, e incluso significa diferente para mi padre que para mí. Pero incluso significa diferentes cosas para mí mismo. Entonces, cuando todo significa tanto, ya no significa nada. Cuando todo es posible ya nada lo es.

Vuelvo sobre este tema de la historia vs memoria, porque me parece significativo. Es la memoria – lo que recordamos en función de lo que vivimos, la que construimos en funciones de lo que decidimos olvidar- la que reviste mayor importancia para mi vida. ¿Qué es la historia para mí? Unos datos seleccionados arbitrariamente sobre hechos ocurridos de los que sólo me llegan versiones. ¿Qué es la memoria para mí? Todo. Porque la memoria, acepta y se asume, como compleja, dudosa y arbitraria. Es mi memoria, no la de los demás.

Me gusta el cliché que sostiene que la memoria es un álbum de fotos. Reconozco que me costó poner una metáfora tan superficial y usada, pero es que cuando no se encuentra una mejor, a usarla y a otra cosa.

La historia, por otro lado, es el orden que decido darle a esas fotos en función de mi vida actual. ¿Qué historia me cuenta esta foto en relación a mi presente?

Sé que me estoy divagando, soy así, confuso, nebuloso, gris… como la memoria.

Primera foto, yo con 7 años, tal vez menos, 5, 6… me despierto en medio de la noche y llamo a mis padres, llamo una y otra vez, ellos no están, me pongo a llorar, grito, no vienen, me bajo de mi cucheta, camino por el pasillo hasta la puerta de ellos, lloro, no abren, lloro y lloro, la noche es larga y nada pasa nada nada nada veo mi maño golpenado en la puerta de mis padres una puerta blanca y nada nada nada. De repente siento las llaves en la puerta principal, mis padres llegan a casa, no sé de donde vienen, no lo recuerdo, no sé si de verdad estaba solo, no sé porque lloraba tanto, no sé cuánto tiempo pasó. La siguiente foto, sucede esa misma noche, mis padres me dejan acostarme con ellos, me dan un pote de dulcedeleche que yo devoro con ansia, me calmo, miro la tele con ellos y me duermo.

La historia dirá que nunca más volví a comer dulcedeleche de esa forma, ya que casi ni me gusta el dulcedeleche, me empalaga, también contará la historia que mis padres se separaron al poco tiempo y luego se divorciaron, que nunca más volví a compartir una cama con ellos ni a pasarme de mi cama a su cama como hacen los niños. La historia dirá que nunca más me volvió a doler el oído. Mi memoria no lo recuerda, pero mi historia lo confirma. La historia hará especulaciones relacionando el abandono de esa noche con el abandono posterior de mi padre que se fue de casa con el abandono de mi madre cuando tenía 18 años para irse a otro país con el abandono de todo lo que en mi familia continuamente se ha ido.

Yo no creo en eso, primero porque no creo en el abandono, sé que nadie me abandonó, no creo en los cierres definitivos ni en los adioses para siempre ni siquiera creo en la muerte y como dice Calamaro “seré inmortal hasta que me demuestren lo contrario” para mí, por más que la historia lo pruebe y lo escriba en libros, no existen los padres que se van a comprar cigarrillos y nunca vuelven como tampoco existen los héroes.

En su lugar, creo en los equilibrios, en los cambios, en las transformaciones, que mi familia varió su forma y que aún hoy tengo una familia distinta, que mi gusto evolucionó y que hoy me gustan otro tipo de dulces, que mi forma de gritar y llorar cambió, como todo sigue cambiando, que nada volverá a ser como aquella noche, y no hay problema, realmente no lo hay, estoy mejor sin ese pote de dulcedeleche.

La Historia tiene un gusto a determinación y punto final que no me gusta, la memoria en cambio, esa puta que se acuesta con cualquiera de mis pensamientos e intenciones, esa niebla frágil e inestable, esa gelatina vencida, esa me gusta.

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