Nuestro lema es: mientras sea legal, esta permitido, aunque de sobra esta decir que más allá del raciocinio, algunas opiniones rozan los límites de la sensibilidad de cada individuo. Internamente hemos tenido ya varias discusiones. Personalmente nunca me imaginé que mi nombre se vería relacionado a una idea como la que expone Javier Badani en su artículo: ¿Lo fusilamos? Desde la sala de máquinas de Los Superdemocraticos sólo puedo decir que: no sólo no estamos de acuerdo con la pena de muerte, no estamos de acuerdo con promover ningún tipo de discusión en ese sentido. La ausencia del Estado no justifica a la turba tomando la justicia en sus manos, personalmente ni si quiera concidero que esa sea justicia.
Como mujer tampoco estoy de „acuerdo“ con el artículo de Liliana Lara: Parto, esta semana. Si bien es cierto que me parece legítimo reconocer a la maternidad o a la paternidad como un aspecto fundamental de la vida del sujeto y que nadie puede juzgar que es lo mas importante para otra persona, la verdad es que las mujeres luchan desde hace años, generacion tras generación, para tener el derecho a decidir sobre sus cuerpos, para dejar de ser un útero y como la mayoría de las feministas, personalmente no considero que la experiencia del parto sea necesaria. En mi opinión es sólo una de las posibilidades que me ofrece la biología, no un dogma y conozco a varias a las que no les ha cambiado la vida. Yo particularmente no creo en la maternidad con mayúscula, ese concepto siempre me ha parecido una trampa del patriarcado para mantener a la mujer “honorablemente” en el espacio privado y siempre he pensado que la cría de la prole es algo tan masculino, como femenino. El parto no garantiza necesariamente los vínculos humanos y un hijo es de quién lo cría, por eso estoy a favor del derecho a adopción para parejas homosexuales.
Mis colegas a lo largo de estas semanas han tenido problemas con los textos de otros autores, no todos somos igual de sensibles ante los mismos temas. De nuestro instinto censurador podemos decir que lo hemos mantenido a raya, prácticamente no se han discutido contenidos, pero hemos pensado que este era un buen momento para exponer nuestra posición. No compartimos muchas de las opiniones de nuestros autores, pero nos mantenemos fieles a la idea: mientras sea legal… Eso sí, nuestras editoriales nos sirven para comunicar la opinión del equipo, diferenciar contenidos y hacer uso de nuestro derecho a disentir. La libertad de expresión se caracteriza por garantizarnos la oportunidad de manifestar públicamente que apoyamos una idea, pero por sobre todo, nos garantiza el poder decir públicamente que no estamos de acuerdo.
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