Dichter – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 Hemos venido a hablar del otro… Venezuela en palabras http://superdemokraticos.com/es/laender/venezuela/espanol-hemos-venido-a-hablar-del-otro%e2%80%a6-venezuela-en-palabras/ Tue, 29 Nov 2011 19:34:03 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=6053 Ni una mesa redonda desde la que el espectador hubiera podido hacerse una idea de la historia de la literatura venezolana, ni un performance, ni una improvisación crítica, todo eso y mucho más. Ayer en el salón Mariano Azuela de la FIL, los jóvenes escritores e intelectuales Elena Cardona, Willy Mckey y Roberto Martínez Bachrich presentaron una semblanza poética de la literatura de su país y reflexionaron sobre las razones por las que la literatura venezolana no ha llegado aún al amplio público, superando las fronteras de su país. Un lugar donde los escritores “vamos a mil revoluciones por minuto, en un país que insiste en ir a una revolución por siglo” (Willy Mckey)
Mucho más amena que una clase magistral, mucho más irónica que un comedy show, la presentación de los venezolanos se caracterizó por su aspecto coral y por la sencillez con la que los autores se suscribieron a una larga estirpe de autores que han sobrevivido la historia, en un lugar que hasta ahora se ha negado a reconocerlos en toda su dimensión y en donde leer sigue siendo un problema de divisas. Donde el libro es un artículo de lujo. Donde los autores con los años logran formar fantásticas Fotocopiotecas con los tesoros que llegan a sus manos. Donde la falta de divisas ha obligado a la generación más joven a leer a sus mayores. “Donde los poetas son un enorme ejército de solitarios” dice Willy Mckey.
En 45 minutos el espectador tuvo la oportunidad de escuchar y conocer sucintamente los siglos XX y XXI de la literatura del país petrolero, a través del respeto y la admiración de estos jóvenes creadores que demostraron un compromiso con las letras, una inusual modestia y una todavía más extraña solidaridad de clase, de escribientes, con los autores que antes que ellos sostuvieron el estandarte de la literatura venezolana. Una lectura conmovedora y divertida de la que salimos con ganas de leer y conocer mejor a Yolanda Pantin, Camilo Pino, Rufino Blanco Fambona, Lourdes Sifontes y tantos otros autores.

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En español falso http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/in-falsches-deutsch/ http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/in-falsches-deutsch/#comments Tue, 09 Nov 2010 13:44:44 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=3189 Ayier el Froschkönig, un bar en el barrio de Berlin Nueva Colonia, estuve repleto de poetas, una atmosfera bellissimo, el publico contento. Esta noche fue la más linda de todos las noches superdemokraticas, con una onda superdemokratica, un ejemplo de lo que Nikola y yo queriamos hacer cuando empezamos con el partido de Los Superdemokraticos. Acercarnos y decir gracias a todos los poetas que leyeron ayier. Indirectamente estaban presentes muchos proyectos, sin ellos habria sido possible de tener todos las traducciones. Muchissmimas gracias a Literaturwerkstatt, Lettrétage, lauter niemand, Metropolis, Latinale, a todos! Y un extra-gracias a nuestras traductoras Anne Becker y Barbara Buxbaum por la moderation sympatica.

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Si un poema viaja, viaja con la ayuda de esta fabrica immaterial. Nuestro partido lucha por condiciones justos de trabajo.  Hoy hablamos sobre movimientos culturales en el red, a las 19 horas en el Ibero-Amerikanisches Institut, Berlin, Potsdamer Str. 37. Sobre sus blogs, sus vidas poeticas nos cuentan René Hamann, Lina Meruane, Alan Mills y Ezequiel Zaidenwerg. Seria lindo ver ustedes a nuevo!

Traduccion espanol falso: Nikola.

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“Ni soy una estrella, ni vos sos sólo el público”: Entrevistas con Fabián Casas http://superdemokraticos.com/es/laender/argentinien/espanol-ni-soy-una-estrella-ni-vos-sos-solo-el-publico-entrevista-con-fabian-casas/ Mon, 11 Oct 2010 12:54:12 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2835

Fabián Casas nació en Buenos Aires en 1965, se ha convertido en un referente para las nuevas generaciones de escritores en su país y en el resto de América Latina. En 2007 recibió el premio Anna Seghers en Alemania. En la Feria del Libro de Frankfurt, Casas presentó la traducción de sus poemas al alemán, editada por Luxbooks. Dos entrevistas.

„Un intelectual es cualquier persona que esté trabajando con ideas. A mi lo que me gusta es que siempre haya un cruce entre las cosas. Que la gente que trabaja con las ideas esté conectada a la vida, en ese sentido a mi los intelectuales que me interesan son los que están trabajando con la vida. Schopenhauer decía que no se puede confiar en una filosofía en la que no se escuche en el fondo el chirrido de dientesy creo que tiene razón. Hegel en cambio, por seguir con los alemanes, me parece más cerebral y menos vital. Cuando daban clases juntos, el aula de Hegel estaba llena y el aula de Schopenhauer estaba vacía, yo creo que era así porque Schopenhauer decía lo que nadie quería escuchar. Pienso que una persona en Latinoamérica que quiera transmitir una idea o escribir, mostrar su sensibilidad, lo que tiene que hacer es hacer las cosas rápidamente. Tiene que tener amor a su destino, no pensar que la vida le debe algo, sino tomar el toro por las astas y producir, producir el soporte técnico a partir del cual va ha poder ser escuchado, darse cuenta que la literatura no es algo individual sino algo colectivo, que hay que unirse con otras personas para que tu mensaje llegue, que precisamente la unión con otras personas hace que te alejes de tu propio mensaje, que te alejes de tu ego y eso lo vuelve mucho más interesante, porque vuelve como una voz extraña.

En mi caso el ensayo es una forma de ensayar. El intento de lateralizar determinados pensamientos y aceptar la posibilidad de que existan ideas en un mismo ensayo que sean antagónicas, buscar una idea con pensamientos paralelos, que pueda decir una cosa y la otra a la vez. Es una forma de reconocer que errás, que te equivocas y de volver a intentar, de merodear una idea, de merodear una frase, sin tener la pretensión de poner un punto final. Que uno tiene que abandonar la idea de puntuar las cosas, de terminarlas, porque cuando uno termina su educación esta muerto.

Yo no pienso en: „pensadores“. Cesar Vallejo me parece un poeta extraordinario, muchos de sus poemas tienen una reflexión sobre la sociedad en la que nosotros vivimos ahora y sobre la sociedad en la que le tocó vivir a él. Cuando leo no es que me concentre en ensayistas, leo todo, diferentes escritores en sus respectivos géneros, me parecen ensayistas, incluso algunos músicos me parecen ensayistas -viste-. En mi país hay un movimiento re interesante de bandas de rock nuevas y a mi me gusta mucho de ellos, que no se toman en serio. Son como muy livianos, son relajados y rompieron con esta cosa que hay, que a mi me parece horrible que es: „yo soy una estrella y vos sos el público“ Es gente que sabe que uno es el que toca, pero que en cualquier momento puede estar del otro lado, se retroalimentan completamente. La discográfica se llama Laptra y está en La Plata, a mi ellos me dieron ganas de escuchar música, me hicieron sentir bien, son frescos.

Para mi la democracia es, dentro de todos los sistemas que podrían existir, el que más me interesa. Me parece que es el sistema preferible para vivir, viendo su lado ideal tendría que ser un lugar en el que todas las personas tengan todas las posibilidades para asumir su destino, no tener que decidir a partir de la opresión y todas esas cosas. Me gustaría pensar democracia como un lugar ideal en el que todos puedan pensar, tener una voz y tener un voto que tenga consecuencias“.

Fabián Casas nació en Buenos Aires en 1965, se ha convertido en un referente para las nuevas generaciones de escritores en su país y en el resto de América Latina. En 2007 recibió el premio Anna Seghers en Alemania.  En la Feria del Libro de Frankfurt, Casas presentó la traducción de sus poemas al alemán, editada por  Luxbooks.

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El sueño de la fiera http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/der-traum-der-bestie/ http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/der-traum-der-bestie/#comments Mon, 04 Oct 2010 15:30:53 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2387 Ya no deseo adoptar un perro y ponerle un nombre literario que lo responsabilice de mi felicidad, mientras habito los límites entre la realidad y el sueño. Un nómada jamás debería sentirse desamparado, pues tiene una familia arquetípica que toma cuerpo en distintas dimensiones. Puede ser echado a la calle y dormir en un parque lleno de flores hermosas. Ahí soñará y más tarde sólo necesitará escribir: esa es su residencia, su compañía.

No tengo más que una obra literaria en la cabeza. Una obra que escribo. Una obra que deseo. Una obra que me provoca taquicardias; me empuja a probar fármacos; me hace llorar; me hace feliz; me excita, me sugiere el suicidio; me molesta, me hace sentir un imbécil; me hace sentir sagrado. Despierto e imagino que la escribo. Continúa la mañana y me enojo por no estar escribiéndola. Procrastino. Recibo llamadas, reviso el e-mail una y otra vez. Tengo sexo y lo anuncio por Twitter. Recibo emoticons de guiño 😉 Retuitean mis infidencias y soy la comidilla. Salgo a dar una caminata y sigo pensando en los capítulos que no consigo redactar. Cruzo la ciudad por la noche, me enredo con alguien para contarle la novela que tengo entre manos. No escribo, en suma.

Al despertar, la resaca me recuerda que he perdido un día más. Tiemblo, mientras me lavo los dientes. Abro el Gmail, esperando encontrarme con mucho trabajo pendiente: esto me resulta una forma de aplacar mi cargo de conciencia por el escaso avance con la novela. Reviso un par de traducciones. Hago una corrección, una edición por ahí. Ejecuto el copy para alguna campaña. Placebos, formas de escribir sin escribir, hasta que me encuentro el amable mail de mi traductora alemana, Barbara, ¡diciéndome que una vez más me he atrasado con el texto de Los Superdemokraticos!

Esto me hace feliz. Soy un sinvergüenza, pero me hace feliz. Lo entiendo como una obligación exquisita, un híbrido entre el requerimiento laboral y el placer. Incluso la imagino a Barbara como una Dominatrix Textual que me da un latigazo para hacerme llenar la cuartilla. ¡Plam! Y debo hacerlo porque Los Superdemokraticos es un proyecto que forma parte de mi agenda laboral, ¡pero también debo hacerlo porque es un proyecto que me restituye la dignidad de escribir algo equivalente a lo que llamo “la obra”!

¡Plam!

Barbara ha vuelto a pedirme mi ensayo y esta vez será su último llamado, pues Los Superdemokraticos es un proyecto que justo ahora termina. Y es por esa razón que este texto ahora pasará a hablar en tiempo pasado.

Durante estos meses pude ir experimentando literariamente con diversos artículos, alrededor de los temas sugeridos por las editoras de Los Superdemokraticos. Ellas me concedieron la libertad para abordar asuntos tan serios como la globalización desde la perspectiva de un ajolote; temas tan significativos como la violencia social, fueron conjurados por mis manos de Ninja que practicaban una especie de caligrafía invisible; cuando fue necesario hablar de sexualidad pude proponer una autobiografía bastante explícita; a la historia de mi país la imaginé como una pequeña tortilla de maíz ardiendo sobre el comal cósmico. Pude ir mostrando las formas en que percibo a la realidad, planteando diversas mutaciones desde mi corporalidad textual.

Escribiendo intentaba demostrarme a mí mismo que la conciencia es la creadora de la realidad… y fue divertido ver que llegó a organizarse una fiesta Ninja en Berlín, como prueba rotunda de dicha hipótesis.

A lo mejor recordarán que comencé esta aventura invocando a mi nahual, el jaguar, para obtener la fuerza necesaria. Así que terminaré en el mismo lugar, invocándolo, para cerrar este ciclo. A través de mis textos Superdemokraticos quise expresar que la poesía necesita crear a su propio doble proyectado en el tiempo: un animal que cuida el recorrido de su espíritu en la selva de los arquetipos. Que el poeta es el sueño de la fiera que adelanta su cuerpo entre la vegetación y salta con agilidad felina el vacío que distancia a las palabras del espíritu del lector: así mira a las mariposas como ideas que trascendieron la imposibilidad de volar desde la página.

No sé si logré llevar este mensaje con la calidad necesaria. La conjunción alquímica del tiempo con los lectores nos dará la única respuesta posible. Disfruté, eso sí, la magia de leerme en un idioma que no entiendo y que ahora deseo estudiar. Pero disfruté muchísimo más al leer los aportes de todos mis colegas latinoamericanos y alemanes: puedo garantizarles que no me perdí ni una sola línea escrita por ustedes. Intenté aprender del oficio y la originalidad que siempre exudaron. También sonreí y hasta lloré cuando algún texto alcanzaba a tocar la fibra más sensible.

Por lo dicho y por lo no dicho, a todos, editoras, traductoras, lectores y escritores, Superdemokraticos, ¡muchísimas gracias! Espero saludarlos muy pronto en algún rincón del Cosmos.

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Teletransportación http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/beamen/ http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/beamen/#comments Thu, 02 Sep 2010 15:06:56 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1382 El lenguaje de la violencia social impone modificaciones, en diversos niveles, al propio acto de la escritura. Los dedos tiemblan, aparecen los tics corporales traducidos a imagen y las metáforas adquieren texturas donde su luz apela a la desesperación. La escritura por momentos anuncia un escape de la paranoia o, al menos, un placebo capaz de entregarnos una mínima calma al interior del cinismo que desarrollamos como escudo. Más que resignación, resguardo. En otros momentos, la escritura misma es la transcripción directa de un estado permanente de terror y pánico.

Al experimentar un tipo de violencia que se fabrica en una oscuridad casi absoluta, donde el operador del agravio es virtualmente invisible e intocable (no puede reconocerse totalmente en el Estado, sino en fuerzas paralelas que pueden estar ligadas, o no, a éste), la interpelación que la poesía desarrolla como forma de resistencia es igualmente móvil, nómada y fugaz. El poema transmuta su materia, se trasviste y performatiza un clamor que representa al fingimiento del dolor efectivamente sentido (Pessoa).

Algún lector de esta poesía también intenta escapar de ella: la olvida, la descarta, la desecha o, simplemente, la ignora. Otro lector la reconoce, tiembla con ella y la vincula al propio desarrollo de una ficción salvadora. Otro lector la ve como una forma menor de la literatura fantástica (“poesía con efectos especiales”), un efectismo y una exageración. Se duda con tenacidad de la fracción de testimonio que esta poesía acarrea. Aparece la burla. Esta lectura es, entonces, otra violencia, de la cual la propia poesía se vuelve a nutrir.

La calidad de esta poesía violentada estará en relación directa con el grado de desarrollo técnico alcanzado para elaborar los marcos en que dicho lirismo avasallador discurrirá. Debe trasladar su negra epifanía con la velocidad y contundencia de cualquier obra importante. El goce estético, como finalidad, no ha desaparecido, simplemente se muestra un aspecto quizás más subterráneo o subrepticio, donde la propia forma ha asimilado la mutación simbólica que acontece en el escenario social.

En el contexto del posible final de la posguerra en Guatemala (donde ahora entramos a algo que todavía no tiene nombre), el poeta rara vez será percibido como un “sujeto comprometido” con su entorno. Su visión le alcanza para vislumbrar que también han sido devastados los espacios sociales que antaño enmarcaron las diversas militancias de orden político. A una voz fragmentada y, asimismo, híbrida, mestiza, nómada, le resulta imposible ser absorbida como eslogan o consigna y el ritmo impreso a tal devenir literario, aleja al poeta de la cursilería o la perorata.

El futuro o supervivencia de la textualidad que emerge de este caos, está ligado a la movilidad constante y a una pulsión transgeográfica que permita resguardarse y escapar de las múltiples violencias que sacuden al cuerpo y a la mentalidad que ha optado por ejecutar un hecho escritural autónomo, libre. Esta distancia permitirá la exposición de una especie de “ninjitsu imaginario”, fraguado desde una nueva variante de exilio (incluso interior), donde se huye de un perseguidor espectral, transcorporal y transideológico, cuyo rostro es francamente indeterminable.

Por eso practicamos la teletransportación como una manera de visitar los universos paralelos, ahí donde las soluciones imaginarias son siempre posibles.

Recordemos a Les Épiphanies, de Pichette:

“Monsieur Diable: Au besoin mon garçon, libère tes jurons, vomis tes déboires. C’est de bonne médecine”…

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Mi corazón es una tumba pero mi boca es un volcán http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/mein-herz-ist-ein-grab-aber-mein-mund-ein-vulkan/ http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/mein-herz-ist-ein-grab-aber-mein-mund-ein-vulkan/#comments Tue, 24 Aug 2010 22:10:06 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1164 ¿Cuál es el aspecto más importante en mi vida? ¿Trabajo, familia, activismos, participación, música, literatura? Podría responder: lo que más me importa son los demás. Pero no sería exacto. De ese universo, para ser sinceros, me interesa una muy diminuta porción: los poetas mexicanos y anexas. Aunque bien pensado, esa diminuta porción sigue siendo una muestra (no sé qué tan representativa) de aquello que llamamos “los demás”. Ahora bien, no se vaya a creer que me interesa su bienestar o algo así. Casi podría decirse que es justo lo contrario.

Esas personas me interesan profundamente pero como tema de conversación. Para decirlo de una buena vez: lo que más me interesa en este mundo es el chisme y, en particular, los chismes sobre poetas mexicanos contemporáneos. Ese es mi tema de especialidad y a eso dedico todo el tiempo que tengo disponible. Saber quién se acuesta con quién engañando a quién, en dónde, cómo, por qué, para qué, me produce una inmensa alegría. Descubrir el verdadero motivo de una pelea, una separación, una publicación, me reconforta. Entre más involucrados, más enredado esté el asunto en cuestión, y peores sentimientos haya, mucho mejor.

Por supuesto que para estar al día en cuanto a chismes literarios hay que frecuentar gente y pasar largas jornadas al teléfono, chateando, revisando facebook. Eso no supone ningún problema para mí: mis amigos son iguales de chismosos. En realidad, casi todo el gremio poético mexicano lo es. Hay quien dice que es un resabio de las primeras décadas del siglo pasado, cuando los escritores y artistas formaban parte, por lo general, de células comunistas y subversivas. Si te veían en un restaurante con un troskista eras rápidamente expulsado del Partido. Claro que ellos no se asumían como chismosos sino como informantes. En estos tiempos, como todo, el chisme se ha desideologizado y se vive únicamente como gozo.

A veces, por chismoso, me he metido en problemas. Pero no he podido evitarlo: si una amiga me contó un jugoso secreto, a la segunda copa lo suelto a cambio de otro jugoso secreto. ¡Es tan difícil la lealtad en el mundo literario! Como me dijo alguna vez otra amiga como aperitivo a un chisme que no debía pero tenía que contarme: “¡Mi corazón es una tumba pero mi boca es un volcán!”

Fue por intentar evitar en el futuro esos problemas que comencé a ir a terapia. Elegí un sicoanalista ortodoxo: diván, analista callado, paciente perorando. Mi sicoanalista, después de dos años de atenderme, es ya un experto en los ires, venires y decires del mundillo poético mexicano. A veces, cuando sospecho que se aburre en demasía o que está quedándose dormido, digo la palabra “mamá” (que tanto le gusta a los freudianos) sólo para despabilarlo y poder continuar con mi narración del chisme de la semana sabiendo que tengo su atención. Me resulta muy reconfortante saber que todo lo que le cuento quedará allí. Así no tengo que censurarme ni omitir el menor detalle de mis investigaciones.

Por supuesto que soy fan de Madame Sévigné, aquella cortesana que supo escribir como nadie un chisme insignificante al grado que siglos después sigue generando morbo y un incandescente curiosidad en su lector. Yo no aspiro a tanto, pero ciertamente lamento que la poesía y los poetas les interesen a tan pocos. De lo contrario podría realizar mi sueño: conducir un programa televisivo sobre chismes poéticos como aquellos dedicados al mundo del espectáculo. ¡Pasiones, amoríos, traición, sobredosis de drogas, premios literarios corruptos, plagios escandalosos, relaciones inconfesables, todo salpicado de citas literarias!

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