Alemania – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 Wie Mutter, wie Vater! http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/que-padre-que-madre/ Mon, 05 Dec 2011 23:05:28 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=6136 Nuestro Blog de la feria estuvo por unos días vacío, entre otras, porque se vació el Internet. Entre tanto ocurrieron muchas cosas, pero un par de frases, conclusiones y encuentros quedaron. Un informe de cierre.

Se habló mucho, hasta que se llegó el punto: quería escribir sobre la presentación de la joven periodista Ana Lilia Pérez en la 25° feria del libro de Guadalajara, quien presentó su libro “El Cartel Negro” que destapa las relaciones entre el narcotráfico y la petrolera PEMEX. Pero otra vez vino la aquí típica presentación de un libro, que comienza con la lectura de ensayos tipo recensión sobre el libro en cuestión. Lo que suele ser interesante, pero demorado… y dejé la sala repleta después de 45 minutos sin haber si quiera escuchado la voz de la autora. Algo parecido me sucedió en la discusión con el director de “El País”, Javier Moreno, Philip Bennett del “Washington Post”, Suzana Singer, “defensora del lector”, la encargada de los derechos del lector del diario brasilero más importante “Folho”, con una tirada de 400.000 al día y Alejandro Santos Rubino de la revista “Semana” de Colombia. Ellos debían contarnos los cambios que ha sufrido el periodismo después de los Wikileaks, pero primero resumió Bennet la historia de los Wikileaks, a petición de la moderadora, como si ninguno de nosotros hubiera escuchado nada antes al respecto. Javier Moreno logró estrechar su encuentro clandestino con Julian Assange en Zúrich por 15 minutos. Solo Suzana Singer llegó al punto: “Folho” abrió, después de los Wikileaks, un canal propio por el que los lectores y las lectoras pueden denunciar anónimamente y de modo seguro. Esto ha sido usado hasta ahora 320 veces y gracias al cual se han originado tres notas periodísticas, por ejemplo sobre malversación de fondos públicos. Otra conclusión: Wikileaks no contiene hasta ahora mucho material relevante sobre Latinoamérica, todo estaba concentrado en Estados Unidos y Europa. Y: La plataforma requiere de periodistas que filtren toda esa cantidad de información.

Fue entonces una verdadera fiesta de muchas muchas palabras, o como lo escribió la Feria del Libro de Frankfurt en su comunicado de prensa de cierre, un Fest de la palabra. Dio todas las cifras y datos que corresponden a un comunicado de prensa: 2.500 personas escucharon la conversación inicial entre Herta Müller y Vargas Llosa, en los 50 eventos literarios y de profesionales se contaron con alrededor de 8.500 participantes, en el pabellón alemán se presentaron 42 expositores individuales, 20 representantes de las editoriales alemanas viajaron a la Feria. La FIL en sí presentó más de 500 títulos, entre ellos de 25 escritores jóvenes, los “25 secretos”.

¿Pero no son las cifras solo signos vacíos para powerpoints del marketing, derechos de autor y managers de venta, que nada dicen sobre los caminos incomprensibles de la literatura? Por eso, y de modo no tan incomprensible se dieron muchas conversaciones en los podios, los salones, pero también en las fiestas, sobre el “poder del lenguaje” en sí, como se titulaba un poema slam de Bas Böttcher, que también él presentó en vivo.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Ydhxo4DyPFc[/youtube]

Se trataba de entender-se, de escuchar en un nuevo lenguaje, sobre español o inglés, sobre lecturas comunes, sobre Slang, sobre groserías, entendimiento cotidiano: En mexicano significa “madre” tanto “madre” como “super, lo mejor”, “padre” significa tanto “padre”, como …“super”. Por el contrario “poco madre”, solo existe en combinación con la madre, y significa “menos super”… ¿el poder de la madre o del padre? Y cómo sonaría eso en alemán: “Wie Mutter”?

La ministra Cornlia Pieper llamó al alemán, directamente en la apertura, como un “idioma de ideas”, una de las dos coordinadoras de la FIL, Consuelo Sáizar, habló de una “hermandad de la palabra” a la que todos pertenecemos y por la cual fue fundada la Feria en 1987 – en contra de la centralización española del mercado de libros en castellano, pues México es el país con mayor número de habitantes hispanoparlantes.

En varios podios sobre literatura en alemán, como el podio con Wladimir Kaminer, Dragica Rajcić, Adam Soboczynski y Saša Stanišić fueron venerados no solo un idioma, sino la multilingualidad de los autores multiculturales, quienes, y así lo reconoció la moderadora Sara Lovera López, crean un “moderno alemán propio”. Para el escritor proveniente de Bosnia Saša Stanišić, el lenguaje es como el “spaghetti” y “los autores hacen la salsa”, según él, el origen no es una categoría literaria, y tampoco el cabello castaño, lo importante es que uno pueda construir un puente entre su doble personalidad, y no percibirlas como separadas. Rajcić deja saber que todas sus metáforas en alemán vienen del eslavo, y que ella utiliza el “pasado indefinido” del eslavo, pues en alemán al igual que en la política, solamente hay un “pasado definido”.

Para cerrar me voy a permitir nombrar otra cifra: el alemán es, informó el director de la Feria del Libro de Frankfurt, Jürgen Boos, un idioma “gateway”, pues 40-50 por ciento de las novedades son traducciones, el alemán es el “mercado de idiomas” más grande en Europa. Si la traducción al alemán de un libro tiene éxito, se venden con frecuencia los derechos para otros idiomas. Y eso es de hecho una buena noticia para las lenguas pequeñas, cuya desaparición es temida por Dragica Rajcić, pues con ellas se perderían visiones del mundo propias. Esperemos entonces que el mercado de libros en español se encargue cada vez más y más del alemán, una lengua no tan grande.

Adiós y gracias a quienes nos apoyaron en el blog de la Feria: Natalia Guzmán, Barbara Buxbaum, Adriana Redondo de In-Kult, a Dieter Schmidt de la Feria del Libro de Frankfurt, a los super acompañantes de Guadalajara Paty, Vero, Erik, Sasa, Abbas, Holger, Peter Stamm, a los agentes de Facebook: Amaranta y Dennis, y a los “Tocinos” del Sexto Piso!

Traducción: Natalia Guzmán Díaz

]]>
Un país muestra caras http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/ein-land-zeigt-gesichter/ Sun, 27 Nov 2011 17:31:37 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=5967 La salida a escena del país invitado en las feria del libro es propaganda. Escritores son enviados por avión (26), editoriales invierten en presentaciones (38), una ministra de relaciones exteriores hace discursos inaugurales elogiando el intercambio cultural, el “diálogo de la sociedad civil” y como se llamen todos estos pilares de la política internacional (Cornelio Pieper), se imprimen folletos (novedades, cuadernillos de la historia y geografía del país, programa de actividades) A esto también se le llama cultural diplomacy, pues tras todo esto está naturalmente la comercialización de un país y, en este caso, de su industria de libros.

El porqué en el folleto oficial de la feria se anuncian los eventos alemanes con diez fotos que muestran a 14 hombres y 10 mujeres, la mayoría grupos de música alemanes (de lo mejor que hay) que se presentan al aire libre, como The Notwist y seguramente todos menores de 40 años (el promedio de edad en Alemania es de 42,1 años) casi no se entiende. ¿Alguno lee un libro? Ah, si, Franka Potente en un estilo fílmico del libro de Doris Dörries “Bin ich schön?” (“¿soy linda?”). No se ve ninguno de los autores invitados, en vez de ellos, unos hilos azules entrelazados: ¿una interpretación moderna de la flor azul?, ¿torción posmoderna de la identidad? Afortunadamente Rüdiger Safranski, el filósofo del romanticismo alemán, lee el sábado 3 de diciembre, allí podemos preguntarle…

Mientras eso es Alemania, “invitada de Honor”, según el programa un país de hombres jóvenes con mirada crítica que se frotan la barbilla, de mujeres bailando en peluquerías, pero que a veces se sacan una pistola o se tienden lascivamente a lamer la decoración de un árbol de navidad. Si, bueno, ¿por qué no?. Mejor que un atardecer en la puerta de Brandenburgo y el folclor de la jarra de cerveza.

]]>
El intento de no quejarse más … http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/der-versuch-sich-nicht-mehr-zu-beschweren/ Mon, 12 Sep 2011 07:44:49 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=4906 o un paso más hacia la integración.

Para empezar, aquí llueve todo el tiempo, todo el verano hace frío y me la paso siempre extrañando el sol. Quejarse del mal tiempo es algo muy común en esta tierra, y así me uno a la mayoría- sólo con el fin de la integración absoluta.

Hay también otras cosas de las que podría quejarme, por ejemplo sobre la manía por lo saludable, de ser jóvenes, de ser productivos, el delirio del trabajo, del anti placer, de tener remordimiento de conciencia crónico, el delirio del ahorro, el de ser padres cool, a la moda y al mismo tiempo súper postizos y tensos, el delirio de la integración, el de lo  exótico, el delirio de encontrar problemas en donde no los hay y… se me podrían ocurrir otros delirios más sobre los cuales quejarme, pero a lo mejor no serían sólo específicos de Alemania, sino que haría con esto un resumen de los delirios occidentales que nos rodean, de los cuales nos quejamos y a los que todos a la final nos entregamos a la fuerza.

Pero para decir la verdad quería escribir sólo cosas buenas. ¿Estaré ya tan bien integrada que lo primero que se me ocurre son cosas malas? Por ejemplo: Yo estaba aparcando mi bicicleta cargada de las bolsas de la compra, y mientras trataba de alguna manera de mantener el equilibrio, se me cayó la bici y la dejé ahí tirada en el suelo. Una mujer que pasaba en ese momento me gritó: “¿Le llama integración a echar bicicletas ajenas al suelo y no recogerlas?” (Lo que me dejó más atónita de todo, fue cómo pudo adivinar mi origen cultural, geográfico o el que sea. Bueno, no soy exactamente una rubia de ojos azules, pero el cómo pudo determinar mi grado de integración por mi apariencia, es para mí un misterio.)

O de las lecturas en que los asistentes siempre quieren saber dónde aprendí alemán. (A este tipo de lecturas voy como escritora de la lengua alemana.) De las oficinas administrativas donde se me aconseja casarme con un alemán para no tener más problemas con la visa. De funcionarios de aduana que ordenan mi detención porque no me quiero dejar ofender por ellos en la ventanilla del aeropuerto. De arrendadores que no me quieren dar un apartamento, porque no conocen el país de donde vengo, que igualan ser un artista con tener un estilo de vida asocial y que no pueden pronunciar bien mi nombre. Bueno, pero sería injusto. Sería asimismo injusto, porque yo, en esa situación, cometería el mismo error que nosotros los extranjeros con voluntad de integrarnos les sacamos en cara a los alemanes. El gran error de seleccionar, pues a nosotros los humanos nos encanta seleccionar todas las cosas. Nosotros decimos: Los alemanes no entienden esto, los alemanes dicen: ustedes no quieren entender y así sucesivamente, y aun así nosotros seguimos viendo talkshows, seguimos escribiendo informes y leyendo libros sobre nuestros problemas de globalización y de integración, sobre nuestro choque cultural, sobre la imposibilidad de una unificación de lo distinto en un todo armónico.

Llega un momento en el que uno convirtió sus características orientales en características occidentales, (o al revés, o uno ya no puede diferenciar las unas de las otras, o…)  llega un momento en el que uno le deja de prestar atención a las preguntas de sobre cómo uno aprendió alemán y uno ignora las preguntas sobre el plato típico del país de origen, llega un momento en el que uno por su apellido ya no dice disculpándose: sí, mejor se lo deletreo. Pues sucede que uno conoció en algún momento personas a las que uno ha aprendido a querer con sus maneras orientales, occidentales o tal vez sólo con sus maneras humanas. Pero con toda la globalización y choque cultural que se quiera- ¿No tenemos todos a la final nuestros continentes, planetas, países y ciudades? ¿No tenemos todos nosotros nuestras tradiciones, rituales y nuestras recetas para la vida? ¿Es en realidad tan deseable ese intento de reunir todo aquello que represente así haya una pequeña posibilidad de conflicto? ¿Tengo que darle realmente explicaciones a alguien de por qué no tenía ganas de levantar mi bicicleta del suelo?

Tal vez sí. Tal vez debí haber dicho: “Sabe usted, hoy tuve una mañana de mierda. Tal vez usted tuvo un día aún más de mierda que el mío, lo cual la motiva a hacer ese tipo comentarios. Tal vez no se siente usted muy bien a pesar de hacer una terapia y yoga. Tal vez se siente usted infeliz, solitaria, sin perspectivas, tal vez debería usted entrar un momento y le hago un café o un té y tal vez hasta nos sentimos ambas después un poquito mejor…”

Tal vez debí haberlo dicho… y tal vez nos habríamos tomado un té o un café y no nos habríamos ofendido la una a la otra. Tal vez ella me hubiera recomendado un buen instructor de yoga que me hubiera ayudado con mis problemas de espalda o me habría recomendado un sicólogo con el que podría hablar sobre mis intentos de integración. Tal vez. No lo sé, sólo puedo esperar que así hubiese sido. Y hacerme el propósito de quejarme menos sobre el clima…

Traductora: Adriana Redondo

]]>
Titel (Deutsch) – Titel (Español) http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/titel/ http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/titel/#comments Tue, 19 Oct 2010 11:55:55 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2969

Ha llegado el momento de hacer balance. El mundo gira y ahora lo hace hacia adelante desde un fantástico y sosegado verano, que ha transcurrido entre el estudio y el trabajo, en el que el trabajo en este blog biográficamente combinaba muy bien. Si uno ya es asalariado y miembro del sindicato mira con preocupación  su cuenta de banco, con inseguridad en el futuro y ya no se siente dispuesto a pensar simplemente por pensar, sino que se pregunta cuál de las amistades existentes, a las que no pertenece ninguna interculturalidad, debería ser retomada a pesar del claramente reducido tiempo libre.

Uno estupidece y en algún momento será reconocido por los propios hijos como un anticuado y chauvinista burgués de provincia, con cero contactos sociales y la mundanidad de un jubilado de Bilefeld, entonces poddra hacer referencia a este tiempo dorado (menor en textos sueltos) y decir: „mira allí, hubo tiempos en los que su padre sostuvo un intercambio con todo el mundo. Gente muy inteligente de México, Argentina y Bolivia discutieron con él sobre la historiografía nacional y preguntas sobre la identidad en un mundo movedizo”.

Si el mundo fuera una reunión de la ONU y la computadora un traductor sensible…

Si los niños tienen más o menos cerebro, preguntarán, ¿que es lo que salió de todo esto? -y pondrán a sus progenitores en complicadas vicisitudes: ¿Acaso se ha interesado alguna vez por los otros blogers internacionales o por este blog internacional? No realmente, aunque algunas cosas fueron interesantes y otras muy llamativas- al final de cuentas la comunicación fue muy fatigosa. Es lo que diría uno en la retrospectiva. Si bien es cierto que los textos en español fueron legibles en alemán (y al revés), pero para un diálogo apropiado a los medios, faltaron dinero y técnica.

Quien sabe, quizá lo niños que ven a sus padres como fósiles, que encuentran el conjunto sobreentendido, porque para ellos es posible contar con una máquina traductora en tiempo real capaz de traspasar bien el contenido de los comentarios en el chat, como ahora no son capaces de hacer los algoritmos de traducción ni si quiera con textos tipo. Si el mundo es una reunión de la ONU y la computadora un traductor simultaneo (uno bueno, sensible, visionario con una manito para la transmisión de códigos culturales), recién entonces será posible algo como un dialogo intercultural. Entonces serán posibles abrir horizontes en un diálogo más allá de los espacios lingüísticos.

Aveces uno quisiera gritar confundido „¡argh!“.

Mientras tanto uno se atormenta con substitutos como los idiomas universales: cuando cinco que no tienen el idioma nativo se juntan en una mesa a hablar, tendría uno que bostezar muy fuerte. Cuando 20 blogers y sus lectores se juntan en un blog, más allá de las buenas intenciones no pueden encontrarse, entonces podría proferir un confuso „argh!“. ¿Qué puedo hacer con las reacciones hispanohablantes (en todo sentido muy alemanas) a mis aportes sobre la cultura de la culpa, Auschwitz y la identidad alemana? Las máquinas traductoras pueden efectivamente transmitir una impresión, que mueva al que está en frente. Sin embargo se trata al mismo tiempo de una surrealisación inapropiada: si ahí dice:“lamentablemente y con todo respeto, sólo a habido un Holocausto, la frontera de una maldita rocola, que no paraba, por qué son tan azules nuestros sueños que sólo podemos pedir a San Antonio, si Neal Cassady llega a morir aquí, por emigrar“, Uno le asigna un alto grado de poética y sin embargo, más allá de eso, permanece simplemente como una impresión del contenido semántico y la frontera entre los Estados Unidos y México y no puede ser así.

Alegrémonos por un tiempo en el que no habrán más idiomas, en el que los idiomas nacionales sólo serán costumbres y dialectos elegidos, hechos para burgueses de provincia, como el que yo mismo seré algún día, alguien que normalmente delimita temeroso la frontera entre lo virtual y la realidad. Si en ese momento nos ponemos sentimentales, nadie podría ponerlo en duda. Ya que en ese momento lo que intentamos hacer aquí dejará de ser especial. El afecto inesperado, que en especial para un autor joven alemán significa poder ser leído por personas no socializadas en lengua alemana, la mirada extrañada y fascinada sobre la traducción del propio texto. Todo eso sera cotidiano, Los Superdemokraticos fueron una fiesta.¡Muchas gracias!

]]>
http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/titel/feed/ 4
En un café de Berlín están mis palabras alemanas http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/meine-deutschen-worte-in-einem-cafe-in-berlin/ Thu, 07 Oct 2010 06:00:37 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2339 Me imagino que en un café de Berlín alguien deja olvidado un periódico (¿o es una revista?, me perdonarán, pero soy despistada!) sobre una mesa. La mesonera, antes de botarlo a la basura, lo mira displicentemente. Está cansada: tantas tazas por recoger, ceniceros por vaciar. Aún así le llama la atención un título que habla de muñecas negras o de amargos de Angostura. Ve mi nombre allí, le suena gracioso. ¿Lara no es acaso un nombre ruso? – piensa antes de leer mi artículo. Lo lee rápidamente, una lectura vertiginosa para que nadie vea que está leyendo en lugar de limpiar mesas. Se ríe un poquito. Finalmente bota la revista (¿o es un periódico?) y allí quedan mis palabras traducidas a la lengua de Goethe, llenándose de colillas, restos de pan, gotas de café en el fondo de un gran recolector de basura. Bueno, probablemente clasifiquen los residuos, y entonces mis letras estarán entre servilletas usadas, otros periódicos, postales rotas. Mientras tanto yo, del otro lado del mundo, soy inmensamente feliz porque la fortuna ha permitido que haya sido escogida para participar en un proyecto multicultural, global, transnacional, internético, que ha hecho posible que mis palabras sean leídas mucho más allá de mi propia lengua. Cuando tenía 15 años, tal vez 16, leí Retrato de grupo con señora de Heinrich Böll y decidí que era mi escritor favorito a pesar de haber leído sólo ese libro (A los 15 años toda opinión es categórica y no necesita que se le den muchas vueltas). Desde entonces las calles alemanas se instalaron en mi imaginación y ciertos nombres, algunas flores y una sintaxis germana traducida. Leerme, o creer que me leía en la lengua de Böll ha sido una experiencia alucinante.

Este proyecto internético, global y plural ha hecho posible también que mis escritos, aún en mi propia lengua, puedan ser leídos mucho más allá de lo inmediato y por personas muy diferentes y distantes. Del mismo modo que ha hecho posible que yo pueda leer a magníficos autores latinoamericanos desconocidos por mí. La jovial Tilsa, la ultra poética Lena, la intelectual Lizabel., la apasionada María. Los chicos, !ni hablar! Mi compatriota Leo Felipe Campos es una “joyita”, soy su fan declarada. Muchos pensadores que estudian migraciones, exilios, movimientos, errancias, identidades y demás yerbas han afirmado que la lengua es la patria y este espacio ha demostrado como 15 personas tan disímiles no necesitan traducciones entre sí porque vienen de esa misma lengua que se ramifica y se llena de colores, pero que en el fondo es una. Nunca me ha gustado hablar de Latinoamérica como una unidad, pero hay ciertas cosas que cuando estamos lejos percibimos como unificadoras. Leo a estos autores latinoamericanos y los entiendo con una comprensión que va mucho más allá de las palabras. Porque esa lengua cósmica que nos articula va más allá de sus propios vocablos. A mí, que vivo el exilio lingüístico día a día, no me queda ninguna duda.

Otra de las maravillas que se han dado en este espacio ha sido la posibilidad de leer a alemanes de mi misma generación. Böll está muy bien, pero leer la lengua bellamente descolocada de René Hamann o la elegancia de Emma Braslavsky ha sido un gran placer. Leerlos a todos ha sido como caminar por las calles (¿empedradas?) de alguna ciudad alemana en este mismo instante. Leer los textos de los cinco autores alemanes que participan en este espacio ha sido leer literatura alemana contemporánea, cosa tan difícil para mí que no hablo la lengua y no dispongo de medios para acceder a las traducciones ( en caso de que existan). Hay un pulso debajo de tan disímiles autores que se siente también como una fina trama y que de algún modo me ha permitido a mí como lectora entender a una generación de alemanes de la que no sabía nada. Los hilos de esa trama encuentran similitudes en los hilos de mi propia trama. Estamos tejidos con hilos invisibles y sólo este espacio ha hecho posible percibirlos. Estamos “enredados” por la red, la globalización, la generación o como quiera llamársele a eso que me hace entenderlos, traductores mediante, pero mucho más allá del referente inmediato al que aluden las palabras.

Agradezco a Rery Maldonado y a Nikola Richter por haber tenido la idea de juntarnos a todos con ese hilo ovillado por sus sueños. En un café de Berlín están mis palabras alemanas gracias a ellas. En un lugar del éter ciberespacial está mi voz. En un lugar de ese cronotopo cero nos hemos encontrado.

]]>
¿Democracia = Demokratie? http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/democracia-demokratie/ Tue, 05 Oct 2010 07:00:10 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2331 Hace varios meses que estamos escribiendo en este Blog que lleva el nombre „Los Superdemokraticos“. Pero: hablamos de lo mismo los alemanes y los latinoamericanos cuando hablamos de democracia? Si ni siquiera para un colombiano y un argentino el término „democracia“ despierta las mismas asociaciones: „La vuelta a la democracia“ – un hito alivianador para los Argentinos. „La seguridad democrática“ – un concepto de mano dura en Colombia, originado por el gobierno del ex-presidente Alvaro Uribe.

Lo mejor es preguntar a alguien quien sabe. Por ejemplo a Roberto Gargarella. Es abogado y sociólogo, master en ciencias políticas, trabajando aspectos de constitucionalismo y del funcionamiento de los sistemas democráticos. Es profesor de la Universidad Di Tella en Buenos Aires, fue profesor visitante en España, Noruega y Hungria y pronto viajará a Hamburgo para participar en un seminario del GIGA Institut, disertando sobre temas de cambios constitucionales en América Latina.

¿Hablamos de lo mismo los argentinos y los alemanes cuando hablamos de democracia?

Es muy habitual que estemos hablando de distintas cosas cuando empezamos a definir un termino. Es como cuando uno dice „soy de izquierda“, „soy de derecha“, „soy liberal“. Entendemos cosas diferentes. En Argentina en general el liberalismo aparece asociado a ideologias de derecha, incluso a la última dictadura, mientras tanto, el liberalismo en Estados Unidos refiere al progresismo, a la izquierda.

¿Cuál es el rol del presidente en los dos países?

En Argentina tenemos un sistema presidencialista que se transformó en hiperpresidencialista. Las constituciones latinoaméricanas, basadas en una mayoría de casos en el modelo norteamericano, otorgaron al presidente más poderes, en terminos relativos, que los que se le otorgaban en la propia constitución de los Estados Unidos. Un presidente argentino tiene el poder de intervención federal, de declarar el Estado de Sitio y, a través del mismo, de limitar derechos y garantias o de nombrar y remover discrecionalmente a sus ministros. Eso son poderes que un presidente en sistemas parlamentarios no tiene.

Por ello mismo, hay una atención muy focalizada en la figura del presidente, es el que decide. Yo critico al sistema del hiperpresidencialismo porque genera un enorme riesgo, que es la distorsión de la división y del equilibrio de poderes: el sistema de frenos y contrapesos, de equilibrios, tiende a terminar entonces desequilibrado por un ejecutivo muy fuerte.

Los índices dicen que la democracia estaría funcionando mejor en Alemania que en Argentina.

Si definimos a la democracia como un sistema de pesos y contrapesos, libertad de expresión, votaciones regulares, el sistema en Argentina aparece con muchos defectos en comparación con un modelo como el alemán.

Si uno piensa una noción más exigente de democracia, relacionada con la capacidad de control que tienen los ciudadanos sobre sus representantes, en este caso tanto el modelo argentino como el alemán funcionan mal. Me interesa mirar la democracia de este modo, no de un modo complaciente.

En ese punto hay una ventaja en Argentina, hay una gran participación ciudadana en la política cotidiana. La gente se interesa en la política, actúa políticamente, sale a la calle, protesta, se moviliza. Es más común que en los países de Europa. Para mi es uno de los rasgos más interesantes que tiene la política latinoaméricana: que las ciudadanias se movilizan e intentan tomar control de los asuntos públicos con sus propias manos.

No obstante, en Argentina el voto es obligatorio.

No veo eso como un problema sino como una virtud de nuestro sistema. Hay un riesgo en el voto voluntario. Que la gente no vaya a votar porque dice “mi voto no importa mucho, que hace un voto entre 50 millones”. Es un pequeño empujoncito de parte del estado. Se dice que hay una multa pero ni siquiera se cobra la multa. Es un incentivo importante, dado lo crucial que esta en juego: ¿Cómo vamos a definir la organización política de los proximos años?

¿La confianza en las instituciónes está muy baja. Que opina Usted sobre el funcionamiento de las instituciones?

Hay una tradición de golpes de estado, pero los militares ya no tienen tanta influencia en política. Yo me preocuparía en Argentina, y en otros países, por el lugar que tiene la policía. La policía sigue siendo corrupta. Hay delitos en los cuales la policía está involucrada. La justicia ha mejorado. Hubo una tradición en Argentina en que cada gobierno se las arreglaba para conseguir una mayoría propia dentro de la Corte Suprema. Eso hizo que los tribunales variaran en calidad de sus miembros, y que la jurispurdencia cambiara frecuentemente. Tuvimos cortes liberales, conservadores, corruptas, y en este momento es una corte respetable, bien formada academicamente, independiente.

¿Cuánta influencia tiene el llamado „quinto poder“?

Hay empresarios muy influyentes, esto es un gran déficit para la democracia en Alemania como en Argentina. En Argentina además hay una situación de desigualdad económica que hace que los poderosos sean más poderosos todavía. El país ha sido muy igualitario hasta los años 70/80. La llegada de la última dictadura terminó de quebrar una estructrura. Esa situación de desigualdad está lejos de ser solucionada.

¿La prensa es libre?

En Argentina no hay persecución de periodistas, hay medios opositores, no hay censura directa. Hay situaciones de censura indirecta, sobre todo relacionadas con el modo en que el gobierno usa la publicidad oficial, son enormes sumas de dinero que se distribuyen de modo más o menos discrecional. Después hay otro problema que existe en todos los países desiguales: hay voces que no se escuchan porque no tienen la suficiente fuerza o el dinero para llegar a la escena pública. Eso también puede pasar en Alemania, por ejemplo, habría que ver si algunos grupos de inmigrantes tienen déficits de llegar a la escena pública y se quedan sin influencia en la dirección de la discusión pública.

¿Cómo se explica la gran apatía en algunos países?

La mayor apatía en los países europeos tiene que ver con que la mayoria de la gente percibe con razón que los que están por tomar decisiones están muy influidos por los lobbys. Los grandes grupos económicos tienen mucha más facilidad de llegar sobre el poder que la propia ciudadania, la influencia de los lobbys es mayor que la influencia de cientos de miles de ciudadanos. Son sistemas que están preparados para mantener las puertas cerradas cuando la gente presiona, pero en cambio son muy sensibles a las presiones de grupos de poder, de lobbyistas.

Traducción Karen Naundorf

]]>
El país de los debiluchos http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/das-land-der-weicheier/ Wed, 15 Sep 2010 13:11:26 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1952 Escribo desde un país que me protege en todo el mundo de malas experiencias, a mi, niño burgués de centro izquierda, (todavía) cercado por la suavidad del algodón. Nunca he sido discriminado, al menos no deliberadamente y mucho menos por mi raza, cultura o mi nacionalidad. Alto, delgado, blanco y bien vestido en realidad me va bien en todo el mundo – esa es al menos mi experiencia hasta el momento. Todavía no he fracasado frente al portero de ningún club, todavía no se me ha negado ninguna membresía e incluso la Homeland Security de los Estados Unidos me saluda aburrida. La cúspide de la discriminación en mi vida fueron algunos pinchazos anti- alemanes de un estudiante de intercambio noruego. En todo el sentido de la palabra: ¡Un chiste!

Lo que saludo y aprecio de este país, me parece en las preguntas sobre la sensibilización contra la discriminación como un maleficio: A los alemanes alemanes (es decir a los niños blancos hijos de padres alemanes y nietos de abuelos alemanes) nos parece imposible no estar en el lado soleado de la vida- a menos que voluntaria y conscientemente nos decidamos por la pobreza y la ilegalidad, pero en ese caso no tiene que ver con discriminación, sino con estupidez y adicción a la experiencia.

¿Decir que a través de la no discriminación evidente, soy doblemente discriminado es un sofismo? La frase “también yo quiero sentirme discriminado alguna vez”, con la que empezaba la primera versión de esta colaboración, lo sé, va demasiado lejos. Sin embargo me parece que encierra el punto decisivo frente al debate que se desarrolla en este momento en Alemania sobre la integración de los inmigrantes musulmanes: ¿Cómo puede comprender el promedio de los “alemanes de origen”, como son llamados ahora por algunos, abarcar, entender qué significa ser discriminado por su procedencia, cultura o color de piel? ¿Cómo puede alguien que pertene a una idiosincrasia y a una raza que parecen protegerlo en todo el mundo, contemplar la situación de aquellos que no encuentran entrada a esa cultura o lo que es peor, que les es negada la entrada?

Sin la experiencia de una discriminación cotidiana, solo puedo imaginarme cuan impertinente puede parecerles a los afectados que ahora en este país, aquellos que discriminan al colectivo de inmigrantes musulmanes de golpe empiecen ellos mismos a hablar de “discriminación” cuando son fuertemente criticados – no solamente desde las filas de esos inmigrantes- La experiencia de una verdadera discriminación por religión, cultura o color de piel, compartida por todos los habitantes del país, asfixiaría la sublimación de la cultura, la ruptura de tabús, ese “bueno uno debería poder decir…” en sus germenes.

Hasta que lleguemos a eso (algo que no puede suceder, sería una paradoja) uno tendrá que volver a decir que los “alemanes de origen” burgueses son unos debiluchos ignorantes, a los que les haría bien que alguién en algún momento los discrimine- mientras esa gente (nosotros) se arregla con su su soberbia- y los convierta en una minoría que se integra difícilmente.

traducción Rery Maldonado

]]>
No-lugares y lo nuevo de Alemania http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/nicht-orte-und-neues-aus-deutschland/ http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/nicht-orte-und-neues-aus-deutschland/#comments Mon, 23 Aug 2010 15:34:08 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=901

Ultimamente mis amigos en Argentina me preguntan, con sonrisa pícara: „¿Que onda, que está pasando en Alemania? ¿Se están convirtiendo en una república bananera?“ Este repentino interés es algo nuevo. En los último años aquí nadie se había interesado demasiado por los problemas internos alemanes (y no había porque hacerlo). Cuando llegaron los reportes sobre la crisis económica en Alemania: A) no fueron tomados en serio o B) fueron objeto de mofa („bueno, ya ven, ¡así se siente una crisis!“). Tampoco me excluyo. Demasiadas veces tuve que escuchar observaciones arrogantes desde el norte, cuando informaba sobre Argentina, sobre todo luego de la crisis del 2001/02: „uh, todo lo que pasa por allá, en esos países, allá abajo“, siempre con el subtono de: a NOSOTROS no nos podría pasar algo igual.

Ahora de golpe los amigos recortan artículos de prensa sobre Alemania y me los traen. Un presidente renuncia ofendido. Un pulpo nos sirve de oráculo para predecir el futuro. El Euro está en peligro. Escándalos de corrupción en Ferrostaal y Siemens. Uno puede alquilar manifestantes y comprarse un carnet de conducir. La desgracia de la Loveparade en Duisburg (los organizadores se equivocaron en sus cálculos en un par de cientos de miles de participantes, hubo personas que fueron pisoteadas hasta la muerte). Alemania se robó el busto de la Nefertitis en Egipto y quiere quedarse con ella. Reactores nucleares con 30 años de antigüedad pueden seguir funcionando (a pesar de que probablemente el 98% de los alemanes se negaría a conducir un coche de la misma antigüedad porque no tiene Airbags).

Y bueno, ¿qué pasa en Alemania?“ Preguntan mis amigos o curiosos, y tengo que decepcionarlos. Alemania no será nunca una república bananera. Una república bananera está en el sur, llena de bellezas exóticas, un tanto corrupta y poco seria también. Alemania nunca estará en el sur y eso de ser exótico, no lo conseguiremos jamás.

¿Qué aspecto de mi vida es el determinante? Se me ocurren muchas respuestas, pero hay un aspecto común a todas: La ausencia. Como una ventanita pop-up, que uno puede cerrar rapidamente, aparezco en la vida de mis amigos en Alemania y en Argentina. ¿Cuándo estoy más de tres semanas en el mismo lugar? Volviendo a Buenos Aires después de hacer algún artículo en otro lado, muchas veces estoy – y no estoy. Me encierro a trabajar, hablo por teléfono. Soy tan libre como nunca lo hubiera imaginado. Y presa por esa ausencia que hace imposible lo que esencial en una vida: momentos compartidos con otros. Buenos y malos. La ausencia ha destruido amistades, un amor. Es una lamentación, que muchos no entienden, porque llevo una vida que a muchos les parece muy atractiva (la que yo también quería tener y muchas veces no puedo creer que sea mía). Pero olvidan que es un diseño de vida que sólo permite un tipo de par indivisible: Una persona y su laptop.

La ausencia me tiene en sus manos. Y esta falta de cotidianidad se concentra en no-lugares como por ejemplo los aeropuertos. Ahí me pongo en stand-by y dejo fluir los sentimientos que propician las inestabilidades en mi vida: la euforia y la melancolía.

]]>
http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/nicht-orte-und-neues-aus-deutschland/feed/ 2
De cómo hace poco Wolf Birmann afecto mi esfera privada http://superdemokraticos.com/es/themen/koerper/wie-wolf-biermann-neulich-meine-intimsphare-tangierte/ Mon, 02 Aug 2010 13:39:58 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=563 Con los conceptos y preguntas que parecen simples, pero que no lo son, es importante formar pares de contrarios. Pensé últimamente, después de haber escrito el segundo texto malo sobre la historia de mi país. Uno podría contestar a la pregunta de ¿qué es para ti intimidad?, con otra pregunta: ¿qué no es para ti intimidad? Procediendo de esta manera a uno se le ocurren muchas cosas. No-intimo es casi todo lo que es grande, público e impersonal. Lo más impersonal que me ha pasado en la vida, fue a la edad de nueve años en el puerto de Caláis, una noche en abril. Yo ese día y a esa hora estaba muerto de cansancio y poesía un sensible corazón alemán, burgués e infantil – fue ahí donde vi al primer sin techo de mi vida, durmiendo bajo la luz fuerte de las lámparas de gas. Ahora pueden imaginarse mi concepto de impersonal. Para todo lo demás sigo escribiendo.

Más allá de eso, las grandes aglomeraciones de personas, los edificios institucionales, los centros comerciales y cosas similares, que con seguridad no son íntimas, estaría dispuesto a afirmar que para mi la intimidad no es posible sin una cantidad importante de confianza. Es posible que haya personas que pueden sentir intimidad en cualquier parte, donde se sientan bien con un grupo de personas o con otra persona o consigo mismos. Yo demando que las personas que me rodean, por lo menos la persona más importante, sean conocidas con anterioridad, el lugar me sea conocido por lo menos hasta el próximo cruce de caminos y la convivencia tenga una manera de ser, que a su vez practique desde hace tiempo. Para mi intimidad tiene que ver básicamente con conocer un lugar, a un grupo de gente y a mi mismo, por adelantado.

Aquí podría formar el par de contrarios: Intimidad – Interculturalidad, pero después de pensarlo un poco no funciona (por lo menos no sobrio y en público), pero la consecuencia es que este blog es para mi todo lo contrario a intimo, me parece -ante la contemplación de los limites estrechos de mi concepto de intimidad-. Uno habla en un contexto y como en ningún otro lugar de la red (donde los propios textos no son traducidos inmediatamente y uno sólo tiene que ver con lectores del propio idioma y contexto cultural) uno no sabe qué pasará con lo dicho. Solo unos pocos de los presentes conocen la posición a partir de la que se que habla. La cultura (pop), el trauma, la sociedad, la visión, el paisaje (de momento la costa del Mar de Este, hermosa, para mi). Para que no nos mal entendamos: Este emprendimiento es entusiasmador, bueno, justo, pero no es íntimo ( ¿cómo en la Red?).

La intimidad necesita una confianza cultural, además de una rutina, un carácter ritual. Antes de que una situación pueda ser realmente íntima, para mi, es necesario que antes haya sucedido durante anios, en los que no lo haya sido. Lo que mucha gente describiría como “intimo”, es para mí únicamente “potencialmente íntimo”. Situaciones potencialmente íntimas, en las que repentinamente se tiene una sensación de felicidad, en las que el corazón salta por la insipiente confianza y una piensa “wow, con esta persona podría, aquí y ahora, tener intimidad”. Las amistades nuevas son siempre potencialmente intimas – en especial el momento en el que uno está excitado y se da cuenta de que también sin la excitación podría funcionar.

En situaciones verdaderamente íntimas nadie está excitado. Entonces no salta ningún corazón, no nos sentimos ligeros como plumas y libres de preocupaciones, sino relativamente normales. Como uno se siente cuando hace cosas conocidas con personas de confianza: como un mueble conocido en una habitación conocida. Revisando la escala desde el “puerto de Caláis por la noche”hasta lo “totalmente íntimo”, lo más cercano a “totalmente íntimo es la “Casa de huéspedes Gintopf”, una casa rural en la costa oeste del Mar del Este en Alemania. Donde desde hace veinte anios paso las vacaciones de verano con mis padres, los amigos de mis padres y los hijos de los amigos de mis padres. Ante la cercanía de los ancianos propietarios Erika y Uwe Jessen siento confianza sin ningún tipo de excitación, en un ritual cotidiano que se ha “consagrado” en el comedor, como podría decirse educadamente.

Ayer justamente me choqué en ese lugar mágico cuando iba al banio con Wolf Birmann, el famoso disidente de la RDA en todo el mundo y cantautor, el mismo que en 1976 fue expatriado -pero esa es otra historia, más allá de que él hace años tiene una casa en los alrededores, como pude saber después. A lo que quiero llegar y la razón por la que escribo sobre esta casa de huéspedes y no sobre el vientre materno o las bendiciones de un triángulo amorosos, es a que tengo la certeza de que: La intimidad es lo contrario a la historia actual! La intimidad no tiene tiempo, se ha caído del mundo, utópica. Contrario a lo que ocurre en el presente, la intimidad es privada sin escrúpulos, no tiene nada de espectacular -sobre todo para los otros- no tiene valor. En o ante situaciones íntimas uno puede callar, no le interesan a nadie.

Por eso los acontecimientos que significarían una ruptura en la intimidad – y aunque sea solamente a partir de la presencia física de los protagonistas envejecidos de un presente que se prolonga desde hace 30 anios- son una monstruosidad. La intimidad es confianza, la intimidas cuando uno puede decir “ah bueno, como siempre. Intimidad también es lo contrario a acontecimiento. Si uno tuviera que decir “hoy va a pasar esto” la intimidad estaría rota. En la casa de huéspedes frente al mar uno puede hablar con placer sobre cualquier cosa -no solamente sobre el clima, sino también sobre el hombre que hacía los pronósticos en la tele, que está encarcelado. Pero no debe imponerse, nosotros mismo queremos decidir cuanta parte del mundo, que nos alcanza aquí a través de una pequeña radio en la pared, puede acceder a nuestra esfera íntima, tiene cabida entre nosotros. Por eso : vergüenza sobre Wolf Birmann!,vergüenza por el acontecer actual!, vergüenza sobre los políticos que impiden nuestra privacidad, intimidad es el pequeño sueño apolítico, que nos ganamos una vez al año. Sólo con nosotros mismo y con nuestro concepto de intimidad, que posiblemente el 99% de los seres humanos rechazaría vehementemente. Pero esa forma de insolación también es muy íntima…

]]>
El equipo internacional http://superdemokraticos.com/es/editorial/die-internationalmannschaft/ http://superdemokraticos.com/es/editorial/die-internationalmannschaft/#comments Sun, 11 Jul 2010 22:31:22 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=449 Lo siento chicos, lo siento chicas, mientras se pueda escribir un poquito sobre fútbol. Desde el Mundial de Fútbol de 2006, que tuvo lugar en Alemania y que hizo propaganda con el slogan “como invitado con los amigos”, uno ya no se asombra de que la bandera alemana sea puesta en exposición pública. Lo que en 2006 todavía sorprendía sea convertido en 2010 en normalidad. La decoración nacional por todas partes sirve para que yo piense todos los días en Alemania en mi rol como alemana (pasaporte). Tengo que pensar en eso y siempre me resulta un poco incómodo. Cuán alemana era cuando me mudé a mi primer departamento cuando trabajaba como Aupair en Francia, cuando vi mi primer eclipse total de sol en Londres, cuando viví en Hungría mi primera anestesia total o cuando por primera vez me bañe en Bolivia en un río transparente?

Cuando fui a la escuela y mientras era estudiante en los 80s y 90s podía contar las banderas que había visto con los dedos de una mano. No habían. En el diccionario había una entrada “Bandera”, junto a todas las banderas del mundo, pero a ella nadie la sacaba de su caja. Ella era un símbolo abstracto. Algunas veces colgada de edificios públicos, a media asta por luto con rango internacional o en el mástil de los contextos europeos. Cuando mi familia hacía vacaciones en Dinamarca, la bandera danesa ondeaba delante de todas las casas de madera. Yo pensaba: Nuestra bandera es fea, la danesa es mucho más bonita. ¿Soy danesa?

Y ahora: Autos, ventanas, balcones, jardines, vuvuzelas, incluso partes del cuerpo (brazos, piernas, mejillas) llevan la bandera. Hace poco vi como una mujer gorda, enfundada en un vestido de tigre, le tatuaba una bandera en la calva de solarium a su marido. Una calva en negro-rojo-dorado… Estoy confundida: ¿De dónde viene este nuevo amor por la bandera de los alemanes? ¿Cuándo ha desaparecido el peso (“No puedo sentirme orgullosa de mi país, después de todo lo sucedido”, los seis millones de argumentos, sobre los que habla Jo Schneider en su ensayo. La responsabilidad histórica que algunos, como alemanes, llevan a cuestas)? Porqué incluso yo me pinto una bandera en el brazo? ¿Nos hemos vuelto todos olvidadizos con la historia?

[See image gallery at superdemokraticos.com]

La nueva cultura hincha alemana tiene quizá que ver con esta alegría colectiva, porque es verano, porque estamos en la calle gritando juntos, porque es divertido identificarse con algo, no tanto con un sentimiento nacional como con un Sportmanschip y hombres guapos (Yes, Ladies!) Por que la selección nacional se ha convertido en una selección internacional, con jugadores como Mensut Özil, Boateng y Piotr Trochowski que son hijos de migrantes, que son jóvenes, que juegan con otras reglas, que no son jerárquicos, que de alguna manera no parecen alemanes (si beber cerveza, el pesimismo y el autoritarismo son lo “alemán”). Porque ahora juegan como los daneses -escriben al menos los diarios.

De todas maneras nunca podré dejar de catalogar la marea de banderas como algo peligroso. Los símbolos nacionales llevan esa ambivalencia consigo, esa amenaza, de la que también habla Gabriel Calderón: “La historia/Siempre pronta a reaparecer en cualquier momento/A caer con toda su furia en el presente.” Lastimosamente se mezclan Neonazis en la masa de fans de futbol.

Más ambivalente es todavía el himno nacional alemán, que últimamente también es cantado claramente en público. La melodía proviene de la pluma del compositor austriaco Joseph Haydn. Lo compuso en Viena como base para el himno al emperador de los habsburger, basado a su vez en una canción popular croata. El texto lo escribió el escritor alemán Dichter Heinrich von Fallersleben en 1841 como “Canción alemana” en la entonces isla británica de Helgoland. Trata entre otras cosas sobre las fronteras del imperio alemán muy desunido en el siglo XIX, es el intento de representar ese desgarramiento interno. Esa isla en el mar del norte, que Alemania cambió después de la Primera Guerra Mundial por la colonia de Zanzíbar, sirvió después de la Segunda Guerra Mundial como puerto para los submarinos por los nacionalsocialistas en el norte. Los militares ahuecaron la isla como un queso suizo, con pasadizos subterráneos entre los búnkeres, que fueron volados por los aires después de la guerra. Una de las mitades de la isla se partió y hundió en el mar. Hoy es Helgoland la meca de los observadores de pájaros (Urias). Sólo se canta la tercera estrofa –en la que no se enumeran las fronteras.

Si se trata de detalles cuando hablamos de la historia, no pueden haber símbolos reconocidos por todos (banderas, monumentos). Creo cada vez más en que del pasado de determinadas existencias, somos transeúntes de la historia, transeúntes en la historia, pequeña microscópica (como dice Lena Zúñiga), pero cada uno importante en su lugar. Donde estaremos mañana, en qué historia, depende de nosotros. No de una bandera.

]]>
http://superdemokraticos.com/es/editorial/die-internationalmannschaft/feed/ 3