Buenos Aires – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 Bertolt Brecht Roadkill (crónica berlinesa en 6 actos) http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/bertolt-brecht-roadkill-berliner-chronik-in-6-akten/ http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/bertolt-brecht-roadkill-berliner-chronik-in-6-akten/#comments Mon, 29 Nov 2010 10:59:42 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=3245

1. Berlín, pulquería

Hace un par de semanas me invitó a cenar Nikola Richter, en su bello apartamento de Kreuzberg. Niko, además de ser una escritora de excelencia, es una chica alemana que estudia el violín para jazz y que conduce diversos proyectos culturales con la destreza de una atleta del logos.

Aquella noche, antes de sentarnos a la mesa, le dije a Niko que Berlín se había convertido ya, con la rapidez y violencia de un relámpago, en la niña mimada del parnaso de mis lugares favoritos. A lo mejor a Niko esta afirmación le pareció prematura, pero de cualquier modo la aceptó con una sonrisa, mientras echaba los calabacines a la sartén previamente marinada.

La pasta estuvo deliciosa, casi tan buena como la conversación. Comentamos muchísimas cosas: desde algún elogio por las editoriales alternativas argentinas (como Clase Turista), hasta las más íntimas y reveladoras impresiones que nos causaron los diversos colaboradores de Los Superdemokraticos: sí, de acuerdo con Luis Felipe Fabre, no hay nada más sabroso que el chisme literario, así que procedimos al deleite sin cargos de conciencia.

Una noche antes habíamos bebido unos cuantos mezcales en La Pulquería de Kreuzberg, frente al Görlitzer Park. Yo venía de haber hecho un viaje de casi 20 horas, entre escalas y esperas aeroportuarias, pero decidí incorporarme al alegre grupo y emborracharme antes de dormir. Así, pensé, aprovecharía también para mostrarles a todos el amuleto que había adquirido un par de semanas antes, en Buenos Aires: un gorila de plástico que saca fuego por la boca y prende su mirada de infrarrojo.

Era todo felicidad mientras les encendía sus Gauloises a mis nuevos amigos. Todos se mostraban cautivados por el fuego del mono mágico. Sobre todo una chica llamada Aline-Sophia, que también aseguró estar enamorada de los delfines.

2. Lucullo, el proceso

Al escribir ejecuto un crossover. Paso de un lenguaje al otro. Soy un narrador oral que viaja desde sus mentiras hacia el texto.

Sobre la página veo morir lo que antes inventé. Y ese cadáver es lo que algunos llaman literatura.

Cuando me preguntan por qué comencé a escribir, tengo dos, o incluso tres historias como respuesta. Depende si estoy en un bar, o en una librería. O si me lo pregunta una periodista. Elijo el relato a partir de mi entorno y humor del momento.

El lugar donde se originó mi amor por la poesía, le cuento a Nikola, mientras hundo mi tenedor en los Zucchini Pesto, se encuentra diseminado por la ópera en verso llamada “El proceso de Lucullo”, de Bertolt Brecht.

A los diecisiete años participé como actor en dicha pieza, con el grupo teatral del colegio. Mi papel era el de la “voz lívida”, que era una sombra acosando la conciencia del general romano, Lucullo, quien está a punto de ser enjuiciado en el Inframundo. La voz lívida, una sombra ataviada en la onda de Brandon Lee en El cuervo, le explica al público la dimensión del daño que el dictador le ha ocasionado a su pueblo. Habla en forma metafórica, elíptica, desplegando un espeso halo de misterio, mientras los personajes, miembros del jurado inframundano, se van desprendiendo de un friso triunfal.

Es muy curioso, muy raro, pero nadie, entre mis conocidos, leyó jamás esta obra de Brecht. Ni siquiera los más brechtianos entre los brechtianos. Alguno incluso llegó a sugerirme que quizás la directora del grupo estudiantil había confundido al autor y que así habríamos terminado montando la obra de otro. Una amiga actriz, más atrevida, escéptica, e incrédula, me dijo que a lo mejor todo se trataba de una farsa, no del todo infrecuente en el mundo teatral: una obra escrita por la misma directora, quien nos habría dicho que la pieza era de Brecht por una extraña suma de timidez, oportunismo y vergüenza.

Recuerdo haber hecho varias búsquedas en Google los últimos años, siempre infructuosas. Escribía “El proceso de Lucullo” y nada, cero resultados. A veces escribía “El proceso de Lucuyo” y el vacío era todavía más inconmensurable. Incluso había llegado a pensar que esta obra en realidad nunca existió y que mi mente la había inventado sólo para darle un origen prestigioso a mi momento iniciático en el arte.

A Nikola esta historia le pareció fascinante y me propuso que visitáramos la casa de Brecht y luego su tumba que está en el cementerio justo enfrente de su antigua residencia, en la calle Chausseestrasse. Le respondí con entusiasmo que sí, que teníamos que hacerlo lo antes posible, ir por allá, preguntar, tomar fotos, y aprovechar para escribir una crónica sobre la búsqueda de esta ignota obra de Brecht.

¡Ese sería un texto perfecto para Los Superdemokraticos!

3. Fotos en Görlitzer Park

La mañana del viernes 12 de noviembre de 2010 tuve  una cita con el fotógrafo Ekko von Schwichow, para hacer una sesión de fotos en el Görlitzer Park.

La noche anterior había hecho mi presentación en Latinale. Leí varios poemas, quizás no mis preferidos, pero salí bien librado. Pese a ser un veterano de las lecturas públicas, esta vez estaba mucho más nervioso de lo normal e incluso confundí el orden de las páginas que leería, lo cual me obligó a interrumpir la lectura del que quizás era mi mejor poema. Me había tocado abrir el evento, frente a un expectante público en el auditorio del Instituto Cervantes de Berlín.

Al verme llegar al parque, Ekko me preguntó cómo me había ido con la lectura. Preferí no contarle los detalles y lo resumí todo con un clásico “bien, muy bien”.

Ekko von Schwichow ha hecho retratos de Haruki Murakami, Susan Sontag, Jean Baudrillard, Umberto Eco y Henning Mankell, entre muchos otros, pero yo no lo sabía antes de la sesión. Mi ignorancia me resultó útil, pues me permití posar con total desparpajo, moviéndome con cierta audacia (si tomamos en cuenta la cruenta resaca) por los parajes del final del otoño berlinés.

Al finalizar la sesión, Ekko me comentó su pasión por la obra de Brecht, a mansalva, sin motivo aparente. Esto no me pareció extraño, ni místico: dada la popularidad de la que goza el dramaturgo, sobre todo en Alemania, el gusto por Brecht es algo más bien natural, así que simplemente aproveché la sincronía para preguntarle si conocía la obra teatral titulada “El proceso de Lucullo”.

Al igual que todos, Ekko respondió con una negativa.

4. Rery, Superdemokratica

El pasado es una fotografía polaroid del futuro. Y el presente eterno es el movimiento de la fotografía en nuestras manos, mientras se va revelando.

Cuando conocí a Rery Maldonado (la otra Comandante de Los Superdemokraticos, junto a Niko) sentí como si me encontrara con una habitante de mi futuro y de mi pasado, presentándose en tal simultaneidad. El arquetipo de la mujer guerrera que me cuida sin razones, ahora en una versión boliviana-alemana. Un dulce, un caramelo de cianuro anarquista.

Rery se fue a Bolivia al nomás terminar Latinale, así que me dejó prestado su apartamento, también en Kreuzberg. Un apartamento lindo, espacioso, lleno de libros, donde comencé a buscar las obras de Brecht, para luego irme desviando por las diversas maravillas que me encontraba, desde Tres tristes tigres, hasta una primera edición de Entre la piedra y la cruz, de Mario Monteforte Toledo.

Al instalarme en lo de Rery, lo primero que hice, como siempre hago, fue intentar conectarme a Internet. Y por alguna razón no pude usar el wi-fi, así que tuve que encender la computadora de mi amiga. El teclado alemán me presentó serios problemas en un inicio, pero lo fui domando, ayudado por la experiencia con los teclados franceses. Aquella tarde revisé mis correos y me encontré con este e-mail de Ekko von Schwichow:

“Hola Alan, que tús ricercas? La pieza de Brecht, originalmente escrito para la radio en alemán se llama: “Das Verhör (interrogatorio) des Lukullus”, 1951. Has encontrado algo más?

Te mando como documentos adjunto los datos de los imágenes – pues si te gustan, digame quales son; espero que puedas ver los números??

un abrazo

Ekko“

Al leer este email me di cuenta de que no había encontrado nunca referencias al proceso de Lukullus en Google por una simple razón: yo escribía “Lucullo”, o inclusive “Lucuyo”, en el buscador. Se trataba de un salto de idioma que me mantuvo suspendido en un limbo de ignorancia.

Una vez más pude percibir que un par de letras pueden convertirse en el pasadizo a la dimensión desconocida.

5. Berlín, Axolotl Roadkill

Hace una semana, gracias a Johanna Richter (que no es pariente de Nikola, por cierto), pude hacer el paseo turístico y tomar las fotografías que siempre me niego cuando hago estos viajes. Me decidí pues recién había leído en un artículo que los lugares turísticos son evitados por los viajeros esnob, sin darse cuenta que estos sitios son populares por algo, que existe una razón para su popularidad.

En el caso de Berlín confirmé dicho aserto. Es realmente magnético todo el escenario dispuesto para los turistas. Una ciudad que usa la memoria histórica a manera de referencia para el consumo de imágenes de la posmodernidad: turismo meta-histórico.

Saqué varias fotos con la cámara de Johanna, quien me hizo un tour abreviado pero efectivo por las áreas donde estuvo el muro y por el Centro, en medio del naciente invierno berlinés.

La conversación durante el retorno a Kreuzberg fue un placer: Johanna hace su doctorado en literatura del siglo XIX y chispea sapiencia. Parte de nuestra charla atravesó por el más reciente y sonado caso de plagio en la literatura alemana: el libro Axolotl Roadkill, de Helene Hegemann. Se trata de una novela (bestseller) que habría usado la técnica del “montaje”, re-utilizando fragmentos de blogs y libros que la autora leía. Aprovechando este caso, discutimos largamente sobre los límites de la autoría, cómo se configura el libro en la época actual, cómo funciona la escritura, etc.

También compartimos la nostalgia por Ezequiel Zaidenwerg, quien había dejado Alemania al finalizar la Latinale. Eze, como lo llamamos los amigos, fue sin dudas la revelación del encuentro de poetas latinos en Berlín, cautivando al público con la potencia y elegancia de su poesía. Este querido amigo y poeta argentino, junto a la puertorriqueña Mayra Santos Febres, refulgieron como lo más luminoso del evento.

No está de más anotar que Mayra, ayudada por los orishas, ejecutó la lectura de mi alma durante una cena, casi al finalizar el festival. Dando en el clavo, me dijo: “lo que pasa es que tú sientes exactamente lo que los demás están sintiendo”.

Y sí: creo que eso es lo que me pasa.

6. Brecht, el mono

Mientras bailábamos en una fiesta muy pero muy loca, también en uno de esos bares locos de Kreuzberg, le expliqué a Barbara Buxbaum, mi traductora y amiga, por qué al final nunca visité la casa de Brecht:

–Es que fijate que el mono, ¿te acordás?, el que tira fuego por la boca, secuestró mi alma estos días, dejándome sin libertad: sólo me permite pachanga – dije.

–Ah, mi querido Axolotl – respondió Bárbara, soltando la carcajada.

Imágenes: Alan Mills.

Traducción: Barbara Buxbaum.

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Ego http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/ego/ http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/ego/#comments Thu, 30 Sep 2010 14:47:18 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2402

Garabateé como siempre muchas cosas en mi cabeza, en papeles, en el celular y en la compu antes de empezar a escribir esta despedida. No sabía si la mejor estrategia era hablar de lo que sentí durante todo el proceso de trabajo junto a ustedes, o si debía hacer un balance de la época, como un cronista calvo que da cuenta de los gritos que vienen desde la calle, desde mi cuadra. Dejar constancia de que acá, en el sur, las cosas se mueven como nunca para todos lados. Anotar que “la cultura de Buenos Aires explota y florece gracias a que las nuevas generaciones ya no tienen los miedos que nos aquejaron a los Superdemokráticos, a los que todavía nos sentimos obligados a subrayar la democracia, el feminismo, el reformismo, la libertad individual, sexual, de pensamiento, de prosa, de caminata nocturna sin militares sangrándonos como a nuestros padres, pero que sí debemos sufrir el peso de los dedos señalándonos, dedos amigos, vecinos, dedos dedeándonos”. De cualquier forma, no soy como ese mago enmascarado que revela sus trucos al finalizar el show, así que no estoy obligado a elegir tales recorridos argumentales, prefiero lo espontáneo.

Mi ego ha sido brutalmente golpeado en los últimos años por una serie de fracasos, de desaciertos y de pérdidas. En parte causas y en parte azares, me fueron llevando a una especie de estado de emergencia constante que me ha hecho transitar por terrenos de dudosa consistencia. Así que cuando los Superdemokráticos me convocaron para trabajar, por primera vez en mucho tiempo me sentí feliz, realizado, comprendido, y sobre todo, reconocido. No sólo me daban un ingreso económico que me permitía solventar algunos gastos mundanos imprescindibles, sino que a la par me regalaban la libertad de escribir lo que mis cojones cantasen. La mecánica era tan atractiva que parecía imposible: “Agustín, tenés que escribir como quieras sobre temas que conciernen a la vida contemporánea”…el sueño de un escritor hecho realidad…recordé inevitablemente a Bukowski cuando limpiaba las ventanas del LA Times pensando en la injusticia de que sus opiniones políticas hubiesen sido reducidas a un estropajo con vinagre y lavandina. Mis diminutas letras iban a ser leídas por tantos tan lejanos…realmente fui feliz…Pero la fugacidad parece ser el elemento común entre felicidades y sueños: camino por la calle con mi amor tomándome de la mano en un sepia perpetuo y brillante, los ojos, el tacto, el olor de la brisa primaveral recubriéndonos de cursilerías hermosas, y al segundo, la lámpara, el colchón, el techo corroído de Baires, la radio risa y la tele carcajada, el desamor, volver a la húmeda realidad de las calles a buscar un empleo honorable que haga sudar mi frente y llene mis bolsillos para poder vaciarlos más tarde.

Toda esta experiencia ha sido sumamente rica y novedosa para mí. Me siento como un tipo que se coló en un casamiento sin conocer a nadie: ¿viene de parte del novio o de la novia?…mmmmm…de la novia, soy el primo del sur…venga que ahora están saludando y seguramente desean verlo…no se haga problema, después voy….El sueño, insisto, siempre termina. Pero nadie puede robarme ya el recuerdo del vals, de los sanguchitos de jamón y queso, de elaborados platos calientes y fríos, de una carne chamuscada al amanecer, del culito antojadizo de una tía ya entrada en años. Alguna gente nos habrá descubierto secretamente, otros habrán visto en nosotros, en mí específicamente, a ese primo del sur, y algunos, muy pocos, seguramente otros colados como yo, se hayan reído o asombrado con la metáfora, con los chistes, con los excesos, con los momentos lacrimosos:

Éste es el último párrafo que escribo, lo sé mientras tipeo, golpeo las letritas y no quiero despertarme…ya no hay más texto en mi cabeza ni en la punta de los dedos…se va…se va…chau!…los quiero mucho…que no se corte!!!…muchas gracias Rery, Marcela, Nikola, en serio, muchísimas gracias!!!!!

¡Debes destruir las relaciones posesivas! ¡Mátalas! ¡Míralas como si ya no existieran!
¿Pero también debo matar a mis padres? – preguntó el novicio.
¿Quiénes son ellos para ser perdonados? – respondió el Maestro.
Y a usted, Maestro -dijo el novicio – ¿también debo matarlo?
El Maestro sonrió y dijo, “No te preocupes, no queda lo suficiente de mí como para que
me pongas las manos encima.”.

Las enseñanzas de Xu yun

Éstos fueron mis aportes a los Superdemokráticos:

1-Siempre fui un observador comprometido con las emociones
2-Las calles, nuevamente
3-17 de Octubre de 1945
4-Cuerpos digitales I
5-Cuerpos digitales II
Tensiones iluminadas
7-Telescopios y microscopios
8-La globalización es Internet

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El mango debajo del árbol de navidad http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/die-mango-unterm-weihnachtsbaum/ http://superdemokraticos.com/es/themen/globalisierung/die-mango-unterm-weihnachtsbaum/#comments Tue, 21 Sep 2010 20:18:53 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=1901 Empecé a darme cuenta de que existía algo como la globalización, una vez que mi madre me pidió que bajara al sótano para buscar un frasco de pepinos. En secreto preferí buscar dulces. Para mi sorpresa, encontré un baúl de madera con pegatinas de distintos países.

El día del frasco de pepinos yo tenía seis o siete años. Empecé a hacer preguntas y entonces supe que mi madre viajó con ese baúl cuando era jovencita a los Estados Unidos para trabajar allí como niñera. Ella llevó esa gran caja en un barco, pues no tenía una maleta. Hasta ese momento no me había llamado la atención que continuamente recibiéramos cartas desde EEUU o Indonesia, de sus amigos extranjeros, o el hecho de que mi madre comprara de vez en cuando Marsh Mellows y conociera frutas sobre las que yo nunca había escuchado hablar. Mi padre intentaba todas las navidades conseguir un mango, porque mi madre, a lo largo de sus viajes, se había enamorado de esa fruta. Si lograba conseguir alguno, lo envolvía en papel de regalo y lo ponía debajo del árbol de navidad. A mi madre eso la enternecía. Yo empecé a interesarme por los idiomas y las frutas exóticas.

En realidad empecé a entender eso de las frutas exóticas cuando los mangos empezaron a aparecer en la góndola de frutas y verduras de los supermercados Kupsch y Kaufland -cadenas de tiendas – en cualquier época del año, como si formaran parte de nuestra comida habitual, como las papas o las remolachas. En las navidades mi madre siguió haciendo como si se enterneciera en cada ocasión que descubría un mango debajo del árbol. Pero todos sabíamos que la sorpresa y ese “y de dónde lograste sacarlo?” eran fingidos. Ahora cualquiera podía comprar mangos. Por entonces aparecían además los primeros kiwis, puedo recordar que no supe cómo comerme el primero y que me quedé fascinada con esa fruta tan práctica: partir y cucharear en las dos mitades. Genial. Con el tiempo entendí que globalización significa más que una fruta exótica y cuales son sus consecuencias (en combinación con la adicción a las ganancias del capitalismo sin límites) para los más débiles en el mundo. También que mi país era un enclave de la felicidad en un mundo en el que muchas cosas están muy mal.

Cuando vienen a visitarme mis amigos a Buenos Aires ven una ciudad moderna, pero siempre se sorprenden de lo lejos que pueden estar del “mundo conectado”, porque no pueden responder a todo con un par de clicks como suele hacerse. También se extrañan de que pueda existir un país en el que no cualquiera sabe quién es Lady Gaga, en donde prácticamente no se ven I-pods en los buses y trenes. O que tenemos una moneda que no puede cambiarse en el extranjero. Tampoco pueden creer que aquí hay aspiradoras modernitas de Miele, pero que para algunos modelos no pueden conseguirse las bolsas del depósito de repuesto, porque nadie las importa. Es un país en el que una no puede pedir libros por Amazon, sin tener que ir hasta la ventanilla de correo internacional, esperar dos horas y pagar altos impuestos aduaneros. En el que una no puede comprar MP3 en tiendas Online internacionales, porque vive en la lugar equivocado, con una dirección IP equivocada: „el producto deseado sucumbe de limitaciones geográficas“.

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Against the nap http://superdemokraticos.com/es/themen/geschichte/against-the-grain/ Tue, 10 Aug 2010 07:43:50 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=719 9am, we’ve got an incredible sunny day. I prepare myself some mates and I switch the computer on to start working. Sun comes thru the window and dazzles me… I can’t resist it, I’ve got to go out. I go out.

It’s the perfect morning to take the bike. Sometimes, walking or cycling help my thoughts to create a rhythm… I start imagining possible mental routes of the city, that might help me with my own story about History.

I don’t really think there’s any historical truth, because truth itself is never one, and, as we already know, History is written by power. There are, that’s true, different stories of History. And as long as History is alive, in perpetual motion, it allows us to take our part and to modify it.

For example, look at this square, full of railings. All squares in town are in prison! It’s strange, but I think History can be read in these gestures; these gestures are those, which weave a city’s tale and tell us a story.

And look, here’s the Congress, the National Congress, and just a few metres away is May’s Square, where the Mothers make their famous round with handkerchiefs in their heads, the Town hall where our freedom and everyone’s equality were declared, and there, a couple of metres away, Roca’s monument. Among so many democratic symbols, the city tributes the racist genocide who established slavery in 1879, before eliminated by our progressive Year XIII Assembly. And there is General Roca, who even has a museum (named as him) full of pictures of all the First Nation people he massacred. That’s the own history that carved bodies and cities, and our bodies and our city were shaped by repetitive terror since 1930 from our military governments, which were almost as many as our civil governments.

Then, if I had to map the city today, I would do it from these symbols, a national hero in every avenue, a railing in every square, places used at the last military dictatorship as clandestine detention and torture centres, just to end, straight away, with the current, savage and systematic evictions operated by Macri’s Buenos Aires government (just to satisfy his real estate millionaire business) against community centres, retrieved by social and neighbours’ organizations that promoted culture, memory and social and political thinking as only aims.

Look, here was Almagro’s Assembly, over there Orgázmika’s Orchard, there Trivenchi’s Cultural Centre, in that building of Chacarita more than eleven organizations were operating, and there, at Villa Urquiza, were Casa Zitarrosa and 25 de Mayo cultural centre, and many others…

That’s the story, the natural semantic of a city that severely addresses me.

But in this mapping I would also include the other side, all resistance spaces, collectives, organizations and different projects, which cast doubt upon hegemonic system from their headquarters.

To cast doubt upon this, is start thinking History against the nap, is generate thinking spaces to represent the world, and they are essential to define a critical position.

I do cast doubt upon schoolbooks, lying maps, intoxicating information monopolized from economic groups, a divided country, History made from stories told by those who dominated, institutionalized stories, institutions itself, those stories which place out of the map the First Nations, the weak, the different and the poor, those who literally fall off the map.

And in that other side, the most powerful symbol is those women, Mothers and Grandmothers of the Mayo Square, insubordinate and disruptive, who recovered for the whole country a social imaginary of resistance against an oppressive system, of struggle and confidence in unity and solidarity from both individuals and people: to me, they are the specific example that change is possible and that, as Osvaldo Bayer says, “in History Ethics always win”.

Translation: Ralph del Valle

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