Bombardeo de Poemas Sobre Berlin – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 Por qué un bombardeo de poemas http://superdemokraticos.com/es/laender/chile/wozu-ein-gedichteregen/ Wed, 21 Dec 2011 10:46:22 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=6245

Los bombardeos de poemas son un proyecto llevado a cabo por el colectivo chileno Casagrande, que consiste en lanzar cien mil poemas de 80 autores contemporáneos desde helicópteros sobre ciudades que han sufrido bombardeos aéreos en el pasado. Hasta el momento el proyecto ha sido realizado en las ciudades de Santiago (Chile, 2001), Dubrovnik (Croacia, 2002), Guernica (País Vasco, España, 2004), Varsovia (Polonia, 2009) y Berlín (Alemania, 2010).

Meditando luego de ver “Let the right one in”, me acordé del ex jerarca norcoreano Kim Il Sung. La película me había sorprendido por el enfoque hiper realista con que aborda el género del vampirismo. Puesto en la perspectiva del protagonista, que era un monstruo, empaticé con él y deseé que cometiera las peores atrocidades. Puede parecer tonto, pero mientras caminaba de regreso a mi casa, reflexioné mucho sobre esas decisiones morales que había tomado durante la película, por miedo a que hubieran revelado aspectos negativos de mí mismo, habida cuenta de que si bien la historia era ficticia, no sucedía otro tanto con mis sentimientos. No llegué a ninguna conclusión, es decir, puede que sea una mala persona, pero sí encontré interpretación, después de tantos años, a las imágenes que transmitían las agencias noticiosas desde Corea del Norte cuando murió Kim Il Sung: había personas gritando, llorando y sufriendo convulsiones en plena calle, o golpeándose la cabeza contra las ventanas de los buses. En un principio me pareció que estaban todos locos, pero en realidad (descubría ahora) lo que pasaba con esa gente era que no habían salido del cine. En mi caso, así como tuve libertad para aceptar los códigos morales que una buena película de vampiros me ofrecía, la tuve para dejarlos en ese lugar, y recuperar mis antiguas opiniones una vez fuera de la sala. Esa libertad no la tienen los habitantes de Corea del Norte; ellos viven dentro del cine.

La película que proyectan los partidos de gobierno en los países donde no hay elecciones está destinada, como se sabe, a justificar su permanencia en el poder. En virtud de ello la historia nacional es reinterpretada como la épica que condujo al actual estado de cosas, y surgen rituales para venerar a un nuevo panteón de héroes-protagonistas de la épica. Como resultado de la ficción nace una nueva realidad, las personas aprenden a vivir de otra manera, y cuando muere el “amado líder”, “querido jefe”, o como quiera que se haga llamar el querido líder, se retuercen en la vía pública como si se hubieran intoxicado con ají.

La ficción crea realidad de muchas otras maneras. Diversos estudios han demostrado, por ejemplo, que el rendimiento escolar depende en gran medida de las expectativas de los docentes. Un profesor que opina que su alumno no va a progresar tiene el poder de convencerlo de eso y convertirlo en un adulto mediocre, y lo mismo ocurre a la inversa. En resumidas cuentas, la ficción del profesor se convierte en la realidad de sus alumnos, como si la actitud de uno definiera la órbita estricta en que se moverá el otro.

Sobra decirlo, también los automóviles y los cuerpos celestes siguen órbitas estrictas. Todo lo que existe y es real, y así también la ficción, que no es más que una simulación de la realidad, sigue un curso que puede preverse, o sea, está sujeto a una lógica particular, y está bien que así sea porque eso permite, por ejemplo, la existencia de la vida, que también es predecible; se sabe exactamente cuándo vendrán las lluvias y cuándo los días soleados.

La experiencia vivida por las personas durante un bombardeo de poemas es asimismo, ficticia; ellas no ven simplemente un conjunto de papeles cayendo de un helicóptero, sino algo mucho más profundo, y de hecho, interpretan cada poema que logran atrapar desde el cielo como un mensaje directo y personalísimo. Creen en ese mensaje antes de recibirlo.

Por otra parte, al reconocer y legitimar el dolor experimentado por una comunidad, los bombardeos de poemas inciden en la manera en que los integrantes de dicha comunidad se relacionan con la ciudad y su pasado. Es por eso que cuando mi compañero Cristóbal Bianchi regresó a Guernica algunos años después de que lanzáramos poemas allí, al preguntar a unos jóvenes cómo se recordaba el bombardeo, recibió como respuesta una nueva pregunta: “¿cuál de los dos, el de 1937 o el de 2004?”. Nunca más habrá en Guernica un solo bombardeo. Podría decirse que ambos acontecimientos, uno como trauma y otro como reparación, uno como realidad terrible y palpable y otro como simulación de esa realidad, vale decir como ficción en sentido opuesto, irán juntos en adelante y necesitarán el uno del otro, como los polos de un imán.

Nosotros, al igual que el gobierno de Corea del Norte, creamos una ficción, creamos la ilusión de que la poesía baja del cielo sobre un lugar vinculado con el dolor, de un valor simbólico complejísimo, pero al igual que el director de cualquier buena película de vampiros, no obligamos a las personas a aceptar esa ficción fuera del cine. Por supuesto que la aceptan pero no se retuercen en el suelo por eso.

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Tras el muro, tras las rejas http://superdemokraticos.com/es/themen/deutschland-themen/hinter-der-mauer-hinter-gittern/ Sat, 17 Dec 2011 00:16:45 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=6214 Quizá fue debido a nuestra inconformidad. Para nosotros siempre fue claro que la literatura no es un asunto del papel, sino una fuerza social. A mitades de los años ochenta, nuestra inconformidad era concerniente a la realidad del socialismo de Europa oriental, el cual nos quería prescribir qué verdades políticas tenían lugar en nuestros textos, y cuáles no. Así nacieron las reuniones de los miércoles de Leipzig, en las que en recintos privados, discutíamos textos cuya publicación fue obstaculizada o prohibida por el Estado. Nacieron proyectos como el Unsichtbare Theater, el teatro invisible (el cual llevaba temas ocultos a la vida cotidiana de la urbe Leipzig), y, cuando una vez el Ministerio para la Seguridad del Estado nos detuvo, leímos poemas en voz alta (la poetisa Jayne Ann Igel y yo) en los pasillos de la policía, mientras esperábamos ser interrogados, hasta que nos quitaron los libros –y continuamos recitando todos los poemas que nos sabíamos de memoria… No es casualidad que muchos de los que asistían a dichas acciones literarias, hicieran parte de los primeros manifestantes de Leipzig en el otoño revolucionario de 1989.

A mitades de los noventa continuó en Berlín: Nuevas realidades generan nuevas alianzas. De los salones y las funciones en el restaurante Walden, propiedad de la familia, salieron nuevas redes de activistas literarias. En 2004, la Berliner Literarische Aktion, la acción literaria de Berlín, se convirtió en una “asociación registrada”, hecho que facilitó la obtención de dineros para proyectos, pero lo que al mismo tiempo significa mucha burocracia (sin recibir plata). Además de los salones regulares (nuestro (unser Literatursalon am Kollwitzplatz, un salón de literatura en la plaza Kollwitz es un punto de contacto para artistas de todo tipo), surgieron diferentes proyectos insólitos. Especial eficacia revela actualmente la Literatur hinter Gittern, la literatura tras las rejas, en la que junto con famosos escritores internacionales, visitamos diferentes prisiones para llevar a cabo lecturas y talleres con los prisioneros. Al comienzo íbamos solo esporádicamente a las cárceles grandes para hombres en Berlín, más tarde también a la legendaria penitenciaria de Moabit, o a pequeñas cárceles para mujeres y a la correccional de menores, lo que al principio encontró gran resistencia. De ahí se originó un programa que debido a la gran demanda, está en marcha todo el año. Más de un funcionario penitenciario fue reconociendo paulatinamente el sentido del proyecto y ahora se une muy dispuesto y de manera voluntaria, cuando reunimos escritores famosos internacionalmente con este especial público. Las energías que fluyen en un evento literario en una cárcel son tan excepcionales, que el interés entre los escritores de leer en las prisiones es entretanto tan grande que no podemos cumplir todos los deseos de los “candidatos”. Claro que en la cárcel no hay nada más que ganarse que el respeto de los prisioneros- y los gastos para la organización de esta clase de eventos son considerablemente más altos en que los de las lecturas “libres”. Nuestro modelo es, entre tanto, muy pedido en Gran Bretaña, Irlanda del Norte, Italia, España, Grecia y Chipre, y hace parte de los proyectos europeos de cultura a largo plazo en las prisiones.

Todas nuestras acciones giran siempre en torno a debates intelectuales directos con resultados prácticos para todos los participantes: Para esto inventamos siempre nuevas formas. La literatura como comestible, como combustible para la maldita cultura en la que vivimos… por eso me alegró mucho cuando hace poco el grupo chileno Casagrande de Santiago me invitó a escribir el prefacio sobre su proyecto Bombardeo de Poemas Sobre Berlín del verano de 2010. Entre las cien mil poesías de jóvenes poetas alemanes y chilenos, que fueron arrojados desde un helicóptero en el barrio Mitte de Berlín, había uno de Roberto Yañez, el nieto de Margot Honecker (aquí su articulo por Los Superdemokraticos). Aquella ministra de Alemania del Este de no muy buena fama, que nos hizo la vida tan difícil en aquel entonces. El hecho de que Roberto viva como poeta libre hoy en Santiago es maravilloso resultado provisional de las cosas. ¿A lo mejor hasta termina leyendo próximamente en una de nuestras actividades en Berlín?

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