Energía Atómica – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 Antinuclearpower http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/antinuclearpower/ Mon, 16 May 2011 07:00:09 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=3828

No voy muy seguido a manifestaciones pero mis figuras pueden hacerlo por mi.

Bosquejo para la iniciativa Antinuclearpower en Berlín. (c) Ulla Loge

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Sísmico, volcánico y “tsunámico” y después y quizás, nuclear. (Carta a una muchacha que llegará de Celle un día) http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/seismisch-vulkanisch-und-%e2%80%9etsunamisch%e2%80%9c-und-bald-vielleicht-auch-noch-nuklear-brief-an-ein-madchen-das-eines-tages-aus-celle-kommen-wird/ Fri, 13 May 2011 07:00:06 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=3794 S., amada S., busco el bolígrafo azul o negro y no lo encuentro. Ya te habrás dado cuenta. Y te escribo a topetones, perdido ya el vicio epistolar. Las Compañías y mercaderes del agua, de lavadoras o electricidad han conservado en algo este ejercicio del carteo físico, pero comunicando de manera epigramática y numérica siempre pésimas noticias: lo que se les debe, porque siempre se les debe. Nos ha quedado el e-mail, pero nació ansioso, sus respuestas urgen siempre hoy, por lo que la letra no reposa y las respuestas siempre enflaquecen en su tranco fugaz, sin la capacidad de monologar por turnos, o masticar lentamente cada aserto hasta la obviedad. Pero no hay vuelta. Urgido y urgente te escribo, apenas producido el terremoto y maremoto que une a Chile con Japón y, sobre todo, extendida la ruina nuclear que nos separa. Cuando uno ha sentido ese miedo, lo huele a miles de kilómetros de distancia -crecer es aprender a tener miedo-. Dudé en escribirte por tantos años y me salen en la velocidad estas letras, pensando que jamás te encuentres con lo mismo de lo mismo cuando recales en este Chile, satélite de sí mismo, de digresión y carcajada obligatoria. Telúrico, sísmico, volcánico y “tsunámico” y después y quizás, nuclear: hermoso como una lápida, de vino gordo y literatura de Semana Santa.

Alguna vez debí decírtelo, para jugar y juzgar al lugar común: la energía nuclear iba a salvar al mundo. Ahora hay que salvar al mundo de la energía nuclear. Qué impostura: mira quién lo dice y sabrás a qué está conectado. Como soy el desconocido que tengo más a mano, sigo el cablecito eléctrico -y ecléctico- que ahora me enlaza contigo. Claro, no llega a una usina enorme donde se cocina el átomo, no alcanza a lo que ahora a Japón le sangra, esa fábrica de puñaladas de luz. No. Pero mi soga de la energía llega a una mega represa hidroeléctrica que ha inundado tierras indígenas ancestrales, selvas milenarias y ese zumo de biodiversidad que nos mantiene boqueando, pero con vida. Entonces, cada puñalada de esta luz, no deja ni ceja, de ser una puñalada. Que el mayor derroche lo generan las grandes empresas mineras e industriales –esas con pies de cobre y paso de siderúrgica- y no las halógenas peatonales, ni los ordenadores, ni la plancha, ni el árbol navideño, sí. Menos culpa, pero culpa = culpa, o sea. Y las estocadas de luz se producen y reproducen: el hombre, ese condenado a muerte. Ni cantinela ni monserga. Te escribo con puñaladas de luz que han aniquilado ríos. Ni peor ni mejor que usar y pagar y promover aquello que une a un núcleo, esas radiaciones ionizantes, esos isótopos radiactivos que mueven a tu Celle de infancia, a tu Berlín de bicicleta adulta. Cuchilladas de luz, Windscale, Mayak, Tokaimura mon amour. El viento, tu germano viento, con esos 13,8 Gwatts de energía eólica salvará quizás tu pedaleo, que será el de nuestros nietos.

Acá nos invaden las hidroeléctricas y las termoeléctricas a carbón porque en 10 años necesitaremos cuatro veces más energía ya para enviarte un mail, ya para dividir una montaña en dos -Barrick Gold Corporation-, ya para estrujar el último bosque de celulosa -Arauco S. A.- (y acabo de encontrar mi lápiz negro). Por eso, mi país flaco y su gobierno “saca-cuentas” ha firmado hace unas semanas un acuerdo de colaboración nuclear con E.E.U.U. Soy cómplice, hermosa S. de Celle, de esta patria chica, que vulnera sistemáticamente los tratados medioambientales y se pone violenta cuando le clausuran una fábrica de celulosa. Miedosa y mierdosa, será la patria del bolsillo lleno, la cifra alegre y la inmundicia en la solapa, que finge no entender el mundo para sacar provecho de él. Tú lo sabes, si ocurriera acá al mismo tiempo –remezón y radiación- no seremos nipones, porque nadie cree ya en la no permanencia de las cosas, en el “mono no aware” o suave dolor ante la pérdida. Nadie cree en la contención. No es ni será Japón entonces porque aquí lloraremos con esas ganas de niño que tiene boca, con esas ganas de llanto que son el primer borrador del grito.

Pero lo verás, mucho de mi sur aún se mueve a agua y leña y vamos por ahora libres de fisión y venganza de los átomos. Esos que no te dejaron salir al parque, o comer zetas en el bosque cuando el viento y la lluvia ácida de Chernóbil. Estarás aquí y lo sentirás: aún nos queda un útero verde, ingenuo y frágil que no tiene prejuicios, porque ni siquiera tiene juicios. Lo hablaremos caminando entre avellanos: vivir es ver volver. Y no sabemos cuánto falta para tener nuestro Fukushima en el abdomen de la casa, aún cuando se reproducen represas en el patio.

Sí, mi amada S., confieso que lo he pensado recordando a Jaques Rigaut: hay personas que hacen dinero; otras neurastenia; otras niños. Las hay que hacen gracia, las hay que hacen el amor, y que hacen penas. ¡Cuánto tiempo es que yo intento hacer algo! No hay nada que hacer: no hay nada que hacer. Quizás hay pocas cosas más desagradables y perversas que el cariño como impostura y la calidez humana como sustituto de la justicia. Subsidiario, en la oblicuidad de la culpa, no me solazo, lo sabes: me cuelgo de a poco. Me cuelgo porque me suspendo. En todo ahorcado a plazo hay un militante que acusa y un parroquiano que tose. No me acabo, me suspendo, porque quiero quedar de pie, equilibrándome verticalmente como un vivo: la poesía no muere, sólo duerme, diría Alfonso Alcalde.

Pero S., amada S., vendrás y aún serán tiempos amables. Se moverá la tierra de vez en cuando, como sabe hacerlo, para despertar los cuerpos ciegos. Caminarás en playas reales con aguas que se acercan y se retraen, verdes y reales como esta felicidad porque tú llegas. Lloverá limpio y copioso arbolando todas las estaciones. Será como la mejor primavera en Celle, tu pueblo de piernas largas y maderas rojas. Te escribo luego, te escribo mañana, te escribo a apropósito, para que me contestes, niña de Vladivostok, muchacha de Celle, abeja inédita.

Valdivia / Angachilla/ Otoño de 2011

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Por favor ten cuidado http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/bitte-seid-achtsam/ http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/bitte-seid-achtsam/#comments Sun, 01 May 2011 11:54:11 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=3650

Foto: Rery Maldonado

El mundo se quedó alelado ante las imágenes de la destrucción. Viendo una y otra vez al mar furioso arremetiendo contra las costas de Japón. A la tierra en el Japón vibrando, a los edificios agrietados, al humo de la central nuclear, al miedo en el rostro de la gente. Todos sabíamos que esto podría pasar. Es el miedo más grande que tenemos los habitantes que vivimos cerca de uno de los 486 reactores nucleares que están repartidos por la tierra y los medios de comunicación desde entonces, no han hecho otra cosa que bombardearnos con diapositivas a tiempo real de una de nuestras peores pesadillas.

Un creyente habría dicho en otro tiempo, que los designios de dios son inescrutables. En el desastre de Fukushima, más allá de las deficiencias humanas, las personas no tuvimos realmente injerencia alguna. ¿Qué hacer ante la naturaleza embravecida? Frente a ella nada nos salva, nunca nos ha salvado nada. Frente al rugido de los elementos, volvemos a nuestra condición de simios más desarrollados, aunque nosotros le damos a la inteligencia más valor que al tener alas o colmillos o caparazones, que eventualmente quizá nos protegerían mucho mejor que nuestra piel delicada de los designios adversos.

La soberbia se ha convertido en la insignia del progreso. La modernidad es una e indivisible según los bancos, que son los que especulan con nuestro futuro y eso a pesar de las fábulas que hemos inventamos los humanos, a pesar de los himnos y las banderas. A los peces contaminados por las más de 11.600 toneladas de agua podrida que se han vertido en el Atlantico, nadie les pregunta si son japoneses y cuando hablamos de globalización, pensamos en primera linea en economía. Parte de ser un ciudadano en el mundo es poder tomar una Coca Cola hasta en el último pueblo de los Andes.

En Europa, Italia es el único país industrializado libre de energía nuclear. La energía que le falta se la compra entre otros a Francia, según el Foro de Industria Nuclear Español, el país que más apoya este tipo de energía. En Alemania el rechazo entre la población es prácticamente general, aunque la verdad es que las empresas que la producen son las que más clientes tienen, porque la ofrecen más barata. En España la dimensión que ha adquirido la crisis económica, hace que a poca gente se le ocurra cuestionar seriamente los beneficios para la industria de la energía atómica. En Chile pasa lo mismo. Entre las imágenes de Fukushima pasó prácticamente inadvertida la noticia en Alemania, de que Obama había visitado ese país para firmar un acuerdo de cooperación nuclear.

A diferencia de Europa, la mayoría de los países latinoamericanos no cuentan con plantas nucleares. Comparativamente hablando los países menos desarrollados, son los que tienen los territorios más extensos de naturaleza salvaje y son además los que más bio diversidad atestiguan.

También bio diversidad humana. Solamente en Bolivia conviven 36 naciones con sus respectivos idiomas y su escala de valores. La industrialización de lo que queda del mundo, pavimentar las calles, construir edificios, „civilizarnos“ con el mismo instinto ignorante, o la misma visión de progreso unidimensional de nuestros mayores, no puede ser la alternativa. El simple hecho de que la CDU apoye la idea de bajarse de la energía atómica hasta 2020, a mi me da que pensar. No los considero capaces de un cambio tan súbito y rotundo, me parece simplemente sospechoso.

Hace unas semanas fui a una lectura donde Dominic Johnson, el redactor para África del taz  -el diario más importante de la izquierda alemana- , presentaba su libro „Afrika vor dem großen Sprung“ (Africa ante el gran salto). El único negro del público, le pregunto porqué se refería a los blancos africanos, aunque estuvieran mezcladitos, como si pertenecieran a una raza ajena a la suya. „Die weiße“, como si esas élites fueran distintas, porque no lo son. En la pregunta me pareció entender esa afirmación y en la respuesta confundida del autor, un alemán buen tipo que va sin zapatos, que a veces es muy difícil mirarse en colectivo al espejo. Ponerse en el lugar del primo y asumir el parentesco en las estructura sociales.

¿Y si la solución para una vida decente estuviera en hacer sostenible lo que tenemos? En humanizar nuestro entorno y colaborar a que no se rompa ni se destruya más. Dejar de invertir en nosotros mismos solamente y en cambio, asumir la responsabilidad de haber estado expoliando a otros pueblos, de haber estado imponiendo una noción de progreso basada en un crecimiento económico que no es sostenible y en el egoísmo con el que administramos nuestra ciencia .

Al parecer, uno de los aportes indigenistas más importantes a la nueva Constitución Política de la República Plurinacional de Bolivia, en nuestras cuatro lenguas oficiales, es el concepto del „Vivir Bien“.

El artículo 8 de la CPE establece que: „El Estado asume y promueve como principios ético–morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble).“

Es difícil de entender, ya que aunque aparentemente los 25 postulados para el Vivir Bien sean muy simples, para los occidentales o los occidentalizados o los blancoides implicaría asumir algo así como una postura budista. Se trataría en resumidas cuentas de aprender a ser felices con lo que somos, con lo que tenemos y con lo que han hecho nuestros mayores. De bueno y de malo.
Quizá a estas alturas de la capa de ozono, en este momento de calentamiento global, posiblemente no tenga sentido pensar en el país de uno solamente. En el espacio todos formamos parte del mismo e insignificante punto azul.

Les damos la bienvenida a todos a un nuevo año de Los Superdemokraticos. Este mes nuestro tema será: la energía atómica y gracias a nuestro escritores invitados les traeremos visiones completamente distintas al rededor de los usos y los abusos de la energía.

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