Afghanistan – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 Ahí donde duele http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/wo-es-weh-tut/ Mon, 01 Aug 2011 08:30:32 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=4704 Lo que mata el silencio

Dibujo del Blog "Menos días aquí" de Elsa R. Brondo.

Yo de violencia sé en realidad muy poco, nunca he tenido un arma de fuego en la mano, a aparte de una escopeta de aire en una feria, y creo bastante a menudo que todas las personas son buenas y que sólo tienen buenas intenciones. Si me llega a suceder una vez lo contrario, analizo incansablemente en qué me pudo haber equivocado. Mi ingenua conducta se la debo a una niñez muy bien protegida a base de panqueques, de jugar al escondite en la calle y de tener prohibido ver la televisión. Y para ser sincera, la mayoría de las veces me enorgullezco de ello. Mi ingenuidad es puesta muy raras veces a prueba: vivo en un país seguro que está involucrado en actos militares cuando mucho fuera del territorio nacional (Afganistán), que ayuda a otros países con armamento, como por ejemplo con el envío de tanques de guerra a Arabia Saudita o a Angola, y que aún está en proceso de asimilación de su propia historia militar-fascista del Tercer Reich. Vivo en un barrio seguro con parques por los que uno puede caminar de noche ileso. Un amigo mío estadounidense aquí de visita me dijo fascinado: “En Los Ángeles ya hace tiempo te habrían atracado con un cuchillo.”

Claro está que en Alemania también se cometen actos violentos: intrafamiliares, criminales, discriminatorios, políticos, emocionales, de Estado, extremistas, psicológicos. El informe de la Oficina Federal de Protección de la Constitución, presentado anualmente por el Tribunal Constitucional Federal, lleva especialmente la cuenta de crímenes políticos violentos y delitos violentos en general, y se los adjudica a los grupos extremistas, no importa provistos de qué características. Con esto se procuran defender los valores democráticos de la República Federal, la cual se entiende desde la caída de la democracia alemana en la República de Weimar, como una “democracia defensora”. La policía, por su lado, vuelve a hacer un conteo de los delitos violentos. Éstos han disminuido un poco. En 2010 se cometieron 201.243, de los cuales 900 fueron homicidios. De los jóvenes se habla con mayor frecuencia como de los más violentos en público, aunque el número de crímenes violentos cometidos por éstos está en descenso. Las cámaras de vigilancia no han sido de ayuda en ninguno de los casos, pero sí lo han sido los programas de educación. Claro está que una tasa de nacimientos en descenso sirve también para maquillar las estadísticas.

En América Latina la violencia determina muchos aspectos de la vida cotidiana, bueno, por lo menos esa es la información que llega a Alemania, y no creo que sólo sea mala publicidad. Bandas organizadas controlan barrios y hasta regiones, y sus miembros, forrados en dinero, se esconden detrás de muros, protegidos por guardaespaldas, cristales blindados y alambres de púas. A los turistas se les advierte del secuestro expreso, de asaltos en buses y taxis, y los periodistas viven una vida llena de riesgos. La vida humana parece tener, para muchos, menos valor que un celular. El sistema de justicia parece impotente. Como especialmente violenta se considera la brutalidad de los carteles de las drogas y de la trata de personas. En el año 2010 se estimaron 3.000 muertos en Ciudad Juárez al norte de México.

Pero la gente ya está cansada. Después de que el poeta mexicano Javier Sicilia perdiera en el mes de marzo a su hijo, el cual, después de salir de un bar, fue secuestrado, torturado y asesinado, organizó una marcha por la paz en esta “guerra de mexicanos contra mexicanos.” En mayo se unieron decenas de miles en una marcha del silencio desde Cuernavaca, el lugar donde ocurrieron los hechos, hasta la capital mexicana. Otros autores también han decidido no cerrar más los ojos ante tantos muertos. Alicia González, coordinadora del blog mexicano Menos días aquí, el cual reúne los nombres de víctimas que mueren de manera inocente, describe su labor de la siguiente manera:

Nuestra tarea es hacer lo que las autoridades no hacen, en el sentido más humano. Ponemos nombres, buscamos detalles. … Queremos que la gente no pierda la sensibilidad humana.

El blog es parte de la página web Nuestra aparente rendición, cuyas siglas NAR hacen alusión a la palabra narcotráfico. Dicha página web reúne las noticias relacionadas con actos violentos en México y a su vez sirve de enlace para otros blogs. Muy pocos saben que el activista por la paz Mahatma Gandhi escribió dos cartas a Adolfo Hitler, en las que le pedía al dictador alemán que finalizara la guerra. Hoy día éste tal vez habría escrito una entrada en un blog. Gandhi consideraba que toda forma violenta provocaba siempre una respuesta violenta, y que aunque los nazis derrotaran a otros pueblos, en algún momento estarían sometidos a la violencia de otros: “En la técnica pacífica no hay derrotas. Consiste en “actuar o morir” sin matar y sin provocar dolor. Ésta puede aplicarse prácticamente sin recursos económicos y se defiende sin ayuda de las tácticas de destrucción que lo han llevado a usted a tal perfección. … Usted no le deja a su pueblo una herencia de la que pueda sentirse orgulloso. No puede usted sentir orgullo de una compilación de actos brutales, sea cual fuese la maestría con la que hayan sido llevados a cabo. Por esto le pido en nombre de la raza humana, ponerle fin a la guerra” (extracto de la segunda carta, 24.12.1940, citado por: Faisal Devji: The Impossible Indian, Hurst, 2011).

El Satyagraha, la resistencia pacífica, puede efectuarse también con la palabra. Este mes echaremos un vistazo con Los Superdemokraticos ahí donde duele. En el blog, en Facebook, y en nuestro Sommersalon trataremos el tema de la violencia y vamos a decir muchas palabras.

Traducción:
Adriana Redondo

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Mentir te da alas http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/lugen-verleiht-flugel/ http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/lugen-verleiht-flugel/#comments Thu, 09 Jun 2011 10:12:10 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=4045 ¿Y hacia dónde volamos entonces? Con el nuevo tema del mes los Superdemokraticos quieren poner sobre la mesa falsedades de actualidad entre parejas, partidos y populistas.

Los mentirosos se reconocen rápidamente. Siempre cae primero un mentiroso que un cojo, sobretodo por sus pinochudas narices. Los mentirosos voltean los ojos, no miran a la cara, parpadean más a menudo, fijan la mirada, cruzan los brazos defensivamente, se rascan su cara enrojecida, se mojan los labios y se ríen sin un motivo aparente. Están, como unas marionetas, colgados de sus propias ideas tercas y al igual que todo lo que tiene algo de maldad, la mentira despierta una fascinación enorme. Ella es del diablo, quien fue su padre, y seduce con sus dulces halagos y su retórica aprendida: “ Tu eres una estrella en mi vida” etcétera, etcétera, etcétera. Un gato escaldado solo se ríe, porque ya no se deja manipular tan fácilmente. Cuando se pierde la confianza en la palabra del otro, sólo ayudan actos como:  “donde tu siempre estas, yo nunca estoy” (Element of Crime).  Pues de lo contrario, una inspección absoluta de los hechos, un “Blog de control para ti”, que corrobora minuciosamente con otros los datos personales que escribiste, termina siendo un Privacy showdown.

Es aún más difícil cuando las mentiras salen del ámbito privado al público. “I never had a sexual relation with that woman” declaró Bill Clinton ante el jurado.

Según él, no se podía hablar de una relación sexual, porque solamente su verga estaba metida en la boca de Monica Lewinsky, pero él, como hombre completo, no había tenido un rol activo en el hecho. Depende, como tantas otras cosas, de la interpretación. Hasta hace un año la “Guerra de Afganistán” era tratada en el espacio público alemán como un “conflicto armado”. En abril de 2010 el ministro de defensa alemán de ese momento Karl-Theodor zu Guttenberg fue uno de los primeros en describir la situación como “una operación militar similar a una guerra”. Apropósito, fue después de esto que el ministro cayó por otra mentira: ocultó las fuentes de su tesis doctoral que resultó ser un plagio de variadas citas ajenas pegadas de cualquier manera. Al final tuvo que retirarse con el honroso título de Barón de las Mentiras.

200 veces al día miente cada persona no importa su color, descubrió el  psicólogo popular  John Frazer. Con esto es claro que: las mentiras hacen la convivencia llevadera. La llamada mentira social es una convención, que en otros tiempos se percibía como decencia, amabilidad o cordialidad.  Por esta aburguesada virtud, desacuerdos han sido encubiertos, ofensas han sido evitadas. Friedrich Nietzsche en su ensayo : “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral” (1872) la llamó un tratado de paz, que impide la guerra de todos contra todos:

“Este tratado de paz conlleva algo que promete ser el primer paso para la consecución de ese misterioso impulso hacia la verdad. En este mismo momento se fija lo que a partir de entonces ha de ser “verdad”, es decir, se ha inventado una designación de las cosas uniformemente válida y obligatoria, y el poder legislativo del lenguaje proporciona también las primeras leyes de verdad, pues aquí se origina por primera vez el contraste entre verdad y mentira”

Los posmodernistas saben que La Verdad con mayúsculas no existe. Tampoco “la mentira de Afganistán”, ni “la mentira de los biocombustibles”, ni “la mentira de la unión europea”.  La mentira es una entre varias posibilidades de la comprensión lingüística del mundo, determinada por una ideología en particular. Los mentirosos quieren engañar, hacer desaparecer los fondos o disminuirlos, ganar poder, encubrir errores. De pronto al final solo quieren ser amados por una persona, por la historia, por una empresa del tipo que sea, por la familia, los amigos o por elección popular. Jonathan Swift en su ensayo “The Art of Political Lying” (1729) va al grano en su critica a la élite política de su tiempo e identifica la mentira mediante su rápida eficacia: “sucede a menudo que una mentira es creída por una hora, pero hasta ahí ya ha cumplido su razón ser… La falsedad vuela, la verdad cojea detrás“. Todas las mentiras tienen alas, pero solo vuelan mientras alguien se las crea. Cuando la mentira se va a pique, ya los mentirosos están en otro lado y no allí donde las plumas caen.

La mentira siempre esta en suspenso, es una narración. Llena vacíos, intenta establecer conexiones donde no las hay. A veces se diagnostica como literatura o, si es enfermedad, como “confabulación”. Curiosamente mentir es más fácil que no-mentir: La neurofisiología ha descubierto que se le exige mucho más al cerebro, si uno se concentra el doble, es decir, en el original y en la apariencia, el pensamiento alterno. Esto no se puede juzgar como moralmente inaceptable, si acaso la conducta y la intensión del mentiroso o la mentirosa pueden ser moralmente reprochables, dice Adorno en el video de Jinn Pogy. Los mentirosos no ven completa a la persona que tienen al frente, la degradan, pues la dejan en un claro-oscuro. Immanuel Kant ni siquiera quiso hablar sobre de la verdad, sólo sobre la veracidad. Quien no cumple esta obligación, le inflinge una injusticia a la humanidad, según Immanuel Kant.

Yo también creo eso. La veracidad tiene que darse en todas las relaciones personales, jurídicas, económicas, políticas. Únicamente sobre esta base las relaciones veraces son posibles. El único espacio en el que la veracidad debe ser derogada es en el arte. Como ya se sabe, el también te da alas.

Traducción: Natalia Guzmán Díaz

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