¡Vaya Usted a China!

¡Ay Karen, ¿tiene que ser necesariamente Sudamérica?! Dijeron los redactores a los que les conté en el 2005 que, a partir de ahoro, iba a trabajar desde Buenos Aires. “ Nos gustaría publicar muchos articulos suyos, pero ¡váyase otro lado, como a la China!”

Sudamérica no es para los alemanes el epicentro del acontecer mundial, eso me era claro y me dio igual. Escribí mi tesis sobre “La construcción de la realidad en tiempos de crisis, basandose en el ejemplo de la devaluación del Peso argentino” (Ni el título ni el texto son de lectura amigable, lo sé), había hecho una pasantía en Buenos Aires, había encontrado amigos. Pero todo eso había sido apenas suficiente para despertar mi curiosidad. Quería aprender más de ese continente.

Hace cinco años que soy corresponsal de la asociación Weltreporter.net. Un buen trabajo, pero no es fácil. He tenido que acostumbrarme a las típicas negativas: “No gracias, no necesitamos a Perú, ya tuvimos algo Uruguay el mes pasado.” “Muchas gracias pero la tortura no es un tema de primavera. ¿No tendría usted  algo más divertido, más colorido?” Por suerte siempre hay redactores que no sólo se interesan por Maradona y el onomástico de la muerte del Che, sino también por los derechos humanos y/o medioambientales y no quieren privar a sus lectores de esas historias.

En el día a día me alegro por los pequeños momentos que mantienen vivo mi gusto por seguir publicando. Pienso en la historia de Bernardo, un lustrabotas judío. En 1938 todavía se llamaba Bernhard y se escapó con su familia de Berlín a Buenos Aires justo a tiempo, antes de que los Nazis cerraran las fronteras. Su padre murió poco después de su llegada, Bernardo perdió un ojo y no fue más a la escuela. Se tuvo que conformar con ser lustrabotas y no volver a ver más la Puerta de Brandenburgo, su sueño, a pesar de las pesadillas vividas en la Alemania Nazi. Él no tenía dinero ni una nacionalidad. Eso cambió recién 70 años después de su huida, cuando un joven abogado se hizo lustrar los zapatos. Al atento cliente le llamó la atención el acento alemán de Bernardo y gracias a que el padre de Alejandro Candioti era el embajador argentino en Berlín, Bernardo obtuvo su pasaporte alemán de vuelta. Después de leer un artículo en el Spiegel Online, Ángela Merkel le hizo llegar sus saludos, que Bernardo guarda todavía junto al artículo impreso, en la caja de utensilios de limpieza que lleva a cuestas.

El interés en Sudamérica crece paulatinamente en Alemania. Es posible que se deba a figuras polarizantes como Hugo Chávez o al papel de Brasil como poder económico, pero también al eje de intercambio “Berlín- Buenos Aires” que despierta la curiosidad en temas culturales. Esa es la razón por la que yo todavía no he planeado mudarme a China.

2 comentarios sobre '¡Vaya Usted a China!'

  1. Toller Text! Nicht vergessen, dass Bolivien jetzt auch für Deutschland existiert! Gut oder schlecht, Evo ist daran schuldig und das freut mich sehr! Und übrigens, ich bin mir ziemlich sicher, dass nicht nur das Interesse an Südamerikathmen in Deutschland allmählich wächst, die Latinos selbst erobern auf ihre ganz besondere Art und Weise die deutsche Fläche.
    Saludos.
    Ana Rosa

  2. Gabriel Calderón dice:

    (“No gracias, no necesitamos a Perú, nos gustaría tener algo del Uruguay.” )
    jajaja, me sentí de repente en un supermecado de paises latinoamericanos en dónde compran nuestras historias.
    Todo un tema el que planteas, la mirada latinoamericana sobre europa y la mirada europea sobre latinoamérica… aceptando (que no acepto) que europa y latinoamérica tienen una única mirada sobre el otro y sobre si mismos… ahhh, tan complejo todo no?
    beso