Sexualidad Plástica

Esta semana el cuerpo ha tomado sobre todo una dimensión urbana en los ensayos de la mayoría de nuestros Superdemokraticos. Gabriel Calderón nos habla del sexo y un país que no es capaz de aumentar su población, Karen Naundorf nos cuenta la historia de Oscar Brufani y cómo la apariencia de nuestro cuerpo determina el trato que nos dan los otros. También la intimidad, el vértigo que puede dar la intimidad con otro está tematizado en los textos de Rene Hamann y Fernando Barrientos.

El cuerpo es el único espacio en el que soy soberano, es el espacio en el que existo y la piel es la frontera que me separa del mundo. Agustín Calcagno prefiere hablarnos de la libertad que significa poder superar esa frontera y Liliana Lara de los antecedentes y como su geografía física la situa dentro de una genealogía.

Las posibilidades de análisis que da “el cuerpo” dentro de las ramas sociales son muchas, a partir de los pos estructuralistas y desde el movimiento feminista de los años 60, quizá la crítica más grande que se haga a nuestros usos y costumbres de convivencia fisiológica sea que, precisamente haya sido ese espacio intimo el que más tiempo haya estado bajo el dominio de terceros. Hasta el momento, el control y el ordenamiento, han sido los responsables de cosas como la “perpetuación del patriarcado” y la reproducción de un modelo basado en la renunciación del yo y el placer entablado por el cristianismo a través de su Iglesia en la Edad Media.

¿Cómo conviven estas ideas antiguas que siguen siendo transmitidas de generación a generación, con las posibilidades técnicas que nos ofrece la sociedad actual? ¿Vivimos plenamente esa “sexualidad plástica” a la que se refiere Ulrich Beck o Anthony Giddens? ¿En qué medida la libertad sexual de la que presuntamente gozamos en occidente en la actualidad es realmente democrática y no un brillo más de la estética de la superficie, una simple razón para comprar, ahora que entre yo y consumidor la diferencia es mínima y se ha erotizado hasta la pasta de dientes?

hasta ahora 1 comentario sobre 'Sexualidad Plástica'

  1. Liliana Lara dice:

    Hace algunos años conocí a un grupo de gente que vivía en una especie de “granja” en lo más recóndito de los Estados Unidos. Vivían de espaldas al “consumismo avasallante”, a la sociedad con su doble moral, los alimentos manipulados genéticamente y a unas cuantas cosas más. Lo cierto es que en el plano sexual iban y venían según su libre albedrío – decían- y yo me preguntaba si no era esa otra forma de consumismo… el consumismo sexual …. manipulado – se me ocurre ahora – por esa estética de la superficie de la que hablas… En fin, me encanta todo lo que dices y ya mismo me pongo a leer ese link de Anthony Giddens (el otro no, porque está en alemán)
    Un beso!