Chile – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 Por qué un bombardeo de poemas http://superdemokraticos.com/es/laender/chile/wozu-ein-gedichteregen/ Wed, 21 Dec 2011 10:46:22 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=6245

Los bombardeos de poemas son un proyecto llevado a cabo por el colectivo chileno Casagrande, que consiste en lanzar cien mil poemas de 80 autores contemporáneos desde helicópteros sobre ciudades que han sufrido bombardeos aéreos en el pasado. Hasta el momento el proyecto ha sido realizado en las ciudades de Santiago (Chile, 2001), Dubrovnik (Croacia, 2002), Guernica (País Vasco, España, 2004), Varsovia (Polonia, 2009) y Berlín (Alemania, 2010).

Meditando luego de ver “Let the right one in”, me acordé del ex jerarca norcoreano Kim Il Sung. La película me había sorprendido por el enfoque hiper realista con que aborda el género del vampirismo. Puesto en la perspectiva del protagonista, que era un monstruo, empaticé con él y deseé que cometiera las peores atrocidades. Puede parecer tonto, pero mientras caminaba de regreso a mi casa, reflexioné mucho sobre esas decisiones morales que había tomado durante la película, por miedo a que hubieran revelado aspectos negativos de mí mismo, habida cuenta de que si bien la historia era ficticia, no sucedía otro tanto con mis sentimientos. No llegué a ninguna conclusión, es decir, puede que sea una mala persona, pero sí encontré interpretación, después de tantos años, a las imágenes que transmitían las agencias noticiosas desde Corea del Norte cuando murió Kim Il Sung: había personas gritando, llorando y sufriendo convulsiones en plena calle, o golpeándose la cabeza contra las ventanas de los buses. En un principio me pareció que estaban todos locos, pero en realidad (descubría ahora) lo que pasaba con esa gente era que no habían salido del cine. En mi caso, así como tuve libertad para aceptar los códigos morales que una buena película de vampiros me ofrecía, la tuve para dejarlos en ese lugar, y recuperar mis antiguas opiniones una vez fuera de la sala. Esa libertad no la tienen los habitantes de Corea del Norte; ellos viven dentro del cine.

La película que proyectan los partidos de gobierno en los países donde no hay elecciones está destinada, como se sabe, a justificar su permanencia en el poder. En virtud de ello la historia nacional es reinterpretada como la épica que condujo al actual estado de cosas, y surgen rituales para venerar a un nuevo panteón de héroes-protagonistas de la épica. Como resultado de la ficción nace una nueva realidad, las personas aprenden a vivir de otra manera, y cuando muere el “amado líder”, “querido jefe”, o como quiera que se haga llamar el querido líder, se retuercen en la vía pública como si se hubieran intoxicado con ají.

La ficción crea realidad de muchas otras maneras. Diversos estudios han demostrado, por ejemplo, que el rendimiento escolar depende en gran medida de las expectativas de los docentes. Un profesor que opina que su alumno no va a progresar tiene el poder de convencerlo de eso y convertirlo en un adulto mediocre, y lo mismo ocurre a la inversa. En resumidas cuentas, la ficción del profesor se convierte en la realidad de sus alumnos, como si la actitud de uno definiera la órbita estricta en que se moverá el otro.

Sobra decirlo, también los automóviles y los cuerpos celestes siguen órbitas estrictas. Todo lo que existe y es real, y así también la ficción, que no es más que una simulación de la realidad, sigue un curso que puede preverse, o sea, está sujeto a una lógica particular, y está bien que así sea porque eso permite, por ejemplo, la existencia de la vida, que también es predecible; se sabe exactamente cuándo vendrán las lluvias y cuándo los días soleados.

La experiencia vivida por las personas durante un bombardeo de poemas es asimismo, ficticia; ellas no ven simplemente un conjunto de papeles cayendo de un helicóptero, sino algo mucho más profundo, y de hecho, interpretan cada poema que logran atrapar desde el cielo como un mensaje directo y personalísimo. Creen en ese mensaje antes de recibirlo.

Por otra parte, al reconocer y legitimar el dolor experimentado por una comunidad, los bombardeos de poemas inciden en la manera en que los integrantes de dicha comunidad se relacionan con la ciudad y su pasado. Es por eso que cuando mi compañero Cristóbal Bianchi regresó a Guernica algunos años después de que lanzáramos poemas allí, al preguntar a unos jóvenes cómo se recordaba el bombardeo, recibió como respuesta una nueva pregunta: “¿cuál de los dos, el de 1937 o el de 2004?”. Nunca más habrá en Guernica un solo bombardeo. Podría decirse que ambos acontecimientos, uno como trauma y otro como reparación, uno como realidad terrible y palpable y otro como simulación de esa realidad, vale decir como ficción en sentido opuesto, irán juntos en adelante y necesitarán el uno del otro, como los polos de un imán.

Nosotros, al igual que el gobierno de Corea del Norte, creamos una ficción, creamos la ilusión de que la poesía baja del cielo sobre un lugar vinculado con el dolor, de un valor simbólico complejísimo, pero al igual que el director de cualquier buena película de vampiros, no obligamos a las personas a aceptar esa ficción fuera del cine. Por supuesto que la aceptan pero no se retuercen en el suelo por eso.

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En una sesión Jodorowksy para masas http://superdemokraticos.com/es/laender/mexiko/auf-einer-jodorowksy-massen-seance/ Tue, 29 Nov 2011 22:50:38 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=6057 Yo tengo un trauma con los gurús. Pues una vez un ex novio con mal de amores tras nuestra separación, me mandó por meses videos de Youtube del escritor, director de cine y chamán chileno Alejandro Jodorowsky, con mensajes chamánicos sobre la liberación del yo. Así entonces, de la rabia, empecé a llamarle Joderowsky, por lo de “joder”. Ahora, este sanador, como él se autodenomina, quien supuestamente invita a sesiones gratuitas en un café en parís una vez por semana, acaba de escribir un nuevo libro de superación personal “Metageneología”. Este trata de la fuerza que las líneas genealógicas tienen sobre nosotros, y de cómo nosotros podemos liberarnos de ellas. O sea, según Jodorowsky, no tenemos un inconsciente individual, sino uno colectivo, el de nuestros clanes. Ese al que, por un lado queremos pertenecer, pero que también por el otro nos coarta.

Vinieron miles de personas, sobre todo jóvenes, para presenciar una sesión masiva de psicomagia en el auditorio al aire libre de la Feria de Guadalajara. Las ansias de lo espiritual. Soy una escéptica. No necesito una terapia sacada de Internet o de un libro con frases prefabricadas como “libera tu alma”. Entonces, con los brazos cruzados, me pongo en todo el centro, frente al altavoz vestido de negro. Miro todo a mi alrededor. Veo caras concentradas, bocas abiertas, creyentes. Jodorowsky tiene a la multitud dominada. Habla serenamente, va y viene, un foco circular le sigue, la lámina plateada del fondo va encrespándose hasta perecer un paisaje lunar. Él evita toda postura de predicador, juega el papel de viejo sabio, de contador de historias. El hecho de querer vender aquí algo, significa para él decir dos frases: “Un libro debe de ser como un libro de cocina, el cual te da las recetas para ser tu propio sanador. Este es un libro para la lectura y el estudio. Bueno, ya les presenté el libro”, dice bromeando este hombre de traje negro que se pasea por la feria en uniforme blanco. Él es la figura creada por él mismo. Sentados junto a este, hay dos mudos de la editorial Siruela, como títeres o titiriteros, como de una secta

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Tengo que aceptar que sus anécdotas no son tan malas. Cuenta sobre el hermoso telar que un rey mandó a tejer para su reina, y que esta luego despreció. Este después lo cosió él mismo y esta vez ella lo admiró. “El primer telar fue hecho con orgullo, el segundo con amor”, aclara Jodorowsky. O la historia del pingüino que anhelaba con ir al cine. “No, le decía la gente en la calle, tú lugar está en el zoológico.” “Pero no quiero ir al zoológico.” La enseñanza: Deja a tu pingüino en libertad, no lo encierres en el zoológico de la cultura, de la religión, de la familia. O la del pueblo situado bajo la sombra de una montaña. Un día un hombre mayor se dirige hacia la montaña con una cuchara de porcelana para aplanarla. “¿Por qué lo haces? Le preguntan los demás” “Alguien tiene que empezar”, replicó el anciano.

No tengo nada en contra de los cuentistas, puedo decir que hasta me gustan. Pero Jodorowsky hace una y otra vez esas pausas dramáticas para los aplausos, sonríe narciso, porque sabe que ya le van a aplaudir. “No quiero que hayan venido hasta aquí en vano”, dice. “Pregúntenme lo que quieran”. Y ahí todo se vuelve algo incómodo, por lo íntimo. Una mujer joven se pone de pie: “Mi madre se está muriendo, ¿Qué debo hacer?” Jodorowsky se aproxima al hombre de la editorial, presiona la cabeza de este sobre su pecho y lo abraza con fuerza. “esto es lo que puedes hacer. Llevarla a tus brazos cuando esté muriendo. Es un proceso natural que no puedes detener.” “Gracias, Maestro.” Se vuelve a sentar. Jodorowsky analiza nombres, por ejemplo Linn, viene de luna. Es una personalidad creativa y sensible. Por más de media hora da consejos a personas de su público, como en una terapia de grupo, todos escuchan, las almas se ponen al desnudo.

Al cabo de un rato se cansa y a todos nos toca tener una experiencia humana, si es que entiendo bien, y enlazamos todos nuestros dedos meñiques y los elevamos. “Por la paz”, dice Jodorowsky, “Por la paz sexual, aunque no sea fácil, por la paz familiar”, etc., etc. Los brazos van bajándose lentamente. Se veían bonitos todos esos meñiques en el aire. Muy bonitos, pero más paz no me proporcionó. Aún hay algunas frases que oscilan en mí: “No creo en la revolución política, sino en la re-evolución política.” U otra como: “No se es fiel por razones morales, sino porque se tiene todo lo que se necesita.” O esta otra: “La familia nos da valores, pero también trampas.”

A empujones me escapo de las filas apiñadas, es demasiado. Jodorowsky dijo que quería hacer una nueva película para perder dinero: “La danza de la realidad”. Ah, lo único real aquí es el entusiasmo de la gente. El resto es solo show. Esa fue la lección que aprendí indiscutiblemente.

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El muro y la lengua http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/die-mauer-und-die-sprache/ http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/die-mauer-und-die-sprache/#comments Mon, 05 Sep 2011 07:04:51 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=5018 Un muro separa mi hemisferio derecho del izquierdo. Me acuerdo cuando lo construyeron. Yo dormía sobre un sofá, aparentemente de regreso de una nebulosa. Anestesiaron mi cuerpo e ingresaron a mi mente. Eran pequeños trabajadores blancos. Cada uno tenía un número grabado en el delantal. Provenían de sociedades comunistas negadores del espíritu y sociedades capitalistas empeñosas en convertir el mismo sol en dinero. Dieron con su oficio: Constructores de muros que separen el lenguaje de las ideas, cuerpos de los genitales, cielos de los infiernos. Nos ofrecen modelos o credos o cultos. Les pagan por construir el muro que nos separa de nosotros mismos.

Este muro está ahora en mi cabeza. El fanático me viene a buscar a ofrecerme un puesto en una nueva secta.

El pesimista me quiere convencer de ingerir algunas pastillas venenosas para terminar con el sufrimiento. Me dice: “Acabarás por destruir el muro en tu interior y pondrán tres en su lugar.” Luego viene el científico: “ Observa la delicada estructura de tu muro y acabarás por entender su razón y su ser. Podrás unirte a estos arquitectos sublimes.” ¿De donde viene todo este terror psicológico? ¿Cómo es posible que yo haya abierto mi mente para que estos constructores puedan ejercer su ciencia impunemente? La rabia se acumulaba en mi interior, luego el frío y el desconcierto. Me habían entregado al enemigo, al fantasma que cambia su cabeza cada media hora. Y ese fantasma: ¿Qué tecnología usa, cómo me conoce de tal manera para obligarme a retroceder a dónde yo no tenía la intención de regresar?

Me encontraba en una habitación de una altura de unos cinco metros y medio. Y aprendí un alfabeto, una lengua, y ví un agujero, y miré:

El terror psicológico se apoderaba de las nubes y de las ventanas y de las escuelas. Grandes muros atravesaban los ojos de los dormidos y los depresivos los describían y se angustiaban.

(El alma andaba por una calle llamada: “El doble sentido de la evolución.”) A mi regreso de la nebulosa contaba con algunos antecedentes adicionales acerca del espíritu, es decir contaba “ con ojos nuevos.” Leon Felipe y Arthur Rimbaud los custodiaban.

“El terror surgía de repente a través de un pasillo de un castillo que yo habitaba solitariamente de niño. Cercanos familiares me empujaban a las aventuras dentro del castillo.”

¿Qué hago ahora con este muro?

¿Lo dinamito en un grito que salpica de sangre a las flores y los hombres?

Temo que debo visitar al constructor en persona. El anida en un castillo cercano al gran mar de lo ambiguo. (Yo separaba las olas de si mismas, las doblaba como esquinas de papel.) No se encontraba el arquitecto. Estaba de caza en un bosque denso y deprimido.

“El arquitecto está cansado de sí mismo “ resonaba en la punta de la vanguardia de la historia.

Ahora yo tenía cara de topo. Y empecé a dibujar agua en los ladrillos del muro. Vi hombres acostados, algunos con los signos de la peste en el cuerpo.

Maestros y esclavos ví en peregrinaciones a lo largo del muro. Había una multitud apedreando a un ladrón, mas al fondo, en una silla, un sabio leyendo un libro sagrado.

El sol lanzaba sombras paralelas sobre el mundo, y supe de los asentamientos a lo largo del muro y de otros libros a lo largo del muro.

En las pequeñas pausas de la sed mi amor crecía en mis costillas y comprendí que el muro que me separaba de mi mismo era una lengua que no había aprendido.

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EL HUMUS RESPLANCEDIENTE http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/saftig-glanzender-humus/ http://superdemokraticos.com/es/themen/burger/saftig-glanzender-humus/#comments Wed, 01 Jun 2011 16:55:23 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=3880 España vive tiempo de movilizaciones sociales, cambios y agitaciones culturales que obligan a pensar en un futuro inmediato marcado por nuevas obras culturales y un diálogo más estrecho con nuevas culturas.

Foto tomada en una de las sesiones de la Junta del 15-M Zaragoza. La considero emblemática porque los de la junta se subieron en una estructura situada al frente del ayuntamiento y colgaron este cartel.

Antonio Gamoneda, poeta fundamental para entender la evolución intelectual de España, cuya obra se une a la más selecta poesía escrita en Europa en los últimos 50 años, tiene unos versos que pueden reflejar perfectamente, si aplicamos con sutil elegancia el recurso retórico de la hipérbole, lo que experimenta actualmente la sociedad española:

Va a hacer diecinueve años/ que trabajo para un amo /Hace diecinueve años que me da la comida/ y todavía no he visto su rostro. /(…) / Va a hacer diecinueve años/ que salgo de mi casa y hace frío/y luego entro en la suya y me pone una luz/ amarilla encima de la cabeza.

Los versos pertenecen al poema “Blues del amo” y como se puede entender sin problema alguno, el “amo” es una economía que tiene al país con 5 millones de desempleados (de los cuales el 40% son jóvenes que han terminado su primera carrera universitaria), con un sistema bancario colapsado al cual el Estado español tuvo que destinar el 4% del PIB en 2010 para “ir al rescate” de las entidades económicas y finalmente con un descontento generalizado hacia la energía nuclear (en Marzo pasado se pidió en una gran manifestación el cierre de 6 de las 10 centrales nucleares que actualmente funcionan en el país).

El desastre de Fukushima en Japón puso en alerta a movimientos sociales de todo el mundo. En el caso español, las protestas hacia el nefasto uso de la energía nuclear como fuente energética no fueron tan masivas como lo fueron en Alemania o en otros países europeos, pero serán en parte el inicio de una serie de manifestaciones populares y callejeras que terminarán cuestionando todo el actuar político del país. El domingo 22 de Mayo, se han celebrado elecciones municipales y de alcaldía. Con una abstención del 33% de personas en edad para votar, se ha impuesto el Partido Popular, (PP) en 14 de las 17 provincias que constituyen la geografía política española. Esta victoria rotunda de la derecha representa solo el 22% del electorado: casi 8 millones de personas. España tiene 46 millones de habitantes,  la cifra de electorado que dio la victoria al PP sumada a la cifra de desempleados no supere al número de personas que se abstuvieron de votar este domingo me conduce nuevamente a pensar en los versos de Gamoneda. Algo ha pasado esta vez. Esa abstención decidió manifestarse políticamente de otra forma: se tomó las plazas públicas de la mayoría de las ciudades españolas para “acampar” y decir de una forma rotunda que hay que acabar con el bipartidismo tradicional que rige la vida política del país y cambiar drásticamente el manejo de la economía que ha recordado a muchos las penurias más rotundas que se vivieron bajo el franquismo. El 15-M es el nombre de las acciones convocadas por diversos movimientos sociales, vitaminados desde las redes sociales, que el domingo 15 de mayo decidió hacer uso de sus libertades civiles para sacudir al sistema. Ese día, miles de jóvenes españoles arman sus tiendas de campaña en los alrededores de la Estación del metro Sol, en el corazón de Madrid, repitiéndose este hecho en las ciudades más importantes de España.

El movimiento que lidera las protestas es Democracia Real Ya, el cual tiene 3 meses de vida y surge en redes sociales como Facebook. Se consideran apartidistas, pacíficos y ecológicos y están totalmente disconformes con el sistema político y económico español. Se financian gracias a la autogestión y donaciones, pretenden que el movimiento no sea algo que se extinga rápidamente, como ocurrió con los movimientos universitarios que estaban en contra del Plan Bolonia de estudios, quienes se encerraron en las Universidades de España a finales de 2008 y principios de 2009. Desean un cambio drástico y para este verano planean asambleas masivas y mantienen una muy visitada página web: El primer síntoma que observo en estos cambios es la derrota radical de la izquierda, ya que esta se alimentaba en gran parte de un electorado que ahora pertenece a Democracia Real Ya y otros movimientos sociales. Esta primera víctima ha sido el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ya que ha sufrido una rotunda derrota histórica (solo gobernará una provincia en todo el país: Asturias) y ha obligado al actual presidente y miembro de esta coalición José Luis Rodríguez Zapatero ha reconocer la difícil situación de “Jaque Mate” que vive la centro-izquierda penínsular.

Hay un debate sociológico al respecto, en el cuál los intelectuales no se ponen de acuerdo si estamos frente a un “Mayo 68 a la española” o es sólo un descontento fugaz. El consenso solo se da cuando se expone lo singular y extraordinario que es el hecho, que, como residente extranjero, nunca había visto en los largos años que llevo viviendo en este país tan contradictorio y tan fascinante a la vez. La idiosincrasia española, dada con sensualidad al fervor de la vida mediterránea y la fiesta, no suele protagonizar descontentos civiles ni protestar demasiado, a diferencia de los países latinoamericanos, con larga tradición en manifestaciones organizadas y en algunos casos dramáticos, con amplia experiencia en enfrentar con violencia a las fuerzas policiales. Conformismo que, para muchos proviene de años de bonanza económica durante los años noventa, que forjó una fuerte clase media muy preparada académicamente, ha minado en parte la actitud contestataria.

Georges Bataille se interrogaba de una forma magistral en su recolección de ensayos “La Literatura y el Mal” que si los tiempos revolucionarios habrían de dar esplendor a las artes y las letras. Los periódicos forman un rostro en el destino del hombre y parecen reflejar sus intereses o la pugna de estos con los intereses de los grupos económicos que están detrás de estos medios de comunicación. Los movimientos sociales y la prensa estarán siempre en conflicto; lo que afectará a la creación artística en última instancia. En el libro, Bataille señala que La Revolución Francesa no tuvo una inmediata camada de escritores destacada. Ve en el marqués de Sade el gran autor de la revolución pese a que este no comparte en absoluto los valores jacobinos de la flamante nación francesa. Le interesa subrayar el carácter rebelde de la literatura de tal forma, que las nociones de bien y mal queden tan confusas, mezcladas en incluso híbridas que parezca difícil establecer categorías de moralidad e inmoralidad. Como sucedió en esa época y como podemos ver, en otro sentido, pero ver sin problemas en la actualidad,  el conflicto del bien y el mal se resume en el conflicto del poder, de la forma de transferencia de energía de la que habló Michel Foucault más adelante. El poder está en todas partes y fluctúa, pasa de la información de la prensa, las páginas Web, Facebook, los poemas y crónicas que se escriben sobre la agitación social traspasan algo de apetito de poder o simplemente las ganas de combatirlo, estas ganas se canalizan en movilizaciones y estas pretender enfrentar al gran poder regentado en las instituciones.  Bataille habla de experiencias límites de creación al amparo de los cambios sociales, sobre todo cuando habla de Sade, Blake, Baudelaire o Kafka, otros escritores a los cuales el polifacético autor francés dedica ensayos. El humus que se genera de estas experiencias límite es humus de cambio social y de radicalización estética. Lo que sucede ahora en España, en mi opinión, se nutre  o se nutrirá de esto.

En tiempos de crisis, también nos preguntamos por las identidades. Pienso en escritores e intelectuales tan distintos en aporte pero todos unidos por la vanguardia cosmopolita y el ímpetu subversivo e interrogador. Pienso en autores tan sugerentes como Paul Celan, Edward Said, David Foster Wallace o Roberto Bolaño. Con obras tan diversas entre si y roles tan demarcados en el imaginario colectivo occidental, consiguieron que muchos de nosotros pensemos que la identidad es un perpetuo tránsito entre la memoria, los sueños, las lecturas y la realidad cercana. Me gustaría ver en estas protestas el humus resplandeciente para que broten personalidades como estas, capaces de cuestionar la realidad e insistir en la idea de lo nuevo, las velocidades estéticas que pueden regir nuestras vidas y hacernos ciudadanos impecables.

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Sísmico, volcánico y “tsunámico” y después y quizás, nuclear. (Carta a una muchacha que llegará de Celle un día) http://superdemokraticos.com/es/laender/deutschland/seismisch-vulkanisch-und-%e2%80%9etsunamisch%e2%80%9c-und-bald-vielleicht-auch-noch-nuklear-brief-an-ein-madchen-das-eines-tages-aus-celle-kommen-wird/ Fri, 13 May 2011 07:00:06 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=3794 S., amada S., busco el bolígrafo azul o negro y no lo encuentro. Ya te habrás dado cuenta. Y te escribo a topetones, perdido ya el vicio epistolar. Las Compañías y mercaderes del agua, de lavadoras o electricidad han conservado en algo este ejercicio del carteo físico, pero comunicando de manera epigramática y numérica siempre pésimas noticias: lo que se les debe, porque siempre se les debe. Nos ha quedado el e-mail, pero nació ansioso, sus respuestas urgen siempre hoy, por lo que la letra no reposa y las respuestas siempre enflaquecen en su tranco fugaz, sin la capacidad de monologar por turnos, o masticar lentamente cada aserto hasta la obviedad. Pero no hay vuelta. Urgido y urgente te escribo, apenas producido el terremoto y maremoto que une a Chile con Japón y, sobre todo, extendida la ruina nuclear que nos separa. Cuando uno ha sentido ese miedo, lo huele a miles de kilómetros de distancia -crecer es aprender a tener miedo-. Dudé en escribirte por tantos años y me salen en la velocidad estas letras, pensando que jamás te encuentres con lo mismo de lo mismo cuando recales en este Chile, satélite de sí mismo, de digresión y carcajada obligatoria. Telúrico, sísmico, volcánico y “tsunámico” y después y quizás, nuclear: hermoso como una lápida, de vino gordo y literatura de Semana Santa.

Alguna vez debí decírtelo, para jugar y juzgar al lugar común: la energía nuclear iba a salvar al mundo. Ahora hay que salvar al mundo de la energía nuclear. Qué impostura: mira quién lo dice y sabrás a qué está conectado. Como soy el desconocido que tengo más a mano, sigo el cablecito eléctrico -y ecléctico- que ahora me enlaza contigo. Claro, no llega a una usina enorme donde se cocina el átomo, no alcanza a lo que ahora a Japón le sangra, esa fábrica de puñaladas de luz. No. Pero mi soga de la energía llega a una mega represa hidroeléctrica que ha inundado tierras indígenas ancestrales, selvas milenarias y ese zumo de biodiversidad que nos mantiene boqueando, pero con vida. Entonces, cada puñalada de esta luz, no deja ni ceja, de ser una puñalada. Que el mayor derroche lo generan las grandes empresas mineras e industriales –esas con pies de cobre y paso de siderúrgica- y no las halógenas peatonales, ni los ordenadores, ni la plancha, ni el árbol navideño, sí. Menos culpa, pero culpa = culpa, o sea. Y las estocadas de luz se producen y reproducen: el hombre, ese condenado a muerte. Ni cantinela ni monserga. Te escribo con puñaladas de luz que han aniquilado ríos. Ni peor ni mejor que usar y pagar y promover aquello que une a un núcleo, esas radiaciones ionizantes, esos isótopos radiactivos que mueven a tu Celle de infancia, a tu Berlín de bicicleta adulta. Cuchilladas de luz, Windscale, Mayak, Tokaimura mon amour. El viento, tu germano viento, con esos 13,8 Gwatts de energía eólica salvará quizás tu pedaleo, que será el de nuestros nietos.

Acá nos invaden las hidroeléctricas y las termoeléctricas a carbón porque en 10 años necesitaremos cuatro veces más energía ya para enviarte un mail, ya para dividir una montaña en dos -Barrick Gold Corporation-, ya para estrujar el último bosque de celulosa -Arauco S. A.- (y acabo de encontrar mi lápiz negro). Por eso, mi país flaco y su gobierno “saca-cuentas” ha firmado hace unas semanas un acuerdo de colaboración nuclear con E.E.U.U. Soy cómplice, hermosa S. de Celle, de esta patria chica, que vulnera sistemáticamente los tratados medioambientales y se pone violenta cuando le clausuran una fábrica de celulosa. Miedosa y mierdosa, será la patria del bolsillo lleno, la cifra alegre y la inmundicia en la solapa, que finge no entender el mundo para sacar provecho de él. Tú lo sabes, si ocurriera acá al mismo tiempo –remezón y radiación- no seremos nipones, porque nadie cree ya en la no permanencia de las cosas, en el “mono no aware” o suave dolor ante la pérdida. Nadie cree en la contención. No es ni será Japón entonces porque aquí lloraremos con esas ganas de niño que tiene boca, con esas ganas de llanto que son el primer borrador del grito.

Pero lo verás, mucho de mi sur aún se mueve a agua y leña y vamos por ahora libres de fisión y venganza de los átomos. Esos que no te dejaron salir al parque, o comer zetas en el bosque cuando el viento y la lluvia ácida de Chernóbil. Estarás aquí y lo sentirás: aún nos queda un útero verde, ingenuo y frágil que no tiene prejuicios, porque ni siquiera tiene juicios. Lo hablaremos caminando entre avellanos: vivir es ver volver. Y no sabemos cuánto falta para tener nuestro Fukushima en el abdomen de la casa, aún cuando se reproducen represas en el patio.

Sí, mi amada S., confieso que lo he pensado recordando a Jaques Rigaut: hay personas que hacen dinero; otras neurastenia; otras niños. Las hay que hacen gracia, las hay que hacen el amor, y que hacen penas. ¡Cuánto tiempo es que yo intento hacer algo! No hay nada que hacer: no hay nada que hacer. Quizás hay pocas cosas más desagradables y perversas que el cariño como impostura y la calidez humana como sustituto de la justicia. Subsidiario, en la oblicuidad de la culpa, no me solazo, lo sabes: me cuelgo de a poco. Me cuelgo porque me suspendo. En todo ahorcado a plazo hay un militante que acusa y un parroquiano que tose. No me acabo, me suspendo, porque quiero quedar de pie, equilibrándome verticalmente como un vivo: la poesía no muere, sólo duerme, diría Alfonso Alcalde.

Pero S., amada S., vendrás y aún serán tiempos amables. Se moverá la tierra de vez en cuando, como sabe hacerlo, para despertar los cuerpos ciegos. Caminarás en playas reales con aguas que se acercan y se retraen, verdes y reales como esta felicidad porque tú llegas. Lloverá limpio y copioso arbolando todas las estaciones. Será como la mejor primavera en Celle, tu pueblo de piernas largas y maderas rojas. Te escribo luego, te escribo mañana, te escribo a apropósito, para que me contestes, niña de Vladivostok, muchacha de Celle, abeja inédita.

Valdivia / Angachilla/ Otoño de 2011

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